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viernes, 12 de marzo de 2010

Angelino ¿Vicenlino?

Mario Fernando Prado

El Espectador, Bogotá

Marzo 12 de 2010

Sorpresa, para decir lo menos, ha causado el cabezazo de la fórmula vicepresidencial de Juan Manuel Santos. ¿Un sindicalista? ¿Un hombre de izquierda? ¿Un representante del proletariado al lado de un oligarca y burgués? ¡Vivir para ver!

Lo cierto es que Santos se la jugó, y de qué manera, con Angelino Garzón en una partida que, más que de póquer, es de ajedrez. Por una parte les tapó la boca a quienes consideran elitista su campaña. Por otra, atraerá a muchos de la oposición y por otra dividirá al Polo, así Garzón niegue su militancia en tal partido.

Esta insólita e inteligente actitud de Santos es para que sepamos con quién se están enfrentando sus contrincantes. Semejante bofetada (?) al establecimiento podrá alejarle a encumbrados electores pero indudablemente lo acercará al mal llamado pueblo.

A su vez Angelino, con su pinta de bonachón, bugueño en ejercicio, es un ser bien particular. Cuando no era más que un dirigente sindical llegó al Ministerio de Trabajo. Fue Ministro estrella de Pastrana. Luego ganó sobradamente la Gobernación del Valle en donde hizo una gestión popularmente aplaudida. De allí pasó a las mieles de la diplomacia y estaba en Ginebra —Suiza, no Valle— llevando una vida relajada mas no exenta de un trabajo serio y ponderado. ¿Preparándose acaso para lo que se le venía gracias al nombramiento de su amigo Álvaro Uribe?

Y cuando todos creían que iba para al Alcaldía de Cali —la cual iba a ganar sobradamente— se la apareció la virgen de la Vicepresidencia. Y si no llega, ahí estará la susodicha Alcaldía esperándole.

El Valle del Cauca, huérfano de poder y de representantes en el Ejecutivo, tiene ahora paradójicamente dos candidatos a la vice : el mentado Angelino Garzón y la desconocida por muchos Ana María Cabal Molina, ambos bugueños. El uno, clase media —obrera para más señas— de un novamás de la sociedad y la otra —clase alta y dediparada— del candidato de las negritudes.

Lo cierto es que Santos con la fórmula de Angelino Garzón le ha sacado ventaja a sus contendores cuyos vices no jugarán un papel tan importante como este fiel devoto del Milagroso de Buga, amigo de los Derechos Humanos y ahora muy aconductado seguidor de la seguridad democrática.

viernes, 5 de marzo de 2010

Del Valle agradecido

Mario Fernando Prado

El espectador, Bogotá

Marzo 5 de 2010

Oportuno, veraz y necesario el comunicado que Fenalco Valle y la Cámara de Comercio de Cali divulgaron en día pasado y en el que dan las gracias al presidente Uribe por todas sus acciones a favor de este departamento.

Así como dicen que la gratitud es la memoria del corazón, así también es provechoso que los vallecaucanos y Colombia entera sepan, recuerden y no olviden que esta región ha tenido, como nunca antes, un Presidente solidario, efectivo y eficiente con las distintas urgencias y necesidades del primer departamento del país.

Estas dos agremiaciones de incuestionable liderazgo reconocen que la gestión de Uribe propició la disminución de homicidios, secuestros, masacres y asaltos a poblaciones y se consiguió el mayor número de desmovilizaciones de grupos ilegales.

Para quienes no lo saben o lo olvidaron, el Valle del Cauca vivía azotado y agobiado por la violencia, al punto que se llegó a decir que estábamos secuestrados en nuestras propias casas y que el campo era territorio de la guerrilla y los ‘paras’. Siete y medio años después, ahí están los positivos resultados.

Por otra parte, Uribe impulsó con entusiasmo y la camiseta puesta el plan de inversión para Buenaventura, la construcción y puesta en marcha del sistema integrado de transporte masivo MIO para Cali, el mejoramiento de la malla vial del Departamento, la construcción de la doble calzada Buga-Loboguerrero-Buenaventura, las alianzas con el Sena y el Icetex para la capacitación regional, el Batallón de Alta Montaña en Los Farallones, la intervención de las empresas públicas municipales y de aseo de Cali y un sinnúmero de gestiones que le han dado a los vallecaucanos un nuevo y mejor ritmo a su calidad de vida.

Podría resultar anticipada esta manifestación que recoge el sentir del departamento —aún faltan unos meses para su retiro— pero nunca inoportuna. Con tanto garrote que está recibiendo Uribe, bueno es el contra fómeque para compensar la balanza.

Y ojalá que este tipo de comunicados también los hicieran las otras regiones y ciudades del país para ponderar y subrayar la clase de presidente que hemos tenido y que pudimos seguir teniendo.

viernes, 26 de febrero de 2010

Las Farcotiradoras

Mario Fernando Prado

El Espectador, Bogotá

Febrero 26 de 2010

Lo que nos faltaba: Mientras que andamos pensando en referéndums, reformas a la salud y elecciones, el enemigo –que no duerme- está aprovechando cualquier bajada de guardia para quemar sus ojalá últimos cartuchos.

