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miércoles, 24 de marzo de 2010

Los costos de la salud

Hernán González Rodríguez

El Colombiano, Medellín

Marzo 22 de 2010


En alguna publicación reciente afirmé con base en declaraciones a los medios del ex director de Planeación Nacional, señor Juan Carlos Echeverry, que sería necesario elevar próximamente al 50 por ciento de los salarios las contribuciones de la tercera parte de los colombianos que aportan hoy al sistema contributivo de salud para poder subsidiar a los dos tercios restantes.

Algún lector consideró tal porcentaje como demasiado elevado, como exagerado, apreciación que no comparto por las siguientes razones: hoy día, el aporte de un colombiano afiliado al régimen contributivo asciende al 12.5 por ciento de su salario mensual. Como es sabido, una tercera parte de tal aporte lo paga el trabajador y las dos terceras partes su empleador.

En efecto, a la fecha se requiere deducir un 12.5 por ciento de los salarios mensuales para los servicios de salud de uno de cada tres colombianos que figuran en el régimen contributivo de salud.

Para triplicar esto, para poder subsidiar los que faltan, hay que multiplicar por tres el porcentaje aludido, o sea, se requeriría rebajar el 37.5 por ciento los salarios mensuales del tercio de colombianos que aporta hoy, con el fin de subsidiar los servicios de salud de los dos tercios que faltan. Y para rematar la hazaña, todos con los mismos estándares de calidad que establece nuestra politizada Corte Constitucional, para la que es más importante declarar inexequible la emergencia social por no tratarse de un hecho sobreviniente, inesperado, que financiar al país para enmendar algunas de sus absurdas Sentencias.

Si a este porcentaje del 37.5 por ciento les adicionamos las corrupciones del sector, las tutelas injustificadas, para tratamientos estéticos, por ejemplo, y algunas mejoras propuestas para el Plan Obligatorio de Salud -POS- pues no resulta difícil aceptar el 50 por ciento que estima Echeverry.

Lo anterior tiene como fin esbozar la magnitud del problema de la salud generalizada y con estándares elevados. La amarga realidad radica en que nos precipitamos con exceso de buenas intenciones, deficiente administración del sistema y exuberancia tropical, para ofrecer algo que no estábamos en capacidad de financiar sin desquiciar la economía. Parte del endeudamiento en dólares, las monetizaciones y el desempleo que causa la destructora revaluación o apreciación del peso colombiano se origina en el sector de la salud.

Tan grave como lo anterior, considero nuestra institución de la tutela en manos de numerosos jueces ineptos, los cuales, junto con la Corte, han contribuido a prostituir el sector de la salud. Los derechos absolutos no existen. La salud y no pocos otros derechos de los ciudadanos son derechos relativos, que no pasa de ser populismos, cuando no se atan a las realidades económicas.

Recordemos que no vivimos propiamente en la Suiza de las Américas. Estados Unidos, país infinitamente más rico que Colombia, no ha logrado aún legislar para establecer un plan de salud subsidiado para la quinta parte de sus habitantes.

miércoles, 17 de marzo de 2010

El TLC con Panamá

Hernán González Rodríguez

El Espectador, Bogotá

Marzo 17 de 2010

El ministerio de Industria, Comercio y Turismo de Colombia, a cargo del señor Luis Guillermo Plata, informó recientemente sobre la realización de una reunión exploratoria con su homólogo de Panamá con el fin de llegar a firmar próximamente un acuerdo comercial sobre bienes, servicios y compras gubernamentales.

Si mal no recuerdo, el Ministerio aludido se vio forzado hace poco a prohibir el ingreso de mercancías panameñas por todos los puertos y aeropuertos del país y autorizó tan sólo unos pocos sitios para tal fin. Y estableció, además, un sistema de precios indicativos para controlar la espantosa subfacturación con dólares ilícitos y demás fraudes aduaneros. Algunos de los precios que registraban no cubrían ni siquiera el costo de las materias primas.

Si mis informaciones no fallan, Colombia le exporta a Panamá cerca de $300 millones de dólares anuales, al tiempo que no importamos de allí más de $50, a pesar de que las mercancías chinas provenientes de Panamá todavía inundan nuestros "Sanandresitos" por canales de dudosa procedencia y a precios de competencia desleal.

Panamá nos demandó ante la OMC por las medidas aludidas por considerarlas lesivas, en especial, para los comerciantes de Colón. Al respecto ha indicado el ministro Plata, que ya comenzaron ellas a ser levantadas en diciembre pasado, con la reapertura de los puertos para las importaciones primero, y ahora en febrero con el establecimiento de nuevos precios indicativos. De acuerdo con las explicaciones del Mincomercio, los precios que regirán pronto sí serán compatibles con la Organización Mundial del Comercio -OMC.

Quiera el Cielo que este Tratado de Libre Comercio o TLC, que, de acuerdo con el Ministro de Panamá, será evolutivo; es decir, sujeto a ajustes y ampliaciones posteriores, resultado de las evaluaciones mutuas. Esperamos que este TLC evolucione hacia un intercambio provechoso para los dos países.

Considero que el ministro Plata sí se ha desempeñado como ministro de Comercio, a juzgar por su notable interés por los tratados comerciales que ha promovido y firmado. Pero se encuentra él lejos de ser un ministro destacado de Industria, no puedo opinar sobre el Turismo. Esta cartera no ha contado casi nunca con grandes líderes y tampoco ha contado con el apoyo del Gobierno, del Congreso y, menos aún, de las autoridades monetarias.

Porque la producción industrial sigue figurando como la gran olvidada de nuestros gobernantes. Las tasa de cambio colombiana, revaluada o apreciada por sobre las tasas de casi todos los países del orbe, por culpa de las monetizaciones de Ecopetrol, Minhacienda y del narcotráfico, demuestra la indiferencia oficial por uno de los elementos clave para dar empleo por medio de las exportaciones. En Colombia nos preocupamos más por las "aperturas hacia adentro que hacia afuera".

miércoles, 10 de marzo de 2010

¿Por quién votar?

Hernán González Rodríguez

El Espectador, Bogotá

Marzo 10 de 2010

A estas alturas de la vida política de la nación no resulta sencillo decidir por quién o por quiénes votar.

Para hacerlo debemos tener presente que, antes de la llegada al poder de Álvaro Uribe Vélez consideraban los colombianos que el Estado no podía derrotar a la guerrilla. Hoy día se piensa todo lo contrario. Cerca de la mitad de los municipios del país estaban en manos de la guerrilla, sin la presencia de las fuerzas militares, y sus alcaldes ejercían sus mandatos desde las ciudades capitales. Casi nadie se aventuraba a alejarse de los centros urbanos.

Hoy, a pesar de las deficiencias en muchos frentes, el presidente Uribe pasó ya a la Historia como uno de nuestros mejores mandatarios. Infortunadamente, como sucede con casi todos los líderes destacados de la humanidad, una de sus mayores deficiencias radica en no dejar herederos.

En estas circunstancias, y siendo la política el arte de lo posible, considero clave elegir en la consulta conservadora a Andrés Felipe Arias, porque con él y con el señor Juan Manuel Santos, o con quien elija el uribismo, se podría garantizar la continuidad de las ideas del presidente Uribe, por medio de unas mayorías en el Congreso.

Dudo, así mismo, de la eficacia de otros candidatos oportunistas a la Presidencia, así como de los "decididos a ser indecisos". Tanto los liberales uribistas, como las mayorías conservadoras, como los partidarios de Germán Vargas Lleras, en Cambio Radical, deberían apoyar a Arias en la consulta conservadora ahora el 14 de marzo, porque en la alianza de estos grupos estriba, quizá, la única esperanza seria de Colombia.

Buenos candidatos, tanto para la Presidencia como para el Congreso, existen muchos probablemente, pero la gran mayoría son desconocidos. Si a esto le adicionamos todos los enredos absurdos de nuestro sistema electoral, tarjeticas y tarjetones, con voto preferente, con desorientadores números, sin medios de identificación electrónica, porque el Minhacienda no suministró los fondos para ellos, no nos sorprendería una abstención elevada.

Ante esta situación de confusión absoluta, quienes no posean candidatos definidos, no pierdan su voto. Para que exista gobernabilidad en los próximos cuatro años deben unirse los conservadores, los uribistas y, ojalá, los de Cambio Radical. Marquen en el tarjetón para Senado y Cámara, al menos, uno de estos dos logotipos: una letra C o una letra U. Y soliciten el tarjetón de la consulta conservadora para votar por Arias.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Justificación de vaticinios

Hernán González Rodríguez

El Espectador, Bogotá

Marzo 3 de 2010

En días pasados afirmamos en esta columna que el terrorismo de los movimientos radicales del Medio Oriente se atenuará durante la década que estamos iniciando.

Las razones que me conducen a la afirmación anterior son tres: Primera, Irán carece del poderío económico y militar para aspirar a convertirse en líder en la región. Segunda, las amenazas de Irán ya están creando entre sus vecinos una reacción de autodefensa, de equilibro, con alianzas posibles entre Turquía, Egipto, Arabia Saudita e Israel. Y tercera, el régimen actual de los ayatolás de Irán los está aislando del mundo y de la región y cualquier error militar de ellos les podría incitar una respuesta militar insospechada.

Europa ha disfrutado de una relativa estabilidad económica desde 1950, pero los países en la periferia del bloque franco-germano acusan hoy problemas económicos complejos. Se observan éstos, concretamente, en Grecia, España, Portugal e Irlanda. En estos países podrían surgir en la próxima década movimientos nacionalistas en contra de las instituciones de la Unión Europea. Se estima, no obstante, que tal Unión sobrevivirá estas presiones ocasionadas por diferencias culturales y económicas.

Rusia acaba de elevar la edad de jubilación por sobre el promedio de vida de la población para conjugar un cierto envejecimiento de su población con la imposibilidad de financiar 15 años de improductividad de sus pensionados. Los problemas de envejecimiento de Rusia se manifestarán solamente durante los años 20 y no durante la década presente. Tratarán ellos de reunificar, entre tanto, la antigua Unión Soviética para expandir sus mercados. En este proceso se mostrará cada vez más agresiva y anticooperativa con Occidente, con lo cual estimulará el fortalecimiento militar y económico de sus vecinos.

Casi todos los países de Latinoamérica continuarán su desarrollo durante la década que acabamos de iniciar. Se espera un movimiento del péndulo de los gobiernos de la región de la izquierda hacia la derecha. Esto se ha iniciado ya con la elección de Sebastián Piñera a la presidencia en Chile y con la consolidación de unas mayorías parlamentarias contrarias a la arbitraria presidenta Cristina Kirchener. La candidata del partido del señor Lula, la señora Dilma Rousseff, es una activista de izquierda con reducidas posibilidades de éxito.

La cocaína seguirá afectando tanto el orden público como la tasa de cambio y el empleo de Colombia. Una creciente opinión internacional duda de la honestidad y la efectividad del combate de México contra las drogas. Algunos banqueros no descartan que Venezuela y Argentina entren en moratoria de pagos. No se espera que la dictadura de Hugo Chávez avance demasiado en esta década. La revista Newsweek vaticina su caída en 2010.

El modelo económico chino es sostenible mientras Occidente le siga comprando sus productos baratos. Se teme que Europa le recorte a China sus exportaciones en los próximos años, por culpa de la competencia desleal que realizan por intermedio de su sobredevaluado yuan. En China habitan 1.000 millones de personas con ingresos anuales inferiores a 2.000 dólares, de los cuales, 600 millones reciben menos de $1.000 dólares por año y China carece de los recursos para remediar esta pobreza.

martes, 2 de marzo de 2010

Los "pigs" y el euro

Hernán González R.

