Ricardo Jaramillo G.
El Colombiano, Medellín
Noviembre 15 de 2009
Soy uno de tantos colombianos jóvenes que trabaja y vive del campo, de los colombianos que trabajan con honradez, transparencia, amor y mucho esfuerzo. Vivo orgulloso de ver cómo el Gobierno, en cabeza del Presidente y del Ministro de Agricultura, han dado un giro a la forma de hacer política en el sector agropecuario. También vivo confundido de ver cómo políticos viejos y desgastados tienen tanta influencia y causan tanto daño al desarrollo del país.
Lástima que políticos oportunistas y algunos medios de comunicación en busca de escándalos y noticias impactantes dañan la honra y el trabajo que han hecho personas dedicadas y comprometidas con el país. Lastimosamente ese oportunismo político, en vez de ayudar a desarrollar mejores oportunidades para el sector, lo único que busca es engañar a los colombianos y tergiversar los hechos para obtener beneficio propio.
Da tristeza ver cómo argumentos primarios y publicitarios buscan opacar las obras reales y que tanto beneficio han creado a los colombianos para hacerlas ver como regalos a ricos.
Qué tal si todas las energías y tiempo que le han dedicado a hacer este escándalo lo usan para dar información de las cosas buenas que se han hecho, de ayudar a que personas de escasos recursos encuentren la forma de aplicar a las convocatorias de manera exitosa, de facilitar información de proyectos para que los nuevos empresarios cometan menos errores en sus emprendimientos, de facilitar información de las investigaciones y casos de éxito llevados a cabo con recursos de AIS, esto sí ayudaría.
No quiere decir que no se informe sobre errores e irregularidades, lo que se pide es que se haga de manera objetiva y no con el propósito de hundir iniciativas y de atrancar procesos en donde los más perjudicados serán los productores de menos recursos. No podemos seguir así, el comodismo y nuestro poco compromiso están abriendo paso a los verdaderos corruptos, tomemos partido y no calculemos tanto, el bien es solo uno y no tiene caras.