Y por eso no nos hemos dado cuenta de sus más recientes estrategias, producto del desespero y el no saber qué más hacer. Una de ellas es dispararle indiscriminadamente a los vehículos que van por las carreteras. Ya lo hicieron en la vía Panamericana, trayecto Cali-Popayán. Allí se estrenaron y mataron varios conductores y pasajeros de automotores que iban y venían por este importante trayecto.

Apostados en la montaña y con armas de largo alcance perpetraron estos crímenes tan difíciles de prevenir y casi imposibles de controlar. El Ejército no da abasto y he ahí un nuevo desafío a nuestras Fuerzas Militares.

La otra estrategia –en ciernes, menos mal, pero peor de macabra y más asesina aún- es la de los “Farcmikases”, guerrilleros suicidas que no demoran en debutar en nuestras ciudades produciendo con ello un caos total.

Ni para qué imaginar lo que pueden llegar a hacer estos dementes en lugares públicos y centros comerciales, poniendo como carne de cañón a unos infelices adoctrinados escogidos al azar o chantajeados con los métodos más ultrajantes en los que los cabecillas guerrilleros son verdaderos expertos.

Menos mal que esta actividad aún no la han iniciado pero hay informes de inteligencia que aseguran que se está implementando como mecanismo desestabilizador y como un último recurso para decir que el moribundo aún está vivo.

Ante tales circunstancias Colombia sabrá qué hacer: Si darle más largas a las Farc y el Eln –ahora al parecer amacizados- y ofrecer manos tendidas, amnistías, treguas y hasta despejes (no olvidar que en elecciones hay promesas con tal de obtener votos) o cerrar filas y rodear a los organismos de seguridad alentándolos para que prosigan en su labor y no amedrentándolos y aventándoles las asustadurías para maniatarlos e inmovilizarlos.

viernes, 19 de febrero de 2010

Poconva

Mario Fernando Prado

El Espectador, Bogotá

Febrero 19 de 2010

En las últimas semanas, algunos medios de comunicación e incluso “calumnistas” —de esos de rabo de paja— la han arremetido contra el Valle del Cauca.

Los menos tienen razones que es preciso respetar primero y discutir después. Empero, la gran mayoría de estas minorías padecen de un ensañamiento contra el departamento y más concretamente contra nuestras empresas bandera.

Sí, me refiero a la tantas veces calumniada y vapuleada industria azucarera. Dulce para cuando se trata de mostrar desarrollo, crecimiento y responsabilidad social y amarga cuando se le inventan lunares o se cohonesta con sus enemigos que saben más de mamertismo que de economía.

Ayer fueron los corteros y su paro, que se subsanó cuando quedaron desenmascarados sus autores intelectuales y los trabajadores entendieron que les habían tendido una trampa.

Hoy, la vallenofobia es por cuenta del Agro Ingreso Seguro. Con publicaciones y declaraciones se sacan a relucir los créditos otorgados para algunos ingenios como si hubiesen cometido delitos de lesa humanidad. Y se coloca en la picota pública de la desinformación a empresas centenarias que han honrado su palabra, han generado empleo y han contribuido con su región como algunas veces ni el Estado ha sido capaz de hacerlo.

Estas encochinadas en nada han motivado a quienes deberían sacar la cara por la región. Es inaudito que semejante baldado de agua fría no haya provocado un plebiscito de solidaridad alrededor de la gran industria regional que pareciera ubicada en un departamento autista.

Mientras mentiras totales y/o verdades a medias entretejen una maraña que, de no explicarse bien, generan la duda y hacen que la tergiversación cobre sus dividendos en manos de la calumnia falaz y atrevida.

¿Cuál fue el pecado de haber aplicado a una opción crediticia para mejorar la productividad? ¿Acaso no se cumplió con todos los requisitos tendientes a obtener un crédito que de ser bien manejado y demostrar resultados podría no ser reembolsado?

¿Así no ocurre en otros países en que el fomento para el campo es un subsidio sin el cual no sería posible explotar la tierra?

Como siempre, el Valle con la peor parte. Nos dan garrote y nos insultan y no pasa nada. En cambio vaya métanse con Antioquia. Ahí sí se unen los paisas y no permiten que los manoseen.

Pocos contra el Valle —Poconva— la nueva ensaña para desprestigiar una región que le ha dado ejemplo a Colombia.

viernes, 12 de febrero de 2010

¿Por qué mujer no vota mujer?

Mario Fernando Prado

El Espectador, Bogotá

Febrero 12 de 2010

Todo lo que hablan y parlanchean, lo que proclaman y exigen, lo que defienden y luchan y, a la hora de votar, qué poco solidarias que son entre sí.

Feministas para pensar, pero machistas para elegir es lo que podría concluirse de la Encuesta Nacional de Mujeres divulgada el martes por El Espectador y realizada por el Centro Nacional de Consultoría tanto en el área urbana como en el área rural de nuestro país.

Resulta curioso por decir lo menos que las mujeres colombianas manifiesten que su intención de voto —si Uribe puede trirrepetir— es del 60% por él, a quien muchas tildan en foros y simposios de machista, y tan sólo de un 7% por Noemí que encarna, junto con Marta Lucía Ramírez, la posibilidad de que una mujer nos gobierne.

Y hay más: en el caso de no ser Uribe tricandidato, se van más por Juan Manuel Santos —el 19%— que por su congénere Noemí —con el 13%— dejando a Marta Lucía como colera con un pingüe 2%.

¿Dónde queda, quiero insistir, la solidaridad de género y demás blablabla pregonado cantaléticamente? ¿O será acaso que Noemí y Marta Lucía no representan con lujo de competencia a la mujer colombiana?

A mí sí me habían dicho que las mujeres son malas amigas entre sí, pero muy buenas amigas de los varones (y de los gay) y como que va siendo cierta esta afirmación.

Ah, y uno que creía que Fajardo —llamado también el candidato papito— les quitaba la respiración a las citadas féminas, ¡y tampoco! Sólo un 4% —si va Uribe— y un 6% —si no va— expresaron su intención de voto por el más churro de los candidatos a decir de las revistas light, muy por debajo de Pardo, Petro y Vargas Lleras.

Me dirán que lo que sucede es que las mujeres colombianas son conservadoras y tampoco: según la encuesta, el partido político con el que más se identifican es el Liberal —un 24%—, la U —con el 21%— y el Conservador —un 17%—.

Definitivamente sigo sin entender al mal llamado sexo débil, a quien lo mejor es amarlo, tal como lo recomendaba alguien con poca autoridad en la materia: Oscar Wilde.

viernes, 29 de enero de 2010

El fenómeno Bayly

Mario Fernando Prado

El Espectador, Bogotá

Enero 29 de 2010

A un buen sector de los comunicadores colombianos no les ha caído en gracia la presencia en nuestra tele del iconoclasta, mordaz y mendaz periodista peruano Jaime Bayly.

Acusado de loquito, vendido, autoproclamado bisexual, posudo, cínico, con una buena dosis de humor negro, monotemático y repetitivo, es sin embargo un refresco televisivo en materia de opinión.

Pocos como este provocador han logrado en tan poco tiempo convertirse en una opción entre informativa y entretenida para los televidentes nacionales e incluso de otros países, habida cuenta la cobertura del canal en el que, de lunes a viernes y de 10 a 11 de la noche se despacha con sus monólogos interminables y a ratos hasta mamones.

No es fácil sentarse noche tras noche frente a una cámara a decir lo se le viene en gana, ayudado por algunas imágenes que comenta con sarcasmo e ironía y mucho menos tener tema para —casi sin comerciales— enfrentarse jocoso, picante, bellaco o seriamente con quienes son el blanco de sus diatribas.

Bayly poco se ocupa de las minucias y la política parroquiales. Sus ofídicos comentarios van casi siempre contra Chávez, Evo, Zelaya y el socialismo en general, defendiendo posturas derechistas y atacando el mamertismo comuñanga.

Seguramente por esto último, los de siempre lo tienen en la mira, banalizándolo y colocándole la chapa de light para restarle importancia a sus opiniones.

Sin embargo, la audiencia calificada —que no la montonera— dice otra cosa. Bayly es más visitado que lo que puede gustar y quienes practican el zapping suelen anclarse a ver y oír lo que desfachatadamente comenta con esa vocecita inocentona y esa imagen de niño terrible que desea conservar como herencia de sus inicios periodísticos.

Y ahí no para Bayly: ahora que manifiesta ser candidato a la Presidencia de su país se viene con propuestas “lugar común” como legalice de las drogas, sí al matrimonio gay y eliminación de las Fuerzas Armadas.

Siendo la política el arte de lo posible, no se sabe adónde podrá llegar este fenómeno de audiencia y recordación que le está dando sopa y seco al notablato editorial colombiano.

viernes, 22 de enero de 2010

Complot contra Naranjo

Mario Fernando Prado

El espectador, Bogotá

Enero 22 de 2010

Los de siempre están tratando de montar un peliculón contra el director general de la Policía, general Óscar Naranjo.

Pocos servidores públicos como él han sido tan auscultados. Lupa en mano, los de siempre han indagado milimétricamente todas sus actuaciones en busca de la zancadilla trapera para hacerlo tumbar o para tumbarlo.

Sin embargo, nada han encontrado y nada encontrarán. Contados policías como Naranjo han alcanzado tanto reconocimiento y han conseguido tantos resultados en una tarea sin cuartel en la que no ha dado brazo a torcer. Es Naranjo sin duda uno de los de mostrar en la última década.

Los de siempre pretendieron tener un as bajo la manga con lo de su hermano: pidieron su cabeza y no lo lograron y menos pudieron hacerlo perder credibilidad. Por el contrario ese asunto familiar —del cual nadie está libre— sirvió para que los colombianos lo respetaran y admiraran más.