El Colombiano, Medellín

Marzo 2 de 2010


En la crisis de 2009 fueron los países quienes salvaron a sus empresas. Este año, en la Unión Europea, se ha descubierto recientemente que son algunos países los que demandan ahora salvamento. Entre ellos figuran Portugal, Irlanda, Grecia y España (Spain), por cuyas letras iniciales en inglés los agrupan como los "cerdos". ¿Quién salvará a tales infortunados?

Sucede que estos gobiernos, con Grecia a la cabeza del desgreño administrativo, de los elevados endeudamientos, déficits fiscales y de los populismos, tienen en graves dificultades a los países serios de la Unión. Con sus comportamientos atolondrados no se ajustaron a los estándares de la Unión Europea, UE, de la cual hacen parte.

En la UE se penalizan los déficits fiscales superiores al 3 por ciento del PIB y los endeudamientos superiores al 60 por ciento también de dicho PIB. Pero en 2010 ningún país de la Unión logrará el 3 por ciento aludido y el promedio de endeudamiento figurará en el 88 por ciento. Hasta Alemania, pronta en urgir el cumplimiento de estos acuerdos, se ha negado a cumplirlos en 2009.

Los gobiernos de los países débiles tienden a enfatizar la solidaridad de la UE, en tanto que temen los países fuertes como Alemania y Francia tolerar estos comportamientos fiscales irresponsables, por sus efectos futuros y nefastos sobre el euro. Más grave aún, al escribir estas líneas, ni los griegos, ni los portugueses, como que están muy dispuestos a que sus gobiernos les impongan planes de austeridad.

Pero la realidad parece ser que ya comenzó el salvamento. Porque entiendo que las deudas hipotecarias de España con los bancos alemanes son gigantescas. Cuando yo le debo un millón de pesos a mi banco y no tengo con qué pagarlo, yo tengo un problema. Pero cuando le debo mil millones, mi banco tiene un problema.

Por lo anterior, el salvamento ya se inició de una manera muy sencilla, según artículo del Von Mises Institute. A la fecha ya pueden los bancos europeos comprar bonos griegos en euros y con intereses superiores al 7 por ciento por año y usar luego estos bonos para obtener un préstamo también en euros del Banco Central Europeo, BCE, al módico 1 por ciento, con los bonos griegos como garantía. Gran negocio. Los economistas llaman a este proceso como "externalización de los costos". Es decir, los costos los reparten por tal vía los responsables directos del problema entre todos los países de la eurozona.

Y aquí emerge la gran amenaza sobre el euro, porque como los griegos reciben euros y los monetizan y los bancos también reciben euros de los préstamos del BCE, y los utilizan, con todo lo cual se podría llegar a acrecentar la oferta de euros por culpa de los "pigs". Y el euro se devaluaría o depreciaría y la inflación se atizaría en la eurozona.

Los efectos de lo anterior pueden ser tres: 1. Sí se logran vencer las resistencias políticas para hacer cumplir los pactos de estabilidad y austeridad. 2. Los países fuertes obligan a los débiles a declarar la quiebra y a retirarse de la Unión. 3. Algunos países continuarán elevando sus déficits y tratando de externalizar sus costos, lo cual desataría una hiperinflación y el euro colapsaría.

martes, 23 de febrero de 2010

Predicciones 2010-2020

Hernán González Rodríguez

El Colombiano, Medellín

Febrero 23 de 2010

La década que acaba de concluir se caracterizó por dos grandes tendencias. La primera de éstas se aprecia en la formación de coaliciones entre países pequeños, débiles, para oponerse al poder de Estados Unidos. La segunda es la imposibilidad de lograr que en la economía mundial se integre y se consolide una institución capaz de resolver los conflictos comerciales. Las competencias desleales se intensificarán bajo la sombra falsa de la integración económica.

La idea de este ensayo no estriba en predecir hechos determinados, sino en predecir grandes tendencias. Comencemos, pues, por vaticinar que durante la década que acabamos de iniciar continuarán las dos tendencias esbozadas en el párrafo anterior, con los siguientes comentarios adicionales:

1. Se estima que las guerras con los islamistas extremistas se atenuarán durante los próximos 10 años. 2. China enfrentará problemas similares a los de Japón en la década de los años 90 y su crecimiento explosivo se disminuirá. 3. Rusia, cada vez más agresiva y antioccidental, tendrá que lidiar con sus problemas étnicos y con el resentimiento de sus antiguos satélites de la Unión Soviética. 4. En Latinoamérica florecerán casi todos los países Brasil, Chile, Colombia... y se marchitarán Argentina, Venezuela y sus amigos del Alba. 5. Y Estados Unidos, a pesar de proseguir asediados por las coaliciones aludidas, continuará siendo una gran potencia militar y económica, mas no omnipotente.

La década que se inicia marcará el fin de una explosión demográfica que se observó en la Tierra desde hace 500 años. El crecimiento de la población se nivelará y luego comenzará a declinar y a envejecer. La economía de todos los países del orbe había girado anteriormente en torno a la multiplicación acelerada de su población para suministrarle educación, alimentación, habitación, salud... Países en desarrollo como Turquía, México, China e India presentan un envejecimiento aún más acelerado que Europa. Los efectos de esto suelen separarse en dos categorías: financieras y migratorias.

Financieros. Durante el Siglo XX, cuando la expectativa de vida figuraba en 62 años, se establecieron los 65 años como la edad de retiro, de jubilación. Pero al elevarse la expectativa de vida a los 80 años, se ha comprobado que la financiación de 15 años de vida no productiva desquiciarán las finanzas de casi todas las sociedades.

