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martes, 3 de noviembre de 2009

El adelantado

José Félix Escobar

El País, Cali

Noviembre 02 de 2009

Dentro de su megalomanía de opereta, el ex coronel Hugo Chávez Frías debe tomarse a sí mismo como un fuera de serie, un iluminado, un súper héroe. Podría decirse que él se considera un “adelantado”, en el sentido que los monarcas españoles dieron a esta expresión: un valeroso capitán que abre el camino y se lo muestra a la enorme masa de quienes, absortos, le siguen.

Es quizá la única razón por la cual este grotesco Maradona de la política llamó hace poco “retardado mental” a nuestro ministro de Defensa, Gabriel Silva Luján. Sin embargo, la historia -a dos columnas entre ellos- es bien distinta. Mientras Chávez recibía el duro trato propio de las barracas en que se formó, Silva optaba por una instrucción de excelencia en centros académicos de primer nivel. De hecho nuestro ministro es politólogo, economista y experto en relaciones internacionales.

Cuando en 1992 Chávez y sus conmilitones dieron un golpe de estado, ya Silva Luján había sido asesor de dos presidentes de Colombia. Por la época en que el ex coronel golpista purgaba pena de cárcel por traición a las instituciones de su país, Gabriel Silva se desempeñaba con lujo de detalles como embajador de Colombia en Estados Unidos.

Mientras el adelantado Chávez Frías cocinaba el ajiaco de ideas populistas que lo llevaría a la presidencia de Venezuela, Silva Luján desempeñaba con competencia el cargo de consejero de la Organización de Estados Americanos. En los últimos años Silva muestra un memorable paso por la Federación de Cafeteros de Colombia, mientras que Chávez horada cada día más la considerable riqueza de su país.

No cabe duda de que la actitud de provocar al loco de al lado es arriesgada e inconveniente, y las declaraciones de Silva Luján fueron poco diplomáticas. Pero de allí a descalificarlo con la soberbia que demostró el adelantado del vecindario hay un océano de distancia. Entre otras cosas, ¿de qué presume Chávez Frías?

Los últimos exabruptos del ex coronel golpista dejan en claro que el dictador se le salió por todos los poros. Hace unas semanas el vanidoso ex coronel se sintió maltratado en un hotel de la isla Margarita, sólo porque no se le atendió con celeridad inusitada. Terminada la reunión que se había programado en el sitio, este adelantado de la política dispuso lo que mejor sabe hacer: nacionalizó el hotel.

Como el ego de Chávez carece de límites, el aforo de sus gastos para 2009 no le fue suficiente. Por ello, el perspicaz ex coronel acaba de ordenar que su presupuesto de bolsillo se reajuste para 2010 en un 638%. Dentro de los US$1.500 millones de que dispondrá, se destacan US$361.000 ($722.000.000) que este sultán excéntrico gastará en trajes y zapatos. Casi $2.000.000 por día.

Mientras el adelantado Chávez vive en medio de sus fantasías, Venezuela sufre una inflación de dos dígitos, anuncia cortes en el suministro de agua, muestra uno de los más elevados índices de homicidios en el mundo y tiene que racionar la electricidad. No cabe duda: cuando eligieron a Chávez, a los venezolanos se les fueron las luces…

martes, 19 de mayo de 2009

Plumas atentas

Por José Felix Escobar

El País, Cali

Mayo 18 de 2009

Los buenos escritores deben estar al acecho: hay un dictador suelto en el vecindario. Pocos temas más fecundos para nuestra literatura que las desorbitadas andanzas de los dictadores. Y, con las oportunidades que hoy brindan las nuevas tecnologías, hay que documentar cada día la traza de barbaridades y de abusos que los tiranos suelen dejar a su paso. 

Al escritor paraguayo Augusto Roa Bastos le sirvió de inspiración para una conocida novela el prolongado paso por el poder de su coterráneo Gaspar Rodríguez de Francia. El mismo doctor Francia que se vengaba desde el poder de quienes le habían disputado sus novias juveniles; el mismo doctor Francia que un día resolvió por decreto declarar mulatos hasta la quinta generación a todos los miembros de una familia rival. 

Mario Vargas Llosa dedicó años al análisis de la tempestuosa vida de Rafael Leónidas Trujillo, sempiterno mandamás y cruel torturador de la República Dominicana. Del número de desaparecidos bajo su gobierno sólo es testigo el mar Caribe. La novela de Vargas Llosa, ‘La fiesta del chivo’, es hoy ampliamente conocida. 

Fue la larga dictadura del general venezolano Juan Vicente Gómez la fuente de inspiración para ‘El otoño del patriarca’, de García Márquez. Muchos rumores rodearon la vida de Gómez, como el que afirma que el general ordenaba limpiar las calles de indigentes. Los cuales eran embarcados en un viejo navío que sería hundido poco después, Caribe adentro. 


De Gómez no se conoce con exactitud ni el número de crímenes que cometió ni la cantidad de hijos que se le adjudican. Los biógrafos aseguran que su prole excede —para envidia del obispo Lugo— los 60 vástagos. Sin importar la afección a la próstata que marcó durante muchos años la vida del tirano. 


En la tierra del general Gómez se ha destapado —ahora sí por fuera de toda duda— un auténtico dictador latinoamericano: Hugo Chávez. Desde el último referendo reeleccionista Chávez está intratable. No sólo hostigó con descaro a los opositores antes del referendo, sino que, tras el opaco triunfo electoral, prometió que sus adversarios serían arrollados. 


En un país donde la retención de divisas (el Cadivi) ha dado lugar a enormes redes de corrupción, es precisamente con base en cargos de corrupción como se presionó hacia el exilio al líder opositor Manuel Rosales. Y el general opositor Raúl Baduel guarda prisión, en nombre de la pureza administrativa del régimen. 

Al Alcalde electo de Caracas le quitaron por decreto el manejo de los fondos que constitucionalmente están adscritos a su despacho. Y las competencias portuarias y marítimas, antes descentralizadas, hoy están por decreto bajo el mando del dictador.


Es increíble que la empresa estatal petrolera de Venezuela no pague cumplidamente a sus proveedores. Cuando un grupo de acreedores protestó por las demoras, la respuesta del dictador sonó a un ucase: “Quedan nacionalizadas”. Ayer fue una multinacional lechera, hoy una arrocera, mañana no se sabe cuál será la empresa objeto de aprehensión por parte del tirano. 


La dictadura arde, señores escritores. Tomen notas.