jueves, 2 de octubre de 2008

La valija bolivariana

Por: Jaime Jaramillo Panesso
Manos en el fuego

Incansable la valija bolivariana, repleta de dólares, esa moneda yanky tan odiada por los “antiimperialistas de racamandaca”, pero tan útil para comprar armas, sostener estructuras militares ilegales, coadyuvar e impulsar gobernantes amigos y alimentar redes internacionales de apoyo como la Coordinadora Bolivariana, el Foro de Sao Paulo, el Tribunal Internacional de los Pueblos y varios etcéteras.

El viaje vinculante a las maniobras secretas de la otra “diplomacia”, la que se hace a espaldas de la ciudadanía y de los entes de control democráticos, corresponde a la valija con ochocientos mil dólares para financiar la campaña presidencial de Cristina Fernández, esposa del saliente presidente peronista Néstor Kirchner. El incidente fue así, según prensa argentina:

El día viernes 3 de agosto de 2007, sale de Caracas el avión Cessna 750, alquilado por el ente petrolero estatal argentino, con ocho viajeros y dos pilotos. Es de noche y el avión se mueve entre duras turbulencias. En la lista de los viajeros se encuentran Antonini Wilson, miembro de la “boliburguesía” o nueva casta emergente del socialismo bolivariano, y Claudio Uberti, alto funcionario argentino.

El sábado 4 de agosto a las 2.30 a.m. el Cessna 750 aterriza en el Aeroparque de Buenos Aires. Debido al retraso, no son recibidos en las instalaciones oficiales exentas de requisa. Pasajeros, maletines y equipajes son llevados al terminal sur en un microbús negro y amarillo.

Los equipajes son inspeccionados por la agente de seguridad portuaria María Luján Telpuk quien al sospechar el contenido de un maletín pregunta sobre su dueño que resulta ser, por su propia voz, Antonini. Al abrir el maletín está lleno de fajos de billetes de cincuenta dólares. Uberti y su secretaria se cuelan por un lado con otras maletas y se escapan a sus residencias. (Días más tarde uno de los viajeros preguntará: “¿Y dónde están los otros 4 millones de dólares”?)

Son las 5 AM. - Comienza el conteo del dinero y Antonini se hace responsable del alijo. Minutos antes otro viajero, Daniel Uzcátegui, vicepresidente de PDVSA, había tomado un manojo de billetes y los ofreció a la guardia sin lograr cambiar el procedimiento. Uberti al amanecer llama por su celular a la residencia de Olivos, donde habita el jefe de gobierno, para darle parte del suceso. A las 8 AM Cristina Fernández se prepara para salir en su campaña presidencial hacia la ciudad de Córdoba. A las 8.15 Antonini firma el acta de decomiso. A las 8.50 AM Antonini y Uzcátegui se trasladan al Hotel Sofitel en La Recoleta. A las 9.15 AM Uberti visita al Presidente Kirchner. Hasta aquí el recorrido de la noche cuando cayó la valija bolivariana.

A un año de aquel suceso, un fiscal de Miami en los Estados Unidos interroga a Moisés Maiónica, otro de los viajeros boliburgueses y agente venezolano en Estados Unidos. Llama a declarar a María Luján Telpuk quien ha dejado de ser vigilante portuaria y ahora es “conejita” de Playboy, la revista gringa de mujeres desnudas. Telpuk llegó a Miami el día 27 de septiembre de 2008, de manera voluntaria. La principal pista indicada por Maiónica es haberle escuchado al jefe de inteligencia venezolana, general Rangel Silva, que el retraso del avión había perjudicado la operación.

El chavismo argentino ha rechazado las imputaciones que se derivan de estos hechos y considera que es un montaje del gobierno de Bush para desacreditar a Chávez y Cristina Fernández de Kirchner. Así se pronunció Hebe de Bonafini de las Madres de la Plaza de mayo, una de las mejores amigas de Chávez, que ha defendido a las FARC en otras ocasiones. De igual manera opina Luis D`Elía, jefe de los piqueteros, grupo de confrontación peronista. Más prudente ha sido el Partido Comunista argentino de Etchegaray. Lo cierto es que la plata venezolana ha servido para financiar la movilización de la anticumbre en Mar del Plata, 2005, cuando la visita de jefes de gobierno, incluyendo a Bush. Podrá deducirse, entonces, que muchas huelgas, paros y desarrollos electorales en América Latina pueden estar financiados, interferidos o patrocinados por la peligrosa maleta viajera bolivariana.

No hay comentarios: