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lunes, 22 de febrero de 2010

¡No a los bantustanes* criollos!

Edgar Francisco Bermúdez M.

Blog Debate Nacional, Bogotá

Febrero 22 de 2010

El presidente Uribe y el gobernador del Cauca tienen razón cuando dicen que los territorios indígenas no pueden ser guarida de terroristas y narcotraficantes; más aún sabiendo que algunos de los mismos indígenas les prestan ayuda para evadir a la Justicia.


También tienen razón cuando dicen que tales territorios no pueden estar por fuera de la Constitución y las leyes de la República. El hecho que los indígenas puedan practicar su lengua y costumbres no significa que puedan tener sus propias leyes paralelas a las nuestras.


Estos bantustanes criollos creados de jure son muestra de la discriminación a la inversa que los mamertos de los 1960's y 1970's le inculcaron a los indígenas y a las comunidades afrodescendientes.


Es de idiotas pensar que se puedan tolerar territorios en donde la Constitución nacional quede anulada por las leyes indígenas. No me refiero solo al caso de los delincuentes resguardados en esas zonas, hablo también de territorios en donde la dignidad individual queda reducida a cero; ¿acaso les parece correcto que en nuestro país existan zonas al margen de la Constitución? Les doy el ejemplo de los U’wa de Arauca en donde están autorizados a matar a los gemelos recién nacidos sólo por cuestiones de agüeros; de ciertas tribus del Eje Cafetero que aún practican la ablación o extirpación de clítoris o de las mismas tribus del Cauca en donde se castiga con cepo y rejo al mismo estilo de la Era Colonial.


Parece ser que a las mismas autoridades indígenas les gusta citar la Carta Magna a su conveniencia pues, si bien ésta les protege su idiosincrasia, se les olvida que existe el Artículo 12 que estipula lo siguiente: “
Nadie será sometido a desaparición forzada, a torturas ni a tratos o penas crueles, inhumanas o degradantes”. Luego los cepos y latigazos, los neonaticidios (asesinato de recién nacidos) y las ablaciones no están permitidos en ninguna parte del territorio nacional. Además todo ello está prohibido por la Declaración Internacional de los Derechos Humanos.


No obstante las autoridades indígenas se justifican diciendo que todas ellas “son leyes del hombre blanco que no tienen peso sobre ellos porque habitan estas tierras desde antes de la promulgación de tales leyes, luego no tienen por qué obedecerlas; además de ser otro intento de opresión del hombre blanco al indígena”.

Con este argumento tan risible, sumado al patrocinio de la mamertada nacional, los territorios indígenas no sólo son zonas en donde el DIH no opera sino que se han convertido en guarida de los terroristas que tanto daño le hacen al país, y en especial a los mismos indígenas a quienes se les ha olvidado ya la masacre que de indefensos Awás hizo las Farc.


* Se denomina BANTUSTÁN a cada uno de los veinte territorios que operaron como reservas tribales de habitantes no blancos en Sudáfrica y África del Sudoeste (actual Namibia), en el marco de las políticas segregacionistas impuestas durante la época del apartheid.

viernes, 12 de febrero de 2010

El acuerdo humanitario es una trampa

Édgar Francisco Bermúdez Mojica

Blog Debate Nacional, Bogotá

Febrero 12 de 2010

La oposición, encabezada por el séquito far(c)sante de Piedad Córdoba y las “Colombianas y Colombianos por la Paz” que cuenta entre sus militantes a miembros como Alan Jara, el Profesor Moncayo y otros personajes, se llena la boca y cree hacer mucho con presionar al Presidente Uribe para que él haga el tan cacareado Acuerdo o Intercambio Humanitario. No sé si son inocentes o se hacen pero lo que piden es imposible de hacer desde el punto de vista del derecho internacional humanitario.

Tal vez Piedad Córdoba, el profesor Moncayo, Alan Jara, León Valencia, Carlos Gaviria y los “intelectuales” militantes en ese grupo y que se creen hechos de un barro diferente al resto de la humanidad sólo por no apoyar a Uribe no saben (o se hacen los que no saben) que desde el 1º de julio de 2002 entró en vigencia en Colombia el Estatuto de Roma, el cual sirve de instrumento para que actúe la Corte Penal internacional en nuestras tierras.

