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sábado, 14 de noviembre de 2009

Descubrieron el agua tibia

Ignacio del Campo

El Colombiano, Medellín

Noviembre 14 de 2009

Las estadísticas son muy útiles, muy importantes, se podría decir importantísimas, pero bien aplicadas, bien explicadas, bien entendidas y mejor manejadas. Pero ¡ah peligrosas! cuando son orientadas a lo que se quiere mostrar, es decir, aplicadas según la voluntad de quien las hace, las ordena o las aplica. Ahí sí que se necesita una conciencia clara y honesta.


Leí en estos días que el biodiésel no servía para rebajar la contaminación producida por los vehículos. Que unos "científicos", de no sé qué universidad, habían hecho mediciones en Bogotá, donde se está usando una mezcla del 5% en el diésel para los vehículos que usan ese combustible y que no se notaba una disminución importante. Conclusión: "el biodiésel no ayuda para la descontaminación del aire".


En el título se dice que descubrieron el agua tibia los tales científicos. Hagamos cuentas: no sé cuál será la proporción de vehículos que usan el diésel como combustible, no creo que llegue al 20% del total de automotores en Bogotá.


Si el 100% de los vehículos usaran biodiésel, lógico que la rebaja en la contaminación producida por los vehículos sería del 5%, suponiendo que el biodiésel tuviera contaminación cero, pero como hay otras fuentes contaminantes del aire como la industria pesada que usa carbón, como el desgaste del caucho de las llantas, como el desgaste del pavimento producido por los vehículos que por él circulan, o también la industria que usa gasolina u otros combustibles, lógico que la rebaja no llegaría a ese 5%.


Pero en gracia de discusión dejémoslo así, en el 5%. Si los vehículos que usan ese combustible representan sólo el 20% del parque automotor, sería sólo el 5% del 20%, es decir, casi nada representativo, el 1%, repito, sin contar los otros contaminantes. Esa es la medida que debieron encontrar los científicos, no descubrieron nada nuevo.


Lo grave es sacar como conclusión que el biodiésel no sirve para rebajar la contaminación producida por los vehículos. Esperemos hasta cuando se use el 20% de este agregado y el 20% de alcohol carburante en la gasolina, para estudiar la verdadera utilidad o no de estos biocombustibles, lo demás son mentiras de las estadísticas mal presentadas.


Hay suficientes experiencias en el mundo que muestran los beneficios de utilizar estos productos vegetales para la combustión de los motores. Brasil es uno, tanto así, que el Gobierno de los Estados Unidos le ha pedido a este país que los asesore para la producción y uso de los biocombustibles, no debe ser para hacer ensayos, ni deben tener dudas de los beneficios de su uso, allá, en los Estados Unidos, no improvisan. Malasia es el mayor productor mundial de aceite de palma y no es propiamente para botarlo al mar; lo utilizan, lo exportan y reciben beneficios de ello.


Lo que hay que hacer es poner a producir todas esas tierras desaprovechadas de los Llanos Orientales para sacar aceite de palma, las zonas calientes para producir caña de azúcar, las montañas y los valles para producir higuerilla, y las tierras calientes y frías para sembrar las plantas que se puedan fermentar y producir alcohol, como el banano, la papa, la yuca, la remolacha, el arroz, la cebada, el maíz y sigan agregando lo que quieran, porque en Colombia se da de todo. Hasta descubridores del agua tibia.

jueves, 8 de octubre de 2009

Falsos negativos

Ignacio del Campo

El Colombiano, Medellín

Octubre 8 de 2009

Me duele mucho lo que pasa en Colombia. Me duele porque en un país donde la violencia política, la guerrilla posteriormente, el narcotráfico y las autodefensas llevan 60 años buscando cómo acabar con la democracia más firme de Latinoamérica y, aunque no han podido, hay gente que se dice patriota pero que con sus actitudes y procederes quieren que estos grupos al margen de la ley lleguen a tomarse el poder.

No se puede entender que mientras las fuerzas del orden (Ejército, Policía, Armada Nacional y Fuerza Aérea) estén dando todo de sí, hasta la vida y su libertad, haya unos colombianos que quieran hacer condenar a estos servidores y salvadores de la patria en beneficio de los narcoterroristas. Eso es exactamente lo que está ocurriendo.


Que se han cometido errores, claro que sí. Somos humanos y cometer errores es de la misma naturaleza del hombre (me sonaría feo decir del hombre y la mujer). Que ha habido excesos, posiblemente sí, pero esos excesos son fáciles de cometer dentro de un estado de tensión en la batalla. Muchas cosas más se podrían decir, o suponer, en las que se ha caído. Otra cosa es ensañarse contra los servidores públicos como está pasando ahora.


Se ven unos fiscales (aquí sí, y unas fiscales) con furia, con rabia, con ira, acusando a coroneles, generales, almirantes y todo aquel que tenga uniforme como si se quisiera atacar a las instituciones y no hacer justicia con quien ha cometido una falta. Se muestran como si se quisiera disminuir el patriotismo, la dedicación, la entereza, la entrega, el sacrificio de nuestros soldados y así, una vez golpeados moralmente, permitir que se fortalezcan estos grupos subversivos.


Falsos testigos merecen todo el crédito, cosa distinta merecen los servidores públicos y sus asesores. Así lo muestra el juicio contra (textualmente se puede interpretar la palabra contra) el Teniente Coronel Plazas Vega. Un oficial que cumplió órdenes superiores, que arriesgó su vida para proteger a las personas y salvar a los magistrados de las manos criminales de quienes ocuparon el Palacio de Justicia. Pero el responsable de los crímenes allí cometidos ahora es el que salvó a la justicia, a los funcionarios y demás trabajadores que lograron salir con vida gracias a la intervención del Ejército colombiano. Lo mismo se puede decir en el caso del Almirante Arango Bacci. Cumplió con todos los procedimientos para localizar una nave con drogas, declaraciones hay de conocedores del tema que afirman haber procedido de acuerdo con los manuales, pero valen más las declaraciones de aquellos a quienes se les ha probado la falsedad en todo lo dicho y hasta en la huella que imprimieron en el documento que ha servido como "prueba reina".


Se trató de minimizar la Operación Jaque porque sería malo, para los fines propuestos, reconocer los méritos de nuestra fuerza pública. Se criticó el operativo que acabó con la vida de Raúl Reyes que tanto daño le hizo a Colombia pero, para esta gente, Colombia ocupa un lugar secundario para los fines que persiguen. Este fin es sencillamente desmoralizar la fuerza pública. La guerrilla está acorralada, la guerrilla no puede tomarse el poder por la fuerza, cosa que está demostrada, pero si se llegaren a debilitar nuestras Fuerzas Armadas, si se desmoralizan, como posiblemente se pueda conseguir con lo que ahora ocurre, esa guerrilla, esos grupos paramilitares, esos narcotraficantes (que todo es lo mismo) se van a fortalecer y conseguir lo que no podrán hacer con las armas. Flaco servicio le están prestando al país con esas actitudes falsas y negativas.