Inmigración. Numerosos países no tendrán otra opción para suplir la escasez de mano de obra joven que permitir la inmigración. Pero inmigrantes de ciertas religiones orientales no se adaptan a la civilización occidental. Y además, si los países en desarrollo prosperan, no es de esperar que a sus habitantes los atraiga tanto emigrar como en la actualidad.

Estados Unidos, debido a la inmigración previa, a que todavía es un país joven, no experimentará la misma urgencia para abrir sus fronteras que la Unión Europea. Estados Unidos, cuya participación en la economía global asciende al 25% y cuyas fuerzas militares no pueden ser ignoradas, no está dejando pasar desapercibidas estas tendencias y por eso ha comenzado ya a redefinir y reorganizar sus áreas de influencia para neutralizar a los chávez.

martes, 16 de febrero de 2010

Reformas inaplazables

Hernán González Rodríguez

El Colombiano, Medellín

Febrero 16 de 2010

En días pasados, en el programa de Fernando Londoño, La hora de la verdad, entrevistaron a Juan Carlos Echeverry, doctor en economía de la Universidad de Nueva York, profesor de la Universidad de Los Andes y asesor internacional, para consultarlo sobre las reformas a la salud del presidente Uribe. Al respecto afirmó haber liderado él un equipo integrado por dos actuarios, dos expertos en estadísticas y dos economistas para analizar el problema de la cobertura de toda la población colombiana con elevados estándares.

Anticipo su conclusión: “Sería necesario elevar próximamente al 50 por ciento de los salarios las contribuciones de la tercera parte de los colombianos que sí pagan a la fecha, para poder prestar los servicios de salud en las circunstancias actuales”.

Estimo que a estas circunstancias contribuyen las nocivas Sentencias de la Corte Constitucional. Contribuyen la medicina en manos de algunos jueces con sus tutelas absurdas. Los médicos que no ejercen la medicina honestamente, los que recetan drogas costosas a cambio de prebendas de los laboratorios. Ojalá no fuera cierto que algunas EPS fomentan las tutelas con la regla atienda cualquier tutela y cóbrele al Gobierno.

Me atrevo a afirmar que el gobierno del presidente Uribe se precipitó desde el comienzo de su mandato con sus ambiciosos planes de salud y, como era de esperar, los actores citados le convirtieron la salud en una carga explosiva contra las finanzas del país.

En los Estados Unidos, país infinitamente más rico que Colombia, el 85 por ciento de la población cuenta con un seguro pagado por sus empresas, con el cual se consideran satisfechos, según las encuestas. El presidente Obama no ha logrado en un año cobijar el 15 por ciento desprotegido, a pesar de haber contado hasta hace poco con una supermayoría de su partido, el Demócrata, en el Congreso. Ni los mismos demócratas están de acuerdo entre sí.

En Colombia sí se acepta que la gente más pobre tenga acceso a mejores servicios de salud, pero esto no debería lograrse a costa del deterioro de los servicios de quienes sí pagan hoy, ni desquiciando la economía en nombre de ellos.

Otro problema de proporciones monumentales es el de las pensiones de jubilación de los colombianos. Insisto en la apreciación de autorizados analistas de la economía mundial, cuando observan que durante el Siglo XX, cuando la edad promedio de vida de incontables países promediaba los 72 años, se establecieron edades de jubilación de 65 años. Pero hoy, con promedios de vida de 80 años, ningún país puede pretender sostener sus pensionados durante 15 o más años, sin producir nada.

En vista de lo anterior, acaba Rusia de elevar su edad de retiro por sobre el promedio de vida, esto, para evitar que la mitad de la población se le pueda llegar a jubilar. Y porque, además, la población se le ha envejecido y prefieren acudir a los mayores todavía saludables en lugar de abrir sus fronteras a inmigrantes que no se integran con ninguna cultura.

De los 71 billones de pesos, millones de millones, de ingresos corrientes de Colombia en 2010, unos $25 billones se destinarán a la salud y otros $25 se canalizarán a pagar las pensiones de jubilación. El presupuesto total de Colombia para 2010 es de $149 billones.

miércoles, 3 de febrero de 2010

El pragmatismo de Lula

Hernán González Rodríguez

El Espectador, Bogotá

Febrero 3 de 2010

Antes de la Navidad de 2009, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, firmó un decreto para crear una comisión de la verdad para investigar las torturas, los asesinatos y las desapariciones ocurridas durante las dictaduras militares entre 1964 y 1985.

Antes de 24 horas le habían renunciado las cabezas del ejército, la marina, la aviación y el ministro de defensa, Nelson Jobim. De inmediato Lula se retractó y dijo que su gobierno pensaría las cosas de nuevo y todavía las está pensando.

Como se recuerda, durante tales dictaduras militares asesinaron entre 300 y 400 izquierdistas radicales y torturaron a miles de ciudadanos. Pero antes de retornar el poder a los civiles, los generales pasaron una amnistía para perdonar los "crímenes políticos" cometidos tanto por el Gobierno como por los grupos de izquierda. Y los militares sucesores, tan sólo han permitido un control muy limitado de los civiles sobre los asuntos militares.

Miembros prominentes del Partido de los Trabajadores de Lula pertenecieron a los grupos guerrilleros en los años 70, y algunos de ellos fueron encarcelados y torturados. Lidera este grupo un tal Paulo Vannuchi, responsable por los derechos humanos, y quien propuso esta comisión de la verdad. El propio gobierno de Lula había adelantado una campaña para recuperar los archivos militares de la época, los cuales fueron incinerados.

Los militares sostienen que ellos salvaron al Brasil de la amenaza comunista y que aceptarían esta comisión de la verdad si, y sólo si, se investigan a la par los crímenes de militantes de la izquierda, entre los cuales parece figurar Dilma Rousseff, quien es la candidata del partido de Lula para las elecciones de este año, otrora activista de la izquierda. No sobra advertir que las Fuerzas Armadas gozan de gran prestigio en Brasil.