Pero como la perversidad no descansa, le han sacado ahora otra infamia: que él era el jefe de seguridad del Palacio de Justicia cuando se produjo la inmolación de hace 20 años y que tiene que responder por lo que allí sucedió. Los de siempre, como siempre mal dateados, volvieron a tacar burro pues la posición que le endilgan no es cierta y como tal no hay motivos para investigarlo, crucificarlo y obtener que le den la baja.

No obstante, de la mentira algo queda y no demoran las oenegés de siempre y los corresponsales internacionales también de siempre en darle crédito a esta falacia y, así rectifiquen después, queda el tufillo malsano que buscan y persiguen y que no descansan en su consigna de desprestigiar los íconos de la legitimidad.

Ojalá hubiese en Colombia más generales como Óscar Naranjo y como toda esa pléyade de militares que defienden la patria aun en contra de todo lo que de manera sistemática les arman los de siempre. Aquellos que ya va siendo preciso y oportuno que los desenmascaren para que muestren cuáles son sus verdaderas intenciones. Cero y van varias intenciones de complot contra Naranjo. ¿Qué le sacarán dentro de poco?

martes, 29 de diciembre de 2009

El aguinaldo de las Farc

Mario Fernando Prado

El País, Cali

Diciembre 29 de 2009

Bien equivocados e ilusionados que andábamos los colombianos con las Farc, creyendo que con la asunción de ‘Alfonso Cano’, el grupo terrorista narcoguerrillero iba a morigerar su beligerancia y miren lo que pasó.

El secuestro e inmediato ajusticiamiento del Gobernador del Caquetá deja al descubierto que a la guerrilla el único ánimo que le asiste es el del engaño: por un lado dice estar dispuesta a la entrega de unos pocos secuestrados y por el otro pretende aumentar el número de plagiados.

Que haya en la cúpula de ese movimiento asesino profundas divisiones entre los ‘Jojoistas’ y los ‘Canistas’ es otro cantar. Pero lo cierto es que a esos criminales no hay que creerles: la línea criminal y bandolera de ‘Marulanda’ persiste y allí no hay ánimo conciliatorio alguno. Secuestrar, matar, violar y, claro, traficar como producto de la siembra, cosecha y procesamiento de la coca y la amapola es su indeclinable objetivo.

Nuestra ingenuidad es directamente proporcional al deseo de que por fin hayan banderas blancas que se enarbolen en señal de paz. ¡Frustrada ilusión! La guerrilla no cede un milímetro en su demencial carrera por tomarse el poder y hacer la revolución, discurso desueto al que sólo le copian los mamertos parapetados en las Ong y en las ubres de un estado cuasi permisivo y/o permanentemente engañado.

Y ahora sucede que el quinto secuestro del Gobernador inmolado fue por culpa de la Seguridad Democrática y que, por tanto, ésta ha fracasado. Los pájaros tirándoles a las escopetas. Y no sobran quienes dicen que, frente a este acto de barbarie, lo mejor es ensayar otro sistema de gobierno, como si la única alternativa posible no siguiera siendo la ‘chumbimba ventiada’.

Aquí no hay que dar treguas ni menos buscar el ahogado río arriba. Si bien el esquema de seguridad del gobernador Cuéllar tuvo descuidos imperdonables, ello no significa que la Política de Seguridad Democrática no haya servido ni menos que se haga urgente una revisión del manejo del conflicto.

Al contrario, hay que arreciar con prisa y sin pausa la persecución, debilitamiento, derrota y capitulación de quienes por más de 50 años han puesto en jaque al Estado y a la institucionalidad que nos rigen.

No creamos más en las engañosas artimañas de acuerdos humanitarios cuyas discusiones tan sólo sirven para que se compre tiempo, en lo que son expertos las Farc y el ELN, compra de tiempo, que no es otra cosa que esperar qué sucede con los próximos comicios electorales.

La guerrilla sabe que está perdida con un Uribe reelegido e incluso con alguien que prosiga su línea dura. Su esperanza entonces radica en cualquiera de los otros candidatos o ‘candidotes’, si es que cometen la estupidez de tenderles la mano para que les cojan el codo y aquellos apéndices que sabemos.

Bueno sería entonces que los aspirantes presidenciales, sin tantos rodeos, se manifestaran sobre el particular y así sus electores supieran de antemano a qué palo se van a trepar, porque las encuestas han sido contundentes: las Farc -dicen los colombianos- son mentirosas y lo único que quieren es despistar para recuperarse y los tiempos de los idiotas útiles ya pasaron.

