domingo, 29 de noviembre de 2009

Otra imposible conspiración

Salud Hernández-Mora

El Tiempo, Bogotá

Noviembre 29 de 2009


Hace unos años, cuando las Auc existían y eran poderosas, crucé el golfo de Urabá, de Acandí a Necoclí, en un fueraborda. Pilotaba el comandante 'Alemán' e íbamos acompañados por su escolta, seis hombres armados vestidos de camuflado. El jefe del bloque Élmer Cárdenas navegaba con destreza por la desembocadura del caudaloso Atrato, que vomita troncos y ramas tras su recorrido por la selva chocoana. Arrancamos sobre las 11 de la mañana, fuimos tranquilos y llegamos sin novedad.

Desde aquel día supe que en la Armada, ciega a nuestro paso, había demasiadas manzanas podridas. Por eso, no me extrañaron las revelaciones sobre un contraalmirante y un recibo con huella. Sí me sorprendió y lamenté que fuese Arango Bacci el señalado, dada su impecable trayectoria y prestigio.

No sé si es inocente o culpable, pero en ese juicio confío en la Corte Suprema. No veo que los magistrados tengan interés distinto de valorar las pruebas conforme a su criterio jurídico.

Lo que no me trago es la manida tesis de la conspiración. Puede tener enemigos, pese a ser Arango muy afable, pero no encuentro cómo y por qué causa y fines las siguientes personas e instituciones se confabularon para hundirlo: 1) Capitán Tovar, jefe de contrainteligencia, cuerpo imprescindible para acabar con las manzanas podridas. Lo nombra el almirante Soto, del bando de Arango. 2) Unaim de Barranquilla. Abre investigación tras la interdicción de la motonave Guayacán, donde aparecen las cartas de navegación que muestran que los narcotraficantes conocían la posición de las fragatas de las Armadas de Colombia, de USA, Gran Bretaña y Holanda en el Caribe. Desarticularon la red -16 detenidos- que compraba dicha información y enviaba go-fast con coca a Centroamérica. 3) Las dos expertas criminalísticas del CTI de Cartagena, primeras en examinar el famoso recibo de la huella. Confirmaron su autenticidad. 4) Dos peritos independientes del DAS que concluyeron lo mismo. 5) El embajador Brownfield. Cuando metió las narices en el caso Arango, dando a entender que Washington sabía algo, no lo hizo porque sí. Su país identificó a quien trabajaba en su Fuerza Naval con la red colombiana, aunque no quieran admitirlo. 6) 'Chupeta' y su computador. En él aparece el pago por el movimiento de la fragata 'Almirante Padilla', bajo mando de Arango, que permitió el paso libre de una go-fast. 7) Eyssin Matos, testigo de dos reuniones de Arango con mafiosos. Esta semana explicó en la Defensoría del Pueblo por qué se retractó y las razones para sostenerse en sus primeras declaraciones. 8) Capitán de corbeta Jorge Ahumada. En una conversación grabada le dice a un traqueto que Arango permitirá que habiliten en Cotecmar un buque para encaletar droga. 9) Juan Manuel Santos. Recibió el recibo con la huella y decidió, una vez comprobada su autenticidad, enviarlo a la Fiscalía. 10) Almirante Echandía, ex director de Inteligencia. 11) Juvenal Serna. Testigo de la Fiscalía. Presente en un encuentro con mafiosos, grabado, en donde se refieren a Arango como colaborador. 12) Comandante de la Armada, almirante Barrera. Mostró a una periodista el recibo de la huella para certificar su existencia. 13) Ex fiscal Iguarán halla pruebas para iniciar el caso; ex fiscal Zarabanda, investigador que concluye que hay méritos para acusar a Arango.

Por falta de espacio dejo fuera indicios y participantes. De todo hay fechas, nombres y lugares. Es imposible que tanta gente diversa, sin nexos ni rumbos comunes, conspiraran contra el contraalmirante para cerrarle el paso a su futuro. Si la Corte lo declara inocente, perfecto. Pero no podemos inventar contubernios, perseguir tanto a funcionarios como a los cuerpos que combaten la corrupción dentro de las Fuerzas Armadas y pedir cabezas cada vez que cumplen con su deber, sólo porque nos cae bien el supuesto culpable. La próxima vez, cuando descubran otro alto mando, taparán pruebas para evitarse líos.

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