En esa década, los militares salvaron al Brasil de ser una Cuba, con guerrilleros entrenados por Castro. Ellos no se enriquecieron y algunos de sus abusos se sancionaron oportunamente. Se comenta que, gracias a ello, pasaron de ocupar el lugar 49 en el mundo, ordenados por el monto de su PIB, a figurar entre los ocho primeros de hoy.

Admira a tirios y a troyanos el pragmatismo de Lula y del pueblo brasileño. Su gobierno ha sido la gran sorpresa de los últimos tiempos. En lugar de ponerse a remover las brasas, a reescribir historias décadas más tarde, las cuales poco le aportaban al progreso de su país, se dedicó a hacer de Brasil la potencia económica que está llamada ser. Lula no se ha dejado enredar por las retaliaciones de sus seguidores ni por sus envidias y resentimientos.

Las comisiones de la verdad en Argentina tan sólo han servido para polarizar al país, para retrasarlo en su progreso económico, tras nombrar para la presidencia una familia corrupta y arbitraria. Chile ha sido más pragmático aún con la elección de un presidente de centro derecha, Sebastián Piñera. La presidencia de Bachelet fue otro gran acierto.

Concluyen en Brasil que "echarle pimienta a las heridas no ayuda a sanarlas". En Colombia se considera todo lo contrario.

martes, 19 de enero de 2010

Nubes de tormenta

Hernán González Rodríguez

El Colombiano, Medellín

Enero 19 de 2010

De acuerdo con la prensa internacional, Irán posee ya los conocimientos para fabricar armas nucleares y podría construir luego, antes de un año, su propia bomba atómica. Los israelitas consideran que si Irán no buscara realizar sus sueños de borrar del mapa el estado judío, un Irán con bombas atómicas ocasionaría cambios “cataclísmicos” en el Medio Oriente y hasta en Latinoamérica.

Occidente perdería influencia y los grupos radicales de Hizbolá, Hamás, chavistas y Farc se envalentonarían. Arabia Saudita y Egipto seguramente responderían fabricando sus propias armas nucleares.

Si Irán se torna nuclear, “el Medio Oriente se convertiría en un infierno. El 2010 es el año de las decisiones de Israel. Sin embargo, su capacidad para destruir los bastiones nucleares de Irán se pone en duda. Una decisión de tal clase precipitaría una guerra regional o algo todavía peor”, opina la revista The Economist de Londres.

El artículo citado considera que no es viable a la fecha ejecutar de nuevo bombardeos relámpago como en años pasados, para destruir las plantas de enriquecimiento de uranio de Irán con base en minerales venezolanos, porque ellos las han separado, enterrado y distanciado en las montañas.

Un ataque aéreo tan sólo podría retardar el programa de Irán uno o dos años. Una acción más definitiva requeriría necesariamente el envío de tropas a Irán y nadie parece estar pensando en esta opción. Rusia y China eluden participar en cualquier medida preventiva.

Existen grandes dudas acerca del apoyo que Estados Unidos le prestarían hoy a Israel. Al presidente Barack Obama le falta la empatía que demostraban Bill Clinton y George Busch con Israel. Algún ministro judío afirmó recientemente: “Hemos caído, infortunadamente, en manos de esta terrible administración de Estados Unidos”.

Habida cuenta de lo anterior, Israel se encuentra en medio de una situación paradójica: demonizado por sus aliados occidentales y aliado con los regímenes árabes. Sí: los países árabes de la región perciben la amenaza de Irán y sus amigos radicales y por eso están optando por aliarse con Israel.

Obama considera con gran sentido común que los progresos con los palestinos ayudarían a cohesionar la coalición árabe para confrontar a Irán. Ha planteado Obama un estado palestino desmilitarizado. Para ello propone comenzar por suspender durante 10 meses las construcciones judías en las zonas palestinas, propuesta que, al parecer, ya fue aceptada por el primer ministro, Netanyahu.

martes, 29 de diciembre de 2009

El deterioro de la justicia

Hernán González Rodríguez

El Colombiano, Medellín

Diciembre 29 de 2009

Algunos colombianos estiman que el deterioro de la Justicia causa al país, a la fecha, más daños que la propia guerrilla. Cuando se aborda este tema en las reuniones sociales suele comenzarse este juicio observando que se trata de un fenómeno mundial, que en Colombia toma carácter especialmente agudo.

Suele insistirse, con razón, que la familia es la escuela donde se inculcan los principios éticos al niño, o sea, lo correcto o lo incorrecto de la conducta humana a la luz de la razón. La familia nos enseña a comprender y a vivir en el mundo y a responder ante sus conflictos y perplejidades. Por lo que su desquiciamiento, al que no va siendo ajeno nuestro sistema judicial, repercute en éste con grave detrimento de la comunidad. La moral estudia lo mismo pero a la luz de las religiones y del orden social.

Buscando las causas, aparece también el efecto de las llamadas “universidades de garaje” para la formación de abogados. La proliferación de personas que ejercen el Derecho como un oficio productivo económicamente y no como una responsabilidad profesional, algunas veces con marcados sentimientos de inferioridad y resentimientos, no ofrece la mejor materia prima para quienes tiene la sociedad en la aplicación de la justicia.

Este preocupante escenario lo complica luego la Constitución del 91 con la creación de seis grandes centros de poder judicial, en la Corte Constitucional, la Corte Suprema de Justicia con sus ramas penal, civil y laboral, el Consejo de Estado, el Consejo Superior de la Judicatura, la Fiscalía y la Procuraduría. Esos centros, no articulados ni armónicos sino en cruce de autoridades, carecen de sentido y son protagonistas de frecuentes enfrentamientos entre si, mientras, diluyen las responsabilidades, socavan la seguridad jurídica y destruyen la confianza de la sociedad.

Para acabar de complicar las fuentes de divergencia entre estos seis centros de poder, creó la Constitución del 91 las tutelas, las cuales, si hubieran sido bien reglamentadas y limitadas serían un gran avance. Pero no sucedió así y entrañan hoy una insoluble congestión, con sus dilaciones, desorientación y empoderamiento de funcionarios incompetentes y algunas veces corruptos, con graves repercusiones para la Justicia. Ejemplos: Foncolpuertos, Telecom, las tutelas para tratamientos por fuera del POS, los falsos positivos… Es así como en la medida en que creció el aparato judicial en número y costo, ha decrecido la justicia.

Y tantas instituciones carecen de algo fundamental en cualquier democracia: No tienen quién las juzgue y controle. Son poderes sueltos, dados incluso a invadir otras ramas del poder. Y a exigir de todos el respeto que suscitan de suyo los jueces en la sociedad, pero que tantos de sus miembros no saben o no quieren observar. Mencionan algunos la politización de estas instituciones de la Justicia como creciente y deplorable.

¿Qué hacer en estas circunstancias? Pues lo primero que suele hacerse para resolver un problema es querer resolverlo, o sea, tener voluntad política.

Apremia modificar a fondo la Constitución del 91, tarea bien frecuente desde cuando se divulgó la Carta, sobre todo ahora con el tema de la reelección de Uribe. El “uribismo” ha contado con mayorías parlamentarias para aprobar sus iniciativas, ¿por qué no emplearlas para ordenar la Justicia para el Siglo XXI? No creo que exista funcionario del sector judicial que desee legarle este caos a sus hijos. Recordemos lo que advierte la Torá: “¡Ay de la sociedad cuyos jueces merecen ser juzgados!”.

martes, 22 de diciembre de 2009

Emergencia social

Hernán González Rodríguez

El Colombiano, Medellín

Diciembre 22 de 2009

En la Cumbre de Gobernadores en Manizales anunció el presidente Uribe en días pasados la declaratoria de Emergencia Social para salvar el sector de la salud de la crisis financiera en que está sumido por culpa de una desacertada Sentencia, la 760 de 2008, de nuestra Corte Constitucional.

Ordenó esta Sentencia igualdad en los planes de atención de salud para los ciudadanos de los regímenes contributivo y subsidiado para octubre de 2009, así como cobertura universal para 2010. Este plan se denomina POS, o sea, Plan Obligatorio de Salud.

Hasta este punto se habría dado un gran paso con la Sentencia aludida si el alcance del POS se hubiera definido claramente para incorporar poco a poco a más colombianos, para iniciar con unos cuantos servicios básicos y para mejorarlos con el paso del tiempo en forma gradual.

Pero no sucedió así. Unos magistrados ignorantes en el tema, con más corazón que cerebro, decidieron ofrecer una protección social con una cobertura y unos alcances que apenas ahora en países ricos como Estados Unidos están intentando ofrecer. Por tratar de abarcar y anticipar todo anularon los aspectos positivos de su Sentencia. Los costos resultaron ser mayores que los beneficios.

Lo más grave del caos creado por la Corte Constitucional radicó en tolerar la práctica de acudir a las tutelas para exigir tratamientos y drogas experimentales que con frecuencia tan sólo prolongan los sufrimientos. Pusieron el sector de la salud en manos de jueces que dictan tutelas irresponsables, sin conocimientos médicos.

De acuerdo con el ministro de la Protección Social, señor Diego Palacio Mejía, los tratamientos NO POS, los obtenidos por medio de tutelas no siempre justificadas, ascenderán en 2010 en el régimen contributivo a 1,7 billones de pesos y los del subsidiado a $1.3 billones. Unos 3,0 billones en total, los cuales equivalen a una profunda reforma tributaria.

Si no estoy mal informado, por medio de tal declaratoria se incorporaron ya algunos dineros, insuficientes en el corto plazo para el salvamento financiero del sector, con base en impuestos sobre el patrimonio, la cerveza, los licores y el tabaco por unos 1,0 billones para remediar lo que el Fosyga le adeuda a la fecha al sector de la salud.

Solución miope, como de costumbre. Lo que el país requiere se inicia por evitar que la Corte Constitucional legisle, y que, sobre todo, legisle sobre temas que no domina y que al abordarlos puede causarle daños irreparables al país. En Colombia, con un crecimiento elevado de sus ancianos, apremia revisar esta nefasta Sentencia. Algún comentarista afirmaba por ahí que el monto de estas estupideces en la salud puede elevarse hasta los 6 millones de millones en 2010.

martes, 15 de diciembre de 2009

"Vientos de guerra"

Hernán González R.

El Colombiano, Medellín

Diciembre 15 de 2009

Los párrafos a continuación fueron escritos por un gran periodista de La Razón de Madrid, señor Alfonso Ussía.

"Soplan vientos de guerra en Sudamérica", ha dicho Hugo Chávez. Él los está soplando. Su problema es Colombia, la gran nación que resiste y está venciendo al narcoterrorismo de las Farc, el monstruo criminal protegido por Chávez y todos los regímenes tardocomunistas que se han implantado en la zona. Ecuador ofrece cobijo a los terroristas de las Farc, como Venezuela, por donde deambulan no sólo admitidos, sino agasajados.

Colombia ha anunciado la instalación de siete bases norteamericanas en su territorio. Es una decisión legítima y legal. Colombia, que es una nación admirable y plenamente democrática, necesita con urgencia terminar con sus dos grandes tragedias. El narcotráfico y el terrorismo. Y esa ayuda se la pueden proporcionar Estados Unidos. Ellos, la droga y la sangre, son los enemigos de Colombia, no Venezuela. Pero cuando un Estado abraza con amistad la droga y la sangre, todo lo que se mueve en su entorno se interpreta como una amenaza.


Lo que antaño venía de
la URSS y se posaba en La Habana, ahora viene de Venezuela, pero no es lo mismo. Venezuela también se está destruyendo. Su población, la mitad de ella chavista, vive en los umbrales de la miseria. Los dólares se los reparten los dirigentes, como siempre ha sucedido en aquella nación prodigiosa.

Nada ha cambiado en Venezuela, excepto su temor hacia un Estado vecino que nunca ha agredido a nadie. Colombia desea terminar con sus dramas, no extenderlos, ni aumentarlos, ni exportarlos. Y con la ayuda, al fin abierta, de Estados Unidos, a las Farc se le reducen sus pocas esperanzas.

Soplan vientos de guerra en Sudamérica porque Chávez ha puesto en marcha el ventilador y el molinillo. Venezuela tiene un pacto con Rusia y en Colombia se ha respetado. El riesgo de los sistemas tardocomunistas que Chávez ha creado en su entorno con el dinero que niega a los venezolanos es la derrota del terrorismo de las Farc, al que todavía en Europa algunos imbéciles visten con la romántica voz de "guerrilla".

Brasil no parece entrar en los planes de Chávez, y el populismo barato y peronista de los Kirchner argentinos, tampoco. Desde que Cristina Fernández es la presidenta de Argentina, su patrimonio personal se ha incrementado en un 158% pasando de tres millones de euros a ocho millones. Calculo que es más del 158%, pero no soy matemático, y paso. La corrupción es el gran enemigo de Sudamérica, y nunca han soplado vientos de guerra contra el abuso, la avaricia y la inmoralidad de una buena parte de sus dirigentes.

Colombia es una excepción, como lo son Chile, Costa Rica y un Perú que, poco a poco, va reencontrando su camino. Colombia es una nación que ha luchado en soledad contra un terrorismo cruel. Colombia tiene un gran Presidente y un Gobierno decidido. En Colombia el poder está en los votos, no en las oquedades populistas.”

miércoles, 2 de diciembre de 2009

La "responsabilidad indirecta"

Hernán González Rodríguez

El Colombiano, Medellín

Noviembre 30 de 2009

Entiendo que tanto la Corte Suprema de Justicia como algunos jueces, acogieron ya hace algunos días una tesis cuya aplicación no parece ser viable en numerosas circunstancias. De acuerdo con ésta, los jefes de una organización para combatir el terrorismo también pueden ser responsables “indirectos” de los crímenes atroces que cometan sus subordinados, sus miembros rasos.

Como consecuencia de tal tesis, si apareciera un presidente, general, ministro, funcionario público… en la línea de autoridad de una organización cuyos subalternos están involucrados en tales hechos, podrían ellos resultar condenados a más de 40 años de prisión.

Lo más probable parece ser que la Corte les descubra a algunos congresistas que sí recibieron apoyos electorales de grupos de los llamados paramilitares. Pero resulta sumamente improbable que puedan saltar a probar que un congresista integraba la cúpula de un grupo de autodefensas y que sí participó con ellos como autor intelectual de delitos atroces. Con otras autoridades públicas las pruebas parecen ser aún más imposibles.

Demostrar lo anterior entraña un gran desafío para la Corte y un motivo de preocupación para innumerables colombianos que anhelan que sus sentencias judiciales no tarden como sucede en la actualidad más de 10 años, y ahora, con este nuevo embeleco de la Corte, marchamos hacia décadas de injustificada espera.

Pero las medidas de la inefable Corte no se detienen en la tesis aludida. Si mal no alcanzo a comprender, de acuerdo con un artículo de la revista Semana, la Corte le ha exigido a la Fiscalía que no emita sentencias aisladas contra un solo acusado, que elabore juicios colectivos, completos, en bloque. Juicios tales que les permita a los colombianos ver y dimensionar las atrocidades de los grupos armados. Esto podría acarrearle al país más perjuicios que beneficios.

La revista Semana comenta en el artículo aludido que los magistrados de la Corte están actuando con una elevada dosis de idealismo, pues es prácticamente imposible hacer un solo juicio para casos como el del Bloque Norte, en el cual se han documentado 26.000 delitos cometidos en 20 años. Y así por el estilo para los 19 bloques de las autodefensas.

Los señores magistrados consideran que todo lo anterior se justifica por el solo hecho de conocer la verdad en su totalidad y su manera para conocerla es pescar con red y no con anzuelo. Pero el dicho popular nos recuerda que “quien mucho abarca poco aprieta”.

“El giro de esta jurisprudencia, concluye Semana, ha sido leído con suspicacia, especialmente, porque esta tesis no se asumió al comienzo del proceso sino ahora, cuando hay una mayor polarización política”.

Algunos colombianos consideramos más pragmático continuar tan sólo con algunos de los juicios que prometan resultados inmediatos y exigirle a la Corte que se dedique más a liderar una reforma a la Justicia, para que funcione en beneficio de todos. Porque las injusticias de nuestra Justicia, la llamada dictadura de los jueces, deterioran día tras día la imagen de nuestro sector judicial.

martes, 1 de diciembre de 2009

Fertilidad y estándar de vida

Hernán González Rodríguez

La Republica, Bogota

Noviembre 30 de 2009

La influyente publicación inglesa The Economist acaba de publicar un gran editorial en el cual sostiene que la tasa de fertilidad de la mitad de la población mundial se encuentra ya o se aproxima al número mágico del 2,1 o inferior.


Esta tasa de fertilidad, cifra bien diferente de la tasa de natalidad, que es el número de niños nacidos en un año con relación a la población total, mide el número de niños que una mujer puede tener entre los 15 y los 49 años. Si no hubiera mortalidad infantil, la tasa de fertilidad requerida para que dos padres sean reemplazados por dos hijos sería de 2,0. En los países pobres puede dicha tasa elevarse a 3,0 por culpa de tal mortalidad. El promedio mundial de ésta aparece hoy en 2,3.