Faltan escasos tres días para que se termine este año y ojalá que el aguinaldo de la guerrilla no nos traiga otras sorpresas cargadas de balas y de bombas. Pidámosle a Dios que así no sea.

viernes, 11 de diciembre de 2009

El discurso de "Cano"

Mario Fernando Prado

El Espectador, Bogotá

Diciembre 11 de 2009

Para quienes aún tienen dudas acerca de la estrecha relación ideológica que existe entre el dictador Hugo Chávez y el guerrillero Alfonso Cano, máximo dirigente del grupo narcoterrorista criminal Farc, es bueno que conozcan su discurso durante la instalación del Movimiento Continental Bolivariano celebrado —cómo no— en Caracas y en el cual se le nombró —a Cano— presidente honorario.

El mismo idioma, las mismas aseveraciones, las mismas propuestas. Parece que el uno calcara al otro y viceversa. ¿Simples coincidencias en la terminología? Imposible. Si uno analiza los lenguajes de estos dos socios, cuando no aliados, se percata de la sintonía en que permanentemente están, habida cuenta repito el alto nivel de mutua identificación que los une y que los mueve de manera por demás entrañable.

La chavización de las Farc —que no la farquización del chavismo— se hace cada vez más evidente y peligrosa. Lo de los gringos en las bases, que es distinto a que se monten unas bases porque éstas ya están hechas incluso con yankees desde hace tiempo, es una excusa más para condenar a Colombia por no ser aliado de la causa socialista que impulsa y quiere imponer Chávez en toda Latinoamérica.

Por ello, quien no coincida con sus ideales es espúreo, traidor y de ahí para adelante todos los epítetos envenenados de este paranoico monstruo que se cree la reencarnación de Bolívar.

Bien hicieron el vice Santos y el Comandante de las Fuerzas Armadas en salirle al paso a la alocución del guerrillero para advertir que no se le coma cuento y que se analice la situación de este país que, como ningún otro, padece los rigores de una narcoviolencia que no respeta derechos humanos, niños y población civil, entre otras muchas cosas.

Las Farc, como ya sienten que internamente están perdiendo la guerra, pretenden ahora latinoamericanizarla para sumar a su causa a Ecuador, Bolivia, Nicaragua, Uruguay y de golpe Argentina, porque la Venezuela de Chávez está metida hasta los tuétanos.

Puede ser que la sindéresis de este gobierno no caiga en la trampa que han urdido el binomio fatal Chávez-Cano y que a tiempo se pueda desenmascarar a quienes desean internacionalizar un conflicto para darle con ello un nuevo aire y así no se les muera por inanición.

viernes, 27 de noviembre de 2009

Sí a la coalición uribista

Mario Fernando Prado

El Espectador, Bogotá

Noviembre 27 de 2009

De no poder, o no querer, ser candidato nuestro ojalá tri presidente Álvaro Uribe —en cuyo caso arrasaría implacable e impecablemente— estoy de acuerdo con que es preciso unificar el uribismo en torno a un candidato único que prosiga las acertadas políticas del actual Gobierno.

Falta todavía mucho por hacer, ha dicho el Presidente, y no podemos perder el impulso que, para bien de la patria, ha abanderado la Seguridad Democrática.

El Partido Conservador, la U e incluso los uribistas no reeleccionistas y hasta el mismo Cambio Radical conforman una mayoría aplastante que saldría airosa en una primera vuelta. Lo importante es comenzar a barajar nombres y planear la realización de una consulta interna para coincidir en unos proyectos y planes de gobierno y en un candidato que estaría elegido desde antes de los comicios del año entrante.

Coincido en que en el hipotético caso de que se enrede la reelección, hay que prever desde ahora un plan B y evitar que nos tomen por sorpresa las decisiones de las Cortes, con quienes no se sabe qué va a suceder.

La oposición —léase el Polo, una parte del Partido Liberal (no todo) y los candidatos independientes— están apostándole a que se hunda la reelección, lo cual no significa que con ello se le gane al uribismo: por el contrario, podría haber hasta más holgura en la victoria con un candidato de consenso bendecido de antemano por Uribe Vélez.

Hasta el momento ningún precandidato o aspirante tiene la más remota posibilidad de hacerle cosquillas a una reelección presidencial. Por tanto, de no ser posible esta última, hay que ir construyendo desde ya una candidatura si se quiere paralela y así evitar que nos cojan con los calzones abajo.

Se vislumbra un buen ambiente sobre el particular y si —repito— los antiuribistas piensan que sin la posibilidad de Uribe III van a ganar los próximos comicios, bien equivocados que están: para decirlo de una vez, con sello ganamos los unos y con cara pierden los otros.

viernes, 20 de noviembre de 2009

Ojo al Cauca

Mario Fernando Prado

El Espectador, Bogotá

Noviembre 20 de 2009

Vuelve y juega este pobre departamento, olvidado, calumniado, pobre y jodido.

De ser lo que fue (remember el Cauca Grande) pasó a convertirse en un estorbo para el alto Gobierno, un hermano pobre para la economía, una piedra en el zapato para el Ejército, y por ello mismo una gran oportunidad para la guerrilla.

