Por Saúl Hernández Bolívar
El Mundo, Medellin
Abril 13 de 2009
Debe estar feliz la izquierda continental (encabezada por el Foro de Sao Paulo y
Mientras las dictaduras de derecha terminan en la cárcel, las de izquierda son objeto de apología y exaltación. El militar argentino Adolfo Scilingo fue condenado en España a 640 años de prisión por participar en los ‘vuelos de la muerte’ en los años de la dictadura en Argentina, y las leyes de punto final (expedidas por Alfonsín en diciembre de 1986) fueron anuladas en 2005 en el caso de los militares pero no en el de los montoneros, que aún gozan de amnistía e indulto.
Pinochet, en la decrepitud de la vejez, murió acosado por la justicia. En cambio, Fidel se muere de viejo, en la cama de un palacio en
En Colombia, el holocausto del Palacio de Justicia se lo quieren cobrar a los militares mientras los guerrilleros se pavonean en carros oficiales, todo por el pecado de atravesarse a “defender la democracia, maestro”, expresión misma que ha sido reprochada para que quede claro que quien ose obstaculizar la revolución la paga caro. Asimismo,
Por eso, los más contentos con la condena de Fujimori están en Colombia, pues hace rato ventilan, sin pena alguna, sus deseos de llevar al Presidente Uribe ante la justicia internacional para cobrarle la cuasi derrota que le ha infligido a las guerrillas. ¿Y cuáles son sus argumentos? Lo que sea. Sobrarán denuncias amañadas, apoyadas en indicios gaseosos, para encauzarlo en los tribunales que dirige la izquierda. Si hasta Álvaro Leyva, uno de los más conspicuos amigos de las Farc, sentenció hace varios años que si Uribe no hacía el intercambio humanitario sería llevado a
Y como ellos están esperando el momento de pasar la cuenta de cobro –y como Uribe lo sabe, y todos lo sabemos–, muchos aducen que el Presidente tiene la intención de perpetuarse en el poder con el fin de evadir los tribunales. Un vocero de la oposición (Pedro Medellín, El Tiempo, 07-04-2009) se pregunta si Uribe se quiere reelegir es para “evitar que lo lleven ante los jueces”, y se atreve a agregar: “como han llegado a sugerir sus cercanos colaboradores” . Otro vocero (Claudia López, El Tiempo, 09-03-2009) arguye que nombrar a los ex guerrilleros ‘Karina’ y ‘Olivo Saldaña’ como gestores de paz, es obstrucción de justicia. Y anota: “Entre más ejerza esa obstrucción (…) mayor la probabilidad de tener que responder por ello a nivel internacional. Pero (…) confían en que permanecerán en el poder lo suficiente para encubrir todo y que las instancias internacionales están suficientemente entretenidas con África como para fijarse en Colombia. Ya veremos”.
La avanzada contra Uribe se nutre de libros plagados de acusaciones temerarias y falacias ad hóminem, a pesar de que sus autores se atreven a reconocer que esos libros no podrían aportar nada en un juicio contra el presidente Uribe. ¿De qué se trata entonces esta cacería? Deberían considerar las palabras del periodista francés Jaques Thomet –ex corresponsal de EFE en Colombia–: “sólo su régimen democrático tolera, sin reaccionar, sus insultos repetidos contra el Presidente de Colombia. (…) ¡Todos ustedes serían detenidos si sus periódicos se publicaran en Francia!
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