La revista aludida considera que el descenso de la tasa de fertilidad en países como Rusia, China, India, Brasil, Indonesia figura como uno de los cambios sociales recientes y más dramáticos en la historia de la humanidad, porque permiten esperar una reducción de las tendencias mundiales del crecimiento de la población.

Tomás Malthus afirmó en su "Ensayo sobre los principios de la población" que el crecimiento de ésta sobrepasaría la oferta de alimentos en 1798. Malthus no acertó porque la industrialización elevó la producción de alimentos en los países ricos y, de paso, redujo en ellos la tasa de fertilidad. Cuando la población se enriquece, las familias se reducen y cuando las familias se reducen la población se enriquece. La educación de las madres ayuda a explicar esta tendencia.


La transición de cinco hijos a dos tardó 130 años en Gran Bretaña, desde 1800 hasta 1930. Pero en Corea del Sur se ha tomado 20 años, entre 1965 y 1985. En unos 70 países en desarrollo, durante los mismos 20 años han pasado las madres de tener seis hijos a tan sólo tres. Curiosamente, los países en desarrollo todavía con elevadas tasas de natalidad, tales como Congo, Liberia y Sierra Leona, padecen hoy cruentas guerras internas.


La tasa de fertilidad promedia de Colombia es hoy de 2,5, en el 2030 llegaremos al 2,1. Europa figura en 1,40. Estados Unidos 2,11. Gran Bretaña 1,6. Francia 1,8. Alemania 1,3. Italia 1,2. España 1,1. Con menos de 1,9 hijos ya no reversa la declinación de la población y con menos de 1,3 resulta imposible recuperar la población en menos de 80 a 100 años. En Europa ya se fueron al otro extremo.


Los malthusianos modernos tienden a desconocer el significado del descenso de las tasas de fertilidad. Para ellos lo que cuenta son las cifras absolutas, los números totales. Para ellos la población seguirá creciendo aun cuando declinen las tasas de fertilidad, porque la inercia incide muchísimo en la explosión demográfica.


Sostienen éstos que la población mundial, estimada en la actualidad en 6.800 millones de personas, crecerá hasta llegar a los 9.200 millones en el 2050 y que a partir de tal año sí comenzará a estabilizarse la población.


En el artículo citado menciona algo que comparte quien escribe. En un estudio realizado en 2002 se estimó que la cuarta parte de los embarazos en los países en desarrollo, durante la década de los 90, no fueron deseados. Colombia, aún hoy día, participa de esta espantosa estadística en forma no deseada.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Contra el dólar barato

Hernán González Rodríguez

El Colombiano, Medellín

Noviembre 24 de 2009

El ex ministro de Hacienda, señor Rodrigo Botero, el padre de los “Chicago Boys” en Colombia, se ha apresurado a censurar toda propuesta para tratar de aliviar en algo el dólar barato o depreciado, el mismo que está poniendo en jaque a todas las economías del mundo.

Considera Botero que “El manejo macroeconómico colombiano incluye tres elementos centrales: una política monetaria de inflación objetivo a cargo de un banco central independiente; una tasa de cambio fluctuante y libertad para el ingreso y la salida de capitales… Los inversionistas internacionales valoran su funcionamiento por su semejanza con el de las naciones desarrolladas, por ser predecible y por ser compatible con la inserción del país en la economía internacional”.

¿Cuál predecible? Nada más impredecible y caprichoso que la volatilidad de nuestra tasa de cambio, la cual les imposibilita a los empresarios colombianos conservar, desarrollar y fundar nuevas empresas. Quienes hace años no viven por acá, parecen ignorar que en los caprichos inexplicables de nuestra tasa de cambio inciden los especuladores, los chávez, los correas, los dólares que se importan en contenedores, el contrabando y las sobre y subfacturaciones.

Un dólar por debajo de los $2.200 implica recibir tan pocos pesos colombianos por cada dólar exportado que casi nadie exportará. Un dólar exageradamente barato sirve para importar y vender productos extranjeros a precios inferiores a los nacionales. La consecuencia de ambos efectos es el desempleo, el cual podría abrirle las puertas a un gobierno de izquierda radical en Colombia en aras de ciertos fundamentalismos económicos.

El autor de esta nota considera que, por lo general, las medidas de las autoridades monetarias colombianas son tímidas y tardías. Pero en las circunstancias actuales, debemos aplaudirles que traten de suspender sus endeudamientos en dólares, que suspendan temporalmente los aranceles sobre bienes que no se producen en el país y que ojalá ensayen pronto comprar dólares baratos en el mercado, conservando la tasa de cambio fluctuante. La inflación no es amenaza hoy y el fin de año requiere liquidez.

No acepto el argumento de que los gobiernos de los países ricos no intervienen sus economías en forma afrentosa para los países pobres. Las reducciones de sus tasas de interés a niveles cercanos al cero por ciento en los Estados Unidos, Europa, Japón… y sus cuantiosas inyecciones o emisiones de dinero para evitar una recesión en sus economías distorsionan las economías de los pobres, al tiempo que incrementan las exportaciones de algunos de ellos. Las devaluaciones cercanas al 50 por ciento, tanto del yuan chino como del dólar estadounidense, respecto de casi todas las monedas del mundo entrañan una negación absoluta de las competencias leales.

En economía no existen medidas perfectas. Toda medida conlleva efectos positivos y negativos. Así como en las medicinas no las hay sin contraindicaciones, su clave estriba en recetar aquellas con la mayor relación entre beneficios y costos. Pero algunos economistas se especializan en invocar tan solo las contraindicaciones contra todo lo que podría aliviar los males. Los colombianos y sus autoridades monetarias tienen derecho a probar soluciones sin necesidad de abdicar a ciertos principios básicos de la economía.