Su anterior gobernador por pantalonudo y frentero terminó calumniado y por poco muerto y sepultado. Y el actual se debate entre dos fuegos: los indígenas, quienes dicen estar amenazados y exigen respeto y protección, y la guerrilla —o los milicianos—, que por estar infiltrados en la población civil —y la indígena también— tienen un fuero especial de la mano de los derechos humanos, manejados en su mayoría por simpatizantes de los grupos insurgentes al margen de la ley.

Lo de Toribío es sólo la punta del iceberg: por allí se maneja el negocio de la coca y de las armas, y es la parte angosta del embudo que tiene en esa cordillera más de 5.500 guerrillos, amén de los santuarios de la burocracia guerrillera.

La gran ofensiva del Ejército Nacional, destacando 2.500 soldados de la patria más helicópteros, aviones, tecnología e inteligencia, tiene una difícil misión: ganar o ganar, y desde que la Fuerza Pública entró a la región con todos esos juguetes es porque va a dar una dolorosa, sangrienta y larga pelea en la que —desafortunadamente— podrían pagar hasta justos por pecadores.

Empero, era inaplazable esta decisión que involucrará —repito— a los indígenas en una trampa perversamente tendida por las Farc y el Eln que los convertían en carne de cañón. Así las cosas, lo que se viene es de extrema gravedad para el orden público y para una región deprimida y olvidada que se merecería mejor suerte.

Alguien afirmó que en el Cauca empezó la guerra y allí va a terminar. Menos mal que este departamento no es limítrofe con Venezuela, pero sí vecino al Valle y a Cali, en donde muchos no se dan por enterados de que cuando llueve en la cordillera, se inunda la planicie.

martes, 10 de noviembre de 2009

Si el etanol fuera paisa

Mario Fernando Prado

El País, Cali

Noviembre 10 de 2009


Los vallecaucanos, antropófagos por naturaleza, somos campeones en desaprovechar las oportunidades y más aún en patear la lonchera.

Cualquier iniciativa regional que beneficie al departamento es cuestionada, torpedeada y a veces liquidada. Últimamente el etanol va para allá con una injusta estigmatización, si no entendemos y defendemos sus bondades.

La industria azucarera beneficia directa, indirecta y colateralmente a más de un millón de coterráneos. El aporte social que realiza en educación, salud, vivienda y medio ambiente significa más de $25.000 millones anuales.


De no ser por su actividad, el Valle no tendría el desempeño económico que nos hace pesados en la economía nacional. Hay más de 200.000 hectáreas cultivadas y es falso que sea un “negocio de cinco familias”, como se le acusa irresponsablemente en algunos círculos capitalinos y mamertos.

Existen 1.760 cultivadores que venden la caña a los trece ingenios, los cuales son dueños de sólo el 25% de las hectáreas cultivadas y no hay los tales subsidios que tanto cacarean los instigadores de los paros y los bloqueos: aquí puede importarse azúcar de Brasil, por ejemplo hoy, sin arancel alguno.

Ahora bien, con el etanol se está consiguiendo nivelar el precio del azúcar, lo cual es una garantía de estabilidad para quienes dependen de la cadena azucarera.

Por otra parte, el efecto descontaminante del etanol en la gasolina está demostrado en un estudio realizado por las universidades Libre y Tecnológica de Pereira.

Y la paradoja: mientras que aquí nos azotamos e incluso colocamos en la picota a dos ingenios (con una trayectoria impoluta de 150 y 72 años de actividad) por acceder a unos beneficios del Agro Ingreso Seguro -cumpliendo por demás con todos los requisitos- en el Meta se está desarrollando un proyecto de producción de 300.000 litros de etanol por parte de Ecopetrol, en el Magdalena con los israelíes y en Boyacá se está montando una planta con reina europea a bordo. ¿Estarán allá hostigando tales macroproyectos?

¿Y por qué en el Valle hay cinco plantas de etanol? Pues porque aquí está la caña, caña que deben sembrar en el Meta y en el Magdalena.

Uno pensaría que estamos matando la gallina de los huevos de oro con estas actitudes menos mal minoritarias, pero no. Prima la razón y la lógica, aunque queda el mal sabor de la falta de solidaridad y de visión de quienes se atraviesan cual mulas muertas en el camino del desarrollo.

Por ello me pregunto: ¿qué hubiera sucedido si las primeras plantas de etanol hubieran sido paisas? Pues que allá se sentirían orgullosos de esta industria, le estarían prendiendo velas y ni un solo paisa renegaría del etanol, como jamás se renegó en su momento de la industria textil o la de las gaseosas, fueran de quien fueran.

El Valle pasó de ser un pantano que nos regalaron los del Cauca Grande, de manera por demás despectiva, a convertirse en un emporio de clase mundial que nutre docenas de municipios, corregimientos y caseríos, la verdad, con mucho empuje paisa.

No coloquemos en el paredón esfuerzos como el del etanol y no nos dejemos arredrar por quienes le están prestando un flaco favor a su terruño.

viernes, 23 de octubre de 2009

El camisa negra

Mario Fernando Prado

El Espectador, Bogotá

Octubre 23 de 2009

Bien por el alcalde de Manizales al vetar o mejor prohibir que la banda Calle 13 se presente en su ciudad, así se queden sin escuchar el bodrio este intitulado Atrévete y demás sonsonetes raperos que caracterizan a esta agrupación.

