Acuerdo trascendental

Editorial

El País, cali

Octubre 11 de 2009

El viernes pasado el Concejo de Cali aprobó por fin el acuerdo por medio del cual autoriza la creación de una empresa para el manejo de las telecomunicaciones en la cual participe capital privado. Es el principio de un proceso que debe llevar a salvar ese negocio, además de acelerar la terminación de la intervención de Emcali y su devolución al Municipio.

Así culminó una etapa no exenta de sobresaltos, debido al comportamiento a veces enigmático de las mayorías en la Corporación. Hace ocho meses la única salida parecía ser la entrega de Comunicaciones a un operador, de acuerdo con la propuesta del Alcalde, con lo cual se excluía la participación de los concejales. Vino entonces la propuesta de 19 de los 21 integrantes del Concejo, que fue aprobada por el Gobierno Nacional como por el Municipal.

Se esperaba que los concejales expidieran de manera rápida el acuerdo que ellos habían propuesto. Sin embargo, lo que debía ser un asunto de trámite se transformó en un proceso dilatado y complejo, en el cual muchos de los integrantes de esa mayoría exigieron requisitos y compromisos que generaron inquietudes, llegando incluso a poner en duda el éxito de su propuesta. Eso consumió tres meses, tiempo precioso en momentos en que la competencia en el sector de comunicaciones amenaza con quitarle clientes y cerrarle espacios a la nueva empresa que propusieron esas mayorías.

Pero al final se impuso la razón y el Concejo produjo la autorización para que el Alcalde expida los decretos que separen el componente de telecomunicaciones y se cree la nueva sociedad anónima, en concurrencia con algunas entidades descentralizadas del Municipio. En adelante, y después de cumplir ese mandato antes del 31 de enero del 2010, empezará el proceso para conseguir el aliado estratégico, como recomendaron los 19 concejales en su propuesta.

Así se abrió paso la solución para Comunicaciones. Pero también empezó otro proceso, igual de importante para el futuro de Emcali y de la ciudad: se trata de terminar la intervención de la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios. Para ello deberán cumplirse los acuerdos y convenios celebrados entre el Gobierno Nacional, el Municipio y la misma Superintendencia. Sin duda, debe reconocerse que la presión del Concejo de Cali sirvió para definir y plasmar en documentos la propuesta del presidente Uribe acerca de la reinversión en la capital del Valle de los aproximadamente $900.000 millones que adeuda Emcali a la Nación por la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales.

La última etapa para lograr esa devolución es hacer lo necesario para concretar un convenio sobre el gobierno y la transparencia en Emcali. Ese es el acuerdo más importante para devolverle su credibilidad y asegurar que los afanes del clientelismo y la corrupción no volverán a apoderarse de la empresa. Tras nueve años de intervención, y superadas las causas que la produjeron, la dirigencia pública de Cali está obligada a impedir el regreso de los vicios y componendas que casi destruyen el patrimonio más importante de la capital vallecaucana.