viernes, 16 de octubre de 2009

¿Justos por pecadores?

Mario Fernando Prado

El Espectador, Bogotá

Octubre 16 de 2009

No todo es malo en esto de los Agro Ingreso Seguros. El esquema del subsidio al campo ni es nuevo ni es inocuo.

Y es además necesario, habida cuenta la globalización y los subsidios que recibe el agro en otros países en donde esta figura es pan de cada día, e incluso en Colombia, en donde ha tenido otros nombres.

No hay tal de que el dinero se regala ni que hay un carnaval de recompensas por favores políticos. Lo que sí existe es que un puñado de inescrupulosos se aprovechó de esta medida para estafar o, mejor, tratar de estafar al Estado a través de piruetas financieras, menos mal detectadas a tiempo y sobre las cuales, no lo duden, caerá todo el peso de la ley.

Empero y frente a tales lunares —a todo juicio condenables— existen otras empresas y/o personas que de manera seria y profesional han aplicado para obtener créditos y así mejorar las condiciones de sus tierras y de sus cultivos y no es justo, y perdón por la redundancia, que paguen justos por pecadores.

Hay quienes de manera responsable han aplicado a estos créditos, han cumplido con estrictos requisitos y han obtenido la aprobación de fondos capitales de contrapartida ciñéndose a la ley y están esperando desembolsos por parte de una fiducia de acuerdo con el avance de las obras que van a realizarse.

Existe una interventoría para evitar trampas y marrullas. Todo tiene que ser justificado y avalado. Estos son los justos: Aquellos que “padecen” el campo. Aquellos que urgen de subsidios para poder producir. Aquellos que han sufrido las inclemencias de la violencia, la apertura y el clima. ¿Por qué entonces tratarlos con el mismo rasero?

Desafortunadamente hecha la ley, hecha la trampa y ahí están los de siempre que ojalá reciban un castigo ejemplar adicional a la devolución de unos dineros que supuesta y extrañamente se les adelantaron.

¿Y los otros? ¿Los que urgen de políticas estatales para reactivar el campo? ¿Los buenos del paseo? ¿Los que han cumplido —insisto— con todas las exigencias? ¿Pagarán acaso el pato?

Hay sí una lupa electoral antirreeleccionista empeñada en desdibujar y exagerar todo cuanto hace el actual Gobierno y está en la tarea de acusar, señalar y condenar.

Sin embargo, esta lupa sobre los AIS ojalá también la coloquen sobre quienes podrían resultar perjudicados únicamente por hacer las cosas bien.

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