Y la razón es de dignidad y de exigencia de respeto. Que uno de los integrantes de ese grupúsculo se haya presentado en un concierto en Los Ángeles luciendo —o desluciendo— una camiseta con la leyenda “Uribe Para” es una afrenta grosera y provocadora de un extranjero —¿puertorriqueño?— contra Colombia, salida de todo contexto.

Que al tripresidente Uribe le digan sus propios connacionales las bestialidades más inimaginables forma parte del ambiente violento que protagoniza la otra oposición. No la que con argumentos e incluso razones se enfrenta al mandatario, sino aquella fletada, irracional y demente que no tolera las voces de la democracia que piensan distinto.

Pero que un nada que ver se sume a los improperios chavistas y además pretenda venir a cantarnos luciendo seguramente la susodicha camiseta es el colmo del “caradurismo” más cínico y fariseo.

Y uno se pregunta: ¿Cuándo un músico colombiano o de otra parte se ha atrevido a demostración parecida? Así se haya disculpado por semejante metida de pata y se arrodille y chille su mea culpa, el show le quedó hecho y obtuvo el protagonismo mediático que buscaba.

Que no venga entonces ahora a pedir perdón en una actitud oportunista y mercantil en búsqueda de no perder el contrato. Pueda ser que no reciba un premio de consolación y se presente en cualquier pueblo patrocinado por los que sabemos, porque también ya lo sabemos, aquí todo es posible.

Juanes dio una lección con su concierto en La Habana, durante el cual mucho pudo hacer, decir y lucir. Sin embargo, imperó un ambiente respetuoso que todos aplaudieron, para que vaya ahora el callejero 13 a usurpar la dignidad de un Presidente detrás de una guitarra desafinada y monocorde.

PD: Pregunta suelta: ¿En qué periódico o revista va a escribir Claudia López?

viernes, 16 de octubre de 2009

¿Justos por pecadores?

Mario Fernando Prado

El Espectador, Bogotá

Octubre 16 de 2009

No todo es malo en esto de los Agro Ingreso Seguros. El esquema del subsidio al campo ni es nuevo ni es inocuo.

Y es además necesario, habida cuenta la globalización y los subsidios que recibe el agro en otros países en donde esta figura es pan de cada día, e incluso en Colombia, en donde ha tenido otros nombres.

No hay tal de que el dinero se regala ni que hay un carnaval de recompensas por favores políticos. Lo que sí existe es que un puñado de inescrupulosos se aprovechó de esta medida para estafar o, mejor, tratar de estafar al Estado a través de piruetas financieras, menos mal detectadas a tiempo y sobre las cuales, no lo duden, caerá todo el peso de la ley.

Empero y frente a tales lunares —a todo juicio condenables— existen otras empresas y/o personas que de manera seria y profesional han aplicado para obtener créditos y así mejorar las condiciones de sus tierras y de sus cultivos y no es justo, y perdón por la redundancia, que paguen justos por pecadores.

Hay quienes de manera responsable han aplicado a estos créditos, han cumplido con estrictos requisitos y han obtenido la aprobación de fondos capitales de contrapartida ciñéndose a la ley y están esperando desembolsos por parte de una fiducia de acuerdo con el avance de las obras que van a realizarse.

Existe una interventoría para evitar trampas y marrullas. Todo tiene que ser justificado y avalado. Estos son los justos: Aquellos que “padecen” el campo. Aquellos que urgen de subsidios para poder producir. Aquellos que han sufrido las inclemencias de la violencia, la apertura y el clima. ¿Por qué entonces tratarlos con el mismo rasero?

Desafortunadamente hecha la ley, hecha la trampa y ahí están los de siempre que ojalá reciban un castigo ejemplar adicional a la devolución de unos dineros que supuesta y extrañamente se les adelantaron.

¿Y los otros? ¿Los que urgen de políticas estatales para reactivar el campo? ¿Los buenos del paseo? ¿Los que han cumplido —insisto— con todas las exigencias? ¿Pagarán acaso el pato?

Hay sí una lupa electoral antirreeleccionista empeñada en desdibujar y exagerar todo cuanto hace el actual Gobierno y está en la tarea de acusar, señalar y condenar.

Sin embargo, esta lupa sobre los AIS ojalá también la coloquen sobre quienes podrían resultar perjudicados únicamente por hacer las cosas bien.

viernes, 9 de octubre de 2009

¿Puerto caleta?

Mario Fernando Prado

El Espectador, Bogotá

Octubre 9 de 2009

Me indignó como vallecaucano que en cierta cadena radial de cuyo nombre no quiero acordarme, el director de su noticiero, seguramente por hacer un chiste culo le puso a Buenaventura la chapa de “Puerto Caleta”.

Allí está pintada —pensé y lo escribo— la gran prensa nacional.

Aquella que tiene corresponsales en la provincia a la cacería de noticias que alimenten el morbo de la violencia, la corrupción y el narcotráfico —para no hacer más extensa la lista—, dándoles sangre a los vampiros del rating.

Aunque he sido crítico a veces excesivo del “bello puerto del mar”, debo reconocer que su realidad es muy distinta a la que casi siempre se muestra en los medios y no podemos quedarnos sólo en los lunares que no son de Buenaventura sino de Colombia entera.

Si bien hay graves problemas de desempleo, sicariato, guerrilla y paramilitarismo —también para no hacer más larga la lista—, igual en el otro lado de la balanza hay motivos para el optimismo, distintos a los que mediáticamente se están presentando por cualquier circunstancia adversa que le aflige y que, repito, no es única en Colombia.

El denodado periodista autor del remoquete con su jua jua jua burletero ignora que se está adelantando la doble calzada al Puerto, que es de lejos el más importante y rentable de Colombia. Que se está construyendo un puerto de contenedores. Que se está adelantando el puerto de agua dulce. Que la Sociedad Portuaria ha acometido obras multimillonarias. Que tiene el único ferrocarril multimodal que opera en el país, entre otras cosas.

Lo anterior significa desarrollo y progreso para generar empleo, mejorar la calidad de vida de sus habitantes, dotarlos de vivienda —los dólares de las caletas son para eso— amén de salud y educación.

Pero ante todo las obras que se están desarrollando son para beneficio de Colombia entera que dicho sea de paso ni le retribuye ni le reconoce a Buenaventura lo que le significa para las importaciones y las exportaciones de este país que sigue estando de espaldas a su problemática.

Ojalá esos periodistas de cuello blanco conocieran de primera mano la otra cara de este puerto que está saliendo del olvido al que le hemos sometido por años y años.

martes, 29 de septiembre de 2009

¿Ganó la reelección?

Por Mario Fernando Prado

El Pais, Cali

29 de septiembre de 2009


Deplorable, por decir lo menos, es el resultado del fiasco electoral del pasado domingo: meterle $55.000 millones a 1.700.000 voticos es un despilfarro que no lo justifica ni la bendita democracia. El Polo, por una parte, le dio entierro de pobre a Carlos Gaviria, que escasamente llegó al 10% de su última votación, eligiendo como su candidato al peligroso Petro, hoy estrenando piel de oveja. Y el Partido Liberal, por otra, quedó en los rines con una tan precaria como vergonzosa votación, no con votos, sino con sufragios. ¿Qué fue esa apatía y ese desgano? Pardo, ganador de la consulta, llegó sólo a los 377.000 sufragios, diré votos. Es de lejos la mayor derrota política de su tutor César Gaviria, quien, en lugar de buscar ser el candidato del interpartidismo, debería renunciar a la presidencia de su colectividad.


Esta abstención, dramática e inesperada, sólo se explica con que los colombianos (as) cada vez rechazan más la política tradicional o están tan a gusto con Uribe, que sólo desean su reelección. O si no, por qué ese apabullante favoritismo a favor de su tercer mandato justo dos semanas antes de estas elecciones?
El Polo y el liberalismo se habían proclamado como partidos de oposición al régimen y con esta derrota deben aceptar su desintonía con el país real, el que el domingo no fue a las urnas, no se dio por enterado y, si lo hizo, le importó un chorizo acudir a las mesas de votación ¿Por qué? Al abrirse paso, entonces, la posibilidad de Uribe III, la oposición deberá buscar otros caminos -distintos al elector primario- para atajar el ‘tsunami’ uribista. ¿Serán acaso las leyes y la misma Carta Magna? ¿Serán acaso los varones de las cortes o las presiones internacionales? ¿Quién podrá detener a Uribe?


Creo que así como dicen que se está fraguando un gran complot para atravesársele a la reelección, no es descabellado pensar que otra solución(!) sería perpetrar un atentado contra el Presidente, desatándose un nuevo 9 de abril de impredecibles consecuencias y que Dios nos libre de algo parecido.
¿Y qué dirán los precandidatos conservadores ya con Noemí y Martha Lucía metidas en la consulta azul? ¿Y qué de Vargas Lleras, también derrotado? ¿Y qué será de Sergio Fajardo, quien juró que llegaría hasta el final? Ah y olvidaba a los tres tenores cantándole a la bandera. ¿Será que se juntarán en un desesperado Toconur a ver si así y sólo así le hacen contrapeso a la reelección?


Pero hay mas interrogantes: ¿Y si no pasa la susodicha reelección y el pueblo quiere un Uribe III, qué va a suceder? ¿Una constituyente? ¿Un auto golpe de Estado -o de opinión- entonces?
El trapo rojo, el “viva el Partido Liberal, carajo”, la oposición del Polo y el bla-bla-bla de tanto discurso y palabrería han pasado a peor vida. Qué bueno sería una encuesta para saber qué sucedió. Lo malo sería la credibilidad de la misma, porque, para no saber perder, los colombianos somos campeones.