¿Qué tiene que ver eso con el Acuerdo Humanitario? Mucho. Resulta que desde el 1º de julio de 2002, todos los delitos de lesa humanidad son imprescriptibles, o sea que los procesos siguen abiertos todo el tiempo y no puede haber lugar a medidas de amnistía o indultos a quienes los hayan cometido a partir de esa fecha (cláusula de irretroactividad ratione personae).

¿Cuáles son los delitos de lesa humanidad? Son éstos:

  • Asesinato fuera de combate.
  • Exterminio (imposición intencional de condiciones de vida encaminadas a causar la destrucción de parte de una población)
  • Esclavitud.
  • Desplazamiento forzoso.
  • Violación, esclavitud sexual, prostitución forzada, embarazo forzado, esterilización forzada u otros abusos sexuales de gravedad comparable.
  • Tortura.
  • Persecución de un grupo o colectividad con identidad propia por motivos políticos, raciales, nacionales, étnicos, culturales, religiosos o de género o por otros motivos universalmente reconocidos como inaceptables con arreglo al derecho internacional, en conexión con cualquier crimen comprendido en el Estatuto.
  • Desaparición forzada de personas.
  • Apartheid.
  • Otros actos inhumanos de carácter similar que causen intencionadamente grandes sufrimientos o atenten contra la integridad física o la salud mental o física.

Teniendo en cuenta que las Farc han cometido desde del 1º de julio de 2002 muchos de los crímenes calificados como de lesa humanidad; pues es bastante improbable que a la mayoría de “guerrilleros” presos los beneficie una ley de amnistía o indulto como lo sería in Acuerdo Humanitario. Los únicos que calificarían para un acuerdo humanitario serían los guerrilleros rasos que están condenados por rebelión; pero, infortunadamente éstos son poco atractivos para ese grupo terrorista.

Además hay otros que han cometido delitos relacionados con el narcotráfico y que están extraditados.

Recordemos que el 7 de junio de 2007 Uribe liberó unilateralmente a 56 guerrilleros como gesto de buena voluntad para que las Farc regresara a la libertad a varios de los secuestrados que tenía metidos en la selva, entre ellos a Íngrid Betancourt. Gesto que las Farc, a través de “Rodrigo Granda”, calificó de “farsa” y de “cortina de humo”. ¿Por qué? Porque todos los excarcelados eran antiguos guerrilleros rasos y estaban condenados por rebelión y otros delitos no conexos a los de lesa humanidad ni a narcotráfico, ergo no eran atractivos para las Farc quienes buscaban que les soltaran comandantes guerrilleros (que son autores materiales e intelectuales de innumerables delitos de lesa humanidad y narcotráfico).

Si un día a Uribe se le quebrara la voluntad e hiciera caso de “Colombianas y Colombianos por la Paz” y a las 8:00 a.m. firmara un decreto para hacer el Acuerdo Humanitario, a las 4 ó 5 de la tarde de ese mismo día ya los agentes de la oposición en Holanda estarían denunciando a Uribe ante la Corte Penal Internacional de La Haya por violar el Estatuto de Roma.

Ello explica el porqué ningún candidato presidencial, ni siquiera Pardo, Fajardo o Petro, ha dicho algo sobre el Acuerdo Humanitario. El solo hecho de pensar que podrían terminar sus días en la celda que una vez ocupó Slobodan Milošević o compartir celda con Radovan Karadžić los tiene bastante reservados con respecto a esta cuestión.

Habida cuenta de lo expuesto, ya es hora de que el hijo del profesor Moncayo, el cabo Pablo Emilio Moncayo vaya a hacer “toc, toc, toc” a otro lado porque nadie con un mínimo de inteligencia se irá preso a La Haya por él.

Por satisfacer un deseo de las Farc con más motivos político-estratégicos que altruistas