miércoles, 25 de noviembre de 2009

El espaldarazo de la CARE

Editorial

El Mundo, Medellín

Noviembre 25 de 2005

A estas alturas, los moños del Dr. Pastrana para eludir una obligación como ex presidente y miembro de la CARE, están completamente injustificados.

El Gobierno bien puede declararse satisfecho con el respaldo – entre frío y caliente – que recibió en la noche del lunes de la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores, convocada para conocer los resultados preliminares de la controvertida Misión de Política Exterior, encargada de la preparación del llamado “Libro Blanco” sobre el estado de las relaciones internacionales de Colombia y, adicionalmente, para examinar y hacer recomendaciones sobre temas puntuales, como el desarrollo de la “hoja de ruta” para la normalización con Ecuador, la crisis diplomática con la vecina Venezuela y la aparente soledad de nuestro país a raíz del Acuerdo de Cooperación Militar suscrito con Estados Unidos, entre otros.


Al final de más de seis horas de deliberación, el ex presidente César Gaviria, actuando como vocero de
la CARE, leyó una declaración de cuatro puntos, a los que bien vale la pena hacer algunas glosas, especialmente al que se refiere al trabajo de la Misión de expertos, que por la manera como fue presentada en un principio por la Cancillería, daba pie para pensar que se trataba, si no de una suplantación por lo menos sí de un paralelismo injustificado con las funciones asignadas constitucionalmente a la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores, como aquí lo expresamos en nuestro editorial “¿Qué oficio le queda a la CARE?”, del 10 de diciembre de 2008.


Esto último es lo que más contento debe tener al canciller Jaime Bermúdez, porque los términos en que
la CARE avala el trabajo de la Misión de expertos, despeja toda duda o suspicacia que pudiera quedar en la opinión pública acerca de la controvertida iniciativa que formuló muy al comienzo de su gestión al frente de la cartera de Exteriores. La declaración se refiere en su primer punto a la “gran satisfacción que tiene la Comisión y todos los miembros que a ella asistimos del informe previo que nos ha rendido la Comisión de Expertos, tanto los énfasis, los temas que han mirado, los criterios con los cuales han trabajado, las reorientaciones que creen que merece la política exterior de Colombia”. Y remata el punto, diciendo: “Es muy probable que el informe de la Comisión se conozca el próximo mes de enero, pero tuvimos un adelanto, y de manera unánime la CARE expresó su satisfacción por el informe”.


La primera consecuencia política de tal unanimidad es que con ello los demás miembros de
la CARE desestiman el argumento con que, reiteradamente, el ex presidente Andrés Pastrana se ha negado a atender las convocatorias del Gobierno. Esta vez, al igual que lo hizo en enero de este año, dijo que no asistía por estar en desacuerdo con que se les citara para escuchar un informe de una misión de expertos, nacionales y extranjeros, a los que, por vía de decreto, se les había entregado el manejo de las relaciones internacionales del país. En carta al ex presidente Betancur, Pastrana dice que no es cierto que sus “reservas sobre la conformación de una comisión de asesores de relaciones exteriores, contratada por el gobierno, queden desvirtuadas por el carácter ‘no vinculante’ de su informe”. En declaraciones a La W, el destinatario de la carta marcó distancia con su copartidario, al reconocer que el informe de la Misión “es sumamente minucioso y de un nivel alto. Por esta razón quedó superada la opinión del Dr. Pastrana de que la Misión era sustitutiva de la Comisión”.


Aunque en principio nosotros opinamos en el mismo sentido que el doctor Pastrana, nos parece que, a esta altura del curso de los acontecimientos, sus moños para eludir una obligación como ex presidente y miembro de pleno derecho de
la CARE, están completamente injustificados. Evidentemente, parte de nuestras inquietudes quedan subsanadas por el hecho de que el Presidente de la República recibió el informe de esa misión y manteniéndolo siempre en reserva, lo llevó en primera instancia a la Comisión Asesora de RREE. El Gobierno, como en cualquier tema de su incumbencia, puede contratar asesores, y en este caso los expertos tenían mucho que aportar en el análisis del complejo asunto de la política exterior colombiana. Queda despejada la inquietud sobre el aparente paralelismo, pues lo que ha sucedido es que el Gobierno presentó el informe ante la CARE como material de base para lo de su competencia constitucional y, según su declaración, ha quedado completamente satisfecha.


En los otros tres puntos del documento,
la CARE “expresa su respaldo a la política exterior, a la conducción de la política exterior por parte del Presidente Uribe; eso es inequívoco de parte de nuestra Comisión”. Manifiesta “gran satisfacción por la evolución que ha tomado nuestra relación con Ecuador”, y “en relación con nuestros problemas con la hermana República de Venezuela, la Comisión quiere expresar su extrañeza porque muchos de nuestros países amigos han guardado silencio ante las amenazas de agresión militar por parte de Venezuela, y el silencio también frente al bloqueo, frente al embargo económico que Venezuela está practicando contra Colombia, que claramente viola los acuerdos regionales de comercio y las normas de la OMC... Y eso a los miembros de la Comisión, principalmente a los miembros no gubernamentales, nos ha causado extrañeza”.


Estamos de acuerdo y celebramos que la posición de
la CARE haya sido enhiesta y acorde con la gravedad de la situación, al tiempo que rechazamos que, de nuevo, el doctor Samper no haya estado a la altura de su papel como ex Presidente y asesor constitucional en política exterior, y haya salido, en contravía de lo acordado, a despotricar del Acuerdo Militar con los EEUU, en un esfuerzo denodado por congraciarse con su amigo Chávez y por reconquistar un cupito en el escenario político nacional.

No hay comentarios: