sábado, 31 de enero de 2009

Manos por la paz

Por: Jaime Jaramillo Panesso
Manos en el fuego

Cuando Liduine Zumpolle vino a Colombia hacia 1996, representando a la ong Pax Christi con asiento en su país, Holanda, traía la carga formativa en la escuela izquierdo-cristianoide de los atormentados europeos por su visión compasiva con nosotros, pobres tercermundistas que viven bajo las garras dictatoriales de un estado cuyos enemigos armados tienen toda la razón.

Pax Christi, pues, era parte de esas brigadas redentoristas europeas que aún subsisten y persisten en labores misioneras. En este caso nada mejor que apoyar a la diócesis de Apartadó que tanto ha trabajado por los sufridos habitantes de la zona, lo cual es preciso reconocer desde los tiempos de los obispos Isaías Duarte Cancino, Duque y García, este último habiendo alcanzado a participar en la desmovilización de las autodefensas y el primero iniciador de los procesos de acercamiento al ELN y a las AUC, para luego morir asesinado por las Farc en Cali. Monseñor Duarte fue el primer Presidente de la Comisión Facilitadora de Paz de Antioquia, en 1995.

Liduine Zumpolle recorrió el bajo Atrato y el Urabá chocoano y antioqueño para obtener información in situ sobre los efectos del conflicto armado en una región donde otrora la UP, con el apoyo de las Farc, obtuvo el triunfo electoral en siete de las diez alcaldías, desalojando a los partidos tradicionales. Aún está por establecer, públicamente, los muertos y desaparecidos liberales y conservadores que costó la operación Urabá por parte de las guerrillas, en las décadas 70 y 80 del siglo anterior. Y luego, en los años 90, con los desmovilizados del EPL, convertidos en “esperanzados”, cuántos de ellos murieron a manos de las Farc, la mayoría sindicalistas, para efectos de retaliación por su ingreso a la paz y a la democracia. Se calcula en ochocientos el genocidio. Pero no parece tener dolientes este crimen mayúsculo ni reclamantes organizados. En este escenario, probablemente desconocido para Zumpolle, llegó la ong holandesa con la mejor buena fe a redimirnos.

Hoy, Liduine Zampolle trabaja en Colombia con una organización social de internos carcelarios, Manos por la Paz, que agrupa a ex guerrilleros y ex autodefensas en disposición de reconciliarse entre ellos y a dar testimonio de sus actos como parte de una verdad que el país desconoce. Manos por la Paz nace desde las cárceles colombianas con hombres y mujeres que no están dispuestos a volver a tomar las armas. Se equivocan los jefes guerrilleros que aún persisten en hablar de canje. La mayoría de los nombres en sus listas de “prisioneros de guerra” capturados por el Estado, ya no son militantes. Por eso las cartas que se publican de los renuentes no tienen firmas. En cambio los afiliados a Manos por la Paz dan cara a la opinión pública y están colaborando con las autoridades y la Fiscalía.
Es justo, Señor Presidente Uribe y Señores Congresistas, que una nueva ley complemente a Ley de Justicia y Paz para incluir a los guerrilleros presos que quieren hacer parte de la sociedad pacífica con el apoyo de una holandesa que aprendió la lección: una cosa es la Colombia atormentada por la violencia de los ilegales armados y alienados por las Farc, la cocaína y el secuestro. Y otra es la Colombia de los ciudadanos que construyen patria y democracia.

viernes, 30 de enero de 2009

Chávez, huésped ilustre.

Por: Fernando Londoño Hoyos
El Tiempo, enero 29 de 2009
Hugo Chávez se merece el homenaje que le hicimos en Cartagena, y muchos más. Porque en estos diez años de mando, que vino a celebrar, ha logrado maravillas que nadie menospreciaría. Como, por ejemplo, esa de haber inscrito su nombre en la lista de los gobernantes que más hablaron, dejando muy atrás elocuentes de su talla como Adolfo Hitler o Benito Mussolini.El mismo Fidel Castro, su maestro y jefe, nunca sobrepasó las ocho horas que ya alcanzó Chávez, sin una sola interrupción para ir al baño.
La Ciencia Política tomará muy en cuenta esa marca, que tiene el agregado de que tamaña olimpíada verbal no haya sido mancillada por una sola idea original o certera.También logró Chávez partir en dos la sociedad venezolana, que ha logrado odiarse como en las mejores épocas de los mantuanos y los cimarrones implacables de Boves, el \\\\\\\'Urogallo\\\\\\\'. Toda una gesta, para solo diez años de consagración a la causa. Sin que pueda olvidarse que en tan corto tiempo ha conseguido silenciar la palabra libre en Venezuela. En época de lucha contra la contaminación acústica, nada mejor que en un país hable uno solo.
Por mucho que grite, no se oirá tanto como esa vocinglería tan molesta que traen las democracias a cuestas.Apenas en dos lustros, nuestro ilustre huésped destruyó todo el empresariado venezolano. Los del campo, lo tienen merecido. Con lo incómodas que son esas botas untadas de boñiga de vaca, es mejor, por estética y comodidad, traer la carne, la leche y los quesos de vecinos que sufran esas impertinencias. Y habiendo tanto con qué comprar, sobra el trabajo campesino para producir cacao, café, arroz, papas o maíz.Los industriales no hicieron más que conspirar para vender caro e impedir la llegada de productos de todo el mundo.
Estaban privando a los venezolanos del deleite de escoger lo que prefieran, venga de la China, de la India, de Europa o de Estados Unidos. Por eso los liquidó, haciéndose cargo de los desempleados, bien recibidos en esas misiones confortables donde hay pan para todos, mientras se dediquen a pregonar las excelencias del jefe y sus discursos.
Los cubanos vinieron por miles para explicar el arte del ditirambo al caudillo.Chávez sabe que el dinero es el estiércol de Satanás. Por eso dedicó pacientes esfuerzos a que sus compatriotas no le tomaran afición, logrando evaporar más de ochocientos mil millones de dólares que en este decenio pasaron por sus manos. Así que lo repartió entre los gobiernos amigos, lo prestó sin interés y lo puso al alcance de las manos ávidas de sus secuaces. Ni un puente, ni una carretera, ni un puerto, ni un canal de riego manchan la suave geografía del país.
Tampoco casas para los pobres. Las hacen tan feas, que mejor construirlas en Nicaragua o en Cuba.Al petróleo había que ponerle el tatequieto. PDVSA llegó a producir la escandalosa cifra de tres millones doscientos mil barriles por día. Mejor hoy, cuando no llega a los dos millones. Hay que contribuir a los recortes de la OPEP. Y también es bueno ayudar a los rusos, que en sus frías estepas andaban encartados con aviones a propulsión, submarinos y cohetes.
Mejor que adornen los arsenales venezolanos. Y de pronto son necesarios: con lo altaneros que andan hoy por la calle los estudiantes.Dígase si un personaje así no merece el título de huésped ilustre. Además, porque ganando el referendo puede acordarse de nosotros y ayudarnos con unos miles de carros adicionales que le pudiéramos vender. Mientras le alcance la plata, claro está. Porque los economistas calculan que no le durará hasta septiembre próximo. Lo que tiene una fácil solución. Salir de los economistas.

jueves, 29 de enero de 2009

Obama en Latinoamérica.

Por: Andrés Oppenheimer
El Colombiano, Medellín
Publicado el 25 de enero de 2009

La principal prioridad del gobierno de Barack Obama en Latinoamérica será firmar un acuerdo de cooperación energética que podría reducir la dependencia de Estados Unidos del petróleo del Medio Oriente, fortalecer los lazos con Brasil, y debilitar la influencia de los petrodólares venezolanos en la región.

El plan es casi oficial, aunque los colaboradores de Obama no lo presenten de una manera tan explícita. El ya presidente propuso por primera vez una Alianza Energética de las Américas para producir conjuntamente energías alternativas en un discurso de campaña de mayo del 2008.

La semana pasada, la secretaria de Estado designada, Hillary Clinton, elevó la idea a una máxima prioridad durante su audiencia de confirmación. En su discurso de apertura, cuando tocó el tema de Latinoamérica su plan más específico fue "desarrollar la Alianza Energética de las Américas propuesta por el presidente electo''.

Más tarde, cuando el panel del Senado le preguntó cuáles son los planes del gobierno de Obama para Latinoamérica, Clinton dijo: "No sólo queremos ocuparnos de los temas que hacen los titulares'', sino "aprovechar las oportunidades en Latinoamérica, y es por eso que la Alianza Energética que ha sugerido el presidente electo tiene tanto potencial''.

Con la actual baja de precio de los combustibles, la presión política para lograr la independencia energética podría disminuir. Y con la crisis económica, habrá poco dinero disponible para grandes iniciativas hemisféricas.

Sin embargo, si Obama logra convencer a los países latinoamericanos de que ese plan les ofrece algo positivo --ya sea inversiones creadoras de empleo, diversificación energética, o mayor independencia política y económica de Venezuela--, tal vez construya algo importante.

Podríamos pasar de la fatiga generalizada con el libre comercio y la lucha antidrogas a una nueva etapa de entusiasmo colectivo con el desarrollo de energías alternativas que ayuden a combatir el calentamiento global.

miércoles, 28 de enero de 2009

Retos de la ilusión.

Por: Mario Vargas Llosa
El Colombiano, Medellín
Publicado el 25 de enero de 2009


Nunca en la historia un Presidente de Estados Unidos ha entrado en la Casa Blanca con una popularidad tan grande como Barack Obama. La toma de posesión, el 20 de enero, fue una hermosa ceremonia, por la asistencia multitudinaria, el discurso de ese gran orador que es el nuevo mandatario, y, sobre todo, porque todos los que la siguieron, en vivo o en la pantalla de la televisión, compartieron la impresión de estar asistiendo a un "momento histórico".
De tan usada esta expresión se ha vuelto un tópico, pero la llegada de un negro a la Presidencia de Estados Unidos, un país donde hace apenas medio siglo se practicaba la segregación racial, ¿de qué otra manera podría llamarse? El rotundo triunfo electoral de Obama fue una muestra inequívoca de la formidable capacidad de transformación de Estados Unidos y algo así como la partida de nacimiento de la vocación multirracial y multicultural de la democracia norteamericana. Ahora, terminada la fiesta, comienzan los problemas. Como se espera tanto de él, y tantas cosas contradictorias, es inevitable que Obama decepcione a mucha gente. Por lo pronto, quienes creían que daría un vuelco radical a la política hacia Cuba, ya saben que se equivocaron: está dispuesto a dialogar con Raúl Castro, sí, pero no levantará el embargo mientras haya presos políticos en la isla y no se haya iniciado un proceso de democratización.
En cuanto a Chávez, antes aún de la juramentación, Obama ya fue bastante explícito censurando al caudillo venezolano por haber frenado con sus políticas la modernización de América Latina. Respecto a la crisis económica no hay mucho más que el nuevo Presidente pueda hacer. Las medidas básicas de ayuda y corrección financiera están en marcha y sólo cabe esperar que la confianza y el entusiasmo que han despertado su persona y liderazgo ayuden psicológicamente a acelerar algo una recuperación económica que, de todos modos, será lenta y difícil. Irak anda muy bien encaminado, aunque los atentados terroristas, disminuidos, continuarán por mucho tiempo. Pero los progresos son notables.
La prueba es la campaña electoral en marcha para las elecciones del 31 de enero en que se renovarán 440 escaños en 14 de las 18 provincias iraquíes. Las candidaturas cubren todo el espectro político y religioso y hay un alto número de mujeres candidatas. El reportaje de Andrea Stone en USA Today de hace pocos días mostraba una participación notable del público, tanto en las ciudades grandes como en las aldeas, en los mítines, encuentros y debates. Un espectáculo que, demás está decirlo, no es nada frecuente en los países árabes.
Si no ocurre algo extraordinario, la retirada de las tropas norteamericanas a fines de 2011 debería dejar un país pacificado y un Estado de Derecho funcionando. El problema serio, y que se agrava cada día, es Afganistán. Los talibanes han reconstruido su infraestructura bélica y operan ya en medio país, en tanto que el desprestigio del gobierno de Karzai aumenta por su ineficacia y la corrupción. Obama dijo que fortalecería el empeño militar y espera que los aliados colaboren.
Pero, probablemente, lo que hace falta en Afganistán no sea tanto nuevas fuerzas militares como una estrategia eficiente semejante a la que diseñó y ejecutó en Irak el general Petraeus, que ejerce ahora el comando supremo de las Fuerzas Armadas norteamericanas en el Medio Oriente. Los talibanes reciben una ayuda sistemática de Pakistán, donde cuentan con aliados y cómplices en todos los estratos oficiales, sobre todo en los servicios de inteligencia, y utilizan las regiones limítrofes como santuarios, para curar a sus heridos, dar descanso a sus comandos o refugiarse. Aunque, en teoría, Pakistán es un aliado de los E.U., su gobierno y sus Fuerzas Armadas están infiltrados de islamistas fanáticos.
Ese problema ha sido una espina de la que ni Bush ni Clinton pudieron librarse y será también, a menos que encuentre una nueva fórmula para hacerle frente, uno de los desafíos más serios para Obama. Y el otro, todavía más grave, es Israel. Allí, en ese pequeño territorio que israelíes y palestinos comparten -como lo harían perro y gato- se juega la suerte de todo el Medio Oriente y acaso del mundo. E.U. es el único país con suficiente influencia sobre ambos adversarios como para inducirlos a una negociación que concluya en lo que, en principio, tanto Israel como los palestinos dicen aceptar: dos Estados independientes y garantías seguras para la supervivencia de Israel.
El Presidente Clinton estuvo a punto de conseguirlo en Camp David y Taba en 2000-2001 y, en el último momento, fracasó porque Arafat rechazó un acuerdo en el que Israel había hecho concesiones importantes: la devolución de casi el 95 por ciento de los territorios ocupados y la instalación del gobierno palestino en la sección oriental de Jerusalén. Aunque, después de la terrible carnicería perpetrada en estos días en Gaza por los bombardeos israelíes, reanudar aquellas negociaciones es más difícil, no hay otro camino. Es obvio -para cualquiera que no sea un obtuso o un fanático- que aquel conflicto no se resolverá jamás por medio del terror y la matanza. ¿Seguirá Obama la tradición de los gobiernos norteamericanos de adhesión incondicional a las políticas de Israel o tendrá el coraje de adoptar una posición más neutral, sirviendo de muro de contención a los excesos de los halcones israelíes convencidos de que la única solución aceptable es rendir a los palestinos mediante operaciones de castigo como la de Gaza e imponerles una solución a la fuerza? Es la gran incógnita.
El nuevo Presidente ha dicho que quiere diálogo y acercamiento con el mundo árabe. La condición para ello es una sola: propiciar una solución negociada entre ambas partes. Si Obama lo consigue, será mucho más fácil -mucho menos difícil- frenar los intentos de Irán de dotarse de un arma nuclear y alentar a los sectores moderados y democráticos del mundo árabe y musulmán a actuar unidos para reprimir la amenaza terrorista del fundamentalismo islámico. Las relaciones de E.U. con la Unión Europea, en los que Obama es todavía más popular que en Norteamérica, mejorarán con el nuevo mandatario y sin duda la colaboración se intensificará tanto en el ámbito económico como diplomático y militar.
Esto redundará en un fortalecimiento de la OTAN. Con la Rusia de Putin habrá desencuentros y tensiones, sin duda. Pero el nuevo despotismo ruso no significa ni sombra de la amenaza que constituía para el Occidente democrático la Unión Soviética comunista. Sin ideología ni mística alguna, el régimen construido por Putin y sus colegas de la antigua KGB es pura y simplemente una autocracia más o menos corrompida, condenada, a la corta o a la larga, a la descomposición a la que, con suerte, seguirá el renacimiento de una nueva democracia con bases más sólidas que aquella de la que lo rusos tuvieron un fugaz y mediocre anticipo cuando el imperio soviético se desplomó. Las grandes realizaciones del Presidente Obama deberían tener lugar en el propio E.U., donde aberraciones como Abu Ghraib y Guantánamo deberían desaparecer. Su elección ha sido un logro extraordinario y una verdadera emulsión para las minorías raciales del país, no sólo la de origen africano, también la hispánica y la asiática.
Pero hacen falta reformas audaces que abran las puertas a esas minorías a una real igualdad de oportunidades, que, mejorando la educación pública y los sistemas de salud, les permita competir en los mercados sin desventajas con los sectores favorecidos. Y que reconozcan a los inmigrantes la función indispensable que juegan en la economía nacional y eliminen las disposiciones que todavía mantienen a muchos en la marginalidad. Este ha sido un tema constante de su prédica electoral y una de las razones por las que el voto de los hispanios, que le era reacio al principio, se volvió decisivamente a su favor. América Latina es acaso la región del mundo que le es menos familiar a Obama. Pero se ha comprometido a corregir ese vacío de su formación y ha dado una muestra de su buena voluntad reuniéndose antes que con ningún otro mandatario, con el Presidente de México.
Ahora, la política de Obama hacia América Latina debería ser la que, felizmente, vienen siguiendo más o menos los últimos gobiernos: apoyo y colaboración con las democracias y rechazo de las dictaduras, de cualquier índole. Y en el campo económico resistir los llamados al "nacionalismo económico" de los sindicatos reaccionarios de E.U., desconsiderar su oposición a los tratados de Libre Comercio y alinearse abiertamente con quienes propician la apertura de mercados iberoamericanos. Suerte y éxito, Presidente Obama.

martes, 27 de enero de 2009

El discurso del rey negro

Manos en el fuego
Por: Jaime Jaramillo Panesso
El Mundo, Medellín
Publicado el 25 de enero de 2009

Barak Obama se posesionó como nuevo Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, la nación por excelencia democrática y la mayor potencia económica y militar del mundo. Los Estados Unidos son un conjunto de divisiones territoriales que forman un estado federal con cerca de diez millones de kilómetros cuadrados y trescientos cuatro millones de habitantes. La heterogeneidad cultural y étnica de su pueblo es una de las características que lo hace grande. De allí que Obama pudo invocar la tolerancia entre católicos, cristianos, musulmanes, budistas, no creyentes, etc., como signo de convivencia al interior.

El discurso inaugural de su mandato, sin apelar a unas hojas escritas ni al “telepronter”, es una pieza literaria y de filosofía política, no de administración pública. Apelando a la historia, Obama pone el acento en el testimonio de sacrificio y tenacidad de los forjadores en una línea de continuidad puesto que “hemos permanecido fieles a los ideales de nuestros antepasados y a nuestros documentos fundacionales”, señaló inicialmente para desarrollar la argumentación más consistente de su discurso: recuperar la confianza, ya que “la fe y el empeño del pueblo norteamericano son el fundamento supremo sobre el que se apoya la nación”.
El Presidente Obama enciende la llama de la capacidad de los Estados Unidos para resolver los graves problemas del momento como la crisis económica y los conflictos en Afganistán e Irak, asuntos puntuales únicos. El discurso es una pieza donde se destacan las alusiones a los héroes históricos y a reiterar la reconstrucción de los Estados Unidos y su liderazgo mundial, con lo cual deja claro que la potencia que han sido y son debe continuar: “Sepan que los Estados Unidos es amigo de todas las naciones y de todos los hombres, mujeres y niños que buscan paz y dignidad, y que estamos dispuestos a asumir de nuevo el liderazgo”. Para no equivocarnos en la generosa intención que estas palabras engendra, Obama afirma lo siguiente que debemos anotar en letras grandes para el inmediato futuro: “nuestra seguridad nace de la justicia de nuestra causa, la fuerza de nuestro ejemplo y la moderación que deriva de la humildad y la contención”.
Pedagógicamente Obama explica que el éxito depende de las características humanas positivas que han sido el motor del progreso a lo largo de la historia de los Estados Unidos: “el esfuerzo y la honradez, el valor y el juego limpio, la tolerancia y la curiosidad, la lealtad y el patriotismo”. Parecería que en otros países como Colombia, por ejemplo, se esté predicando la misma tabla de valores, algunos de los cuales han sido mermados o estrangulados por los violentos o por la ambición de privilegiados de la fortuna y el poder. Obama no hace referencia reivindicativa alguna a su condición racial, como no lo hizo en la campaña electoral, no obstante la insistencia de los periodistas y los medios. Obama da una lección de alta cátedra de civilidad.
Su silencio étnico se orienta a ponerle énfasis a su condición de ciudadano que labró su crecimiento en una sociedad democrática y no en privilegios de tribu o clan raciales. Pero es evidente, sin apelar a argumentos de esa clase, que el pueblo norteamericano da un salto ejemplar al elegir a Obama. Quedan ratificados por la historia Abraham Lincoln y Luther King. “Porque el mundo ha cambiado, y nosotros debemos cambiar con él”, hace parte del discurso inaugural. Se refiere a tres elementos sustantivos que deben enlazarse: su preocupación por la situación de las comunidades pobres del mundo, el consumo de los recursos mundiales sin tener en cuenta las consecuencias y el aprovechamiento de la ciencia, la tecnología y la investigación académica para crecer y desarrollarse.
Una reflexión final: Obama, similar a Bush, apela a Dios en más de una vez, no obstante el carácter laico del estado norteamericano. ¿Es la diferencia entre un creyente moderado y un fanático religioso? Observen nada más los dos sacerdotes o pastores que intervinieron en los actos de posesión. Sin embargo, los asuntos de diplomacia y de relaciones internacionales norteamericanas suelen ser separados de cualquiera confesión religiosa.

lunes, 26 de enero de 2009

El escándalo del pasado judicial para ingresar a Ecuador.

Por: Jaime Restrepo. Director de Atrabilioso.

La decisión del gobierno Correa de exigir el pasado judicial para los colombianos que quieran ingresar a Ecuador ha generado un profundo malestar.

Algunos ciudadanos incluso están exigiendo que haya reciprocidad con los ecuatorianos y que se les exijan los mismos trámites para ingresar a nuestro país. A su turno, el Canciller Jaime Bermúdez ha calificado la medida como xenófoba.

Sin embargo, el pasado judicial resulta un trámite menor en comparación con lo que intentó implementar el pasado gobierno ecuatoriano. En 2005, el vecino ministro de Relaciones de la época, Mauricio Gándara, propuso que los colombianos deberíamos obtener la visa para ingresar a Ecuador.

En aquel momento, la entonces Canciller Carolina Barco puso el grito en el cielo y finalmente los ecuatorianos desestimaron la propuesta. Ahora, el amigo de las Farc y su séquito, comenzaron a exigir el pasado judicial como una provocación política en la que Colombia no debe caer.

Hay que ser claros: todo lo que ocurra de aquí al 15 de febrero tendrá el propósito fundamental de abrirle espacios al pendenciero tirano venezolano Hugo Chávez Frías. En este sentido, Correa simplemente intenta profundizar el deterioro de las relaciones entre Colombia y Ecuador, para que intervenga Chávez ya sea como mediador (hipócrita, claro está) o asuma una posición favorable a la decisión ecuatoriana.

El residente de Miraflores podría obrar, con sus “buenos oficios”, para calmar la tempestad que ha ocasionado la medida y finalmente, después de su intervención, aparentemente lograría que Ecuador reversara la medida. Y digo aparentemente, porque lo cierto es que basta una orden del coronel-paracaidista para que su lacayo ecuatoriano se someta a las determinaciones de su camarada-comandante.

En este escenario gana Chávez, al aparecer como el líder regional que siempre ha querido ser, pues sería capaz de solucionar una crisis entre Ecuador y Colombia… eso sumaría votos no solo por su desempeño en la situación, sino por el escenario internacional en el que haría su espectáculo.

La otra posibilidad es que Chávez asuma una posición solidaria con Ecuador, muy al estilo de la que vimos después de la operación en la que murió ‘Raúl Reyes’: cualquier palabra, cualquier postura del gobierno colombiano será motivo suficiente para subir la temperatura, romper relaciones y tratar de llevar la situación a una crisis militar que es el gran sueño de Hugo Chávez.

Esta opción, aunque pueda sonar exagerada, también le daría dividendos electorales a Chávez, pues aparecería ante el público, y sobre todo ante sus votantes, como un líder determinado, solidario y dispuesto a “sacrificarse” por la “dignidad” de los gobiernos progres de la región.
Lo que no podemos hacer en Colombia es abonarle terreno a Hugo Chávez y abrirle espacios internacionales que beneficien su imagen con miras al ilegítimo referendo de perpetuación en el poder del próximo 15 de febrero.

Tampoco podemos caer en la trampa de la reciprocidad y comenzar a obstaculizar el tránsito de ecuatorianos a territorio colombiano. Por el contrario: Ecuador está tomando medidas para generar una respuesta que evitaría que los ecuatorianos sigan desarrollando actividades comerciales y turísticas en nuestro país.

Con la crisis económica internacional, el gobierno Correa busca una respuesta que beneficie una estrategia proteccionista del Ecuador: si los ecuatorianos ven trabas para sus actividades en Colombia, buscarán otros destinos o desarrollarán sus gestiones en territorio propio. De esta manera, los capitales que tanto necesita Correa en los próximos meses, tendrían más dificultades para salir de Ecuador y podrían fastidiarse de los requisitos y abandonar la idea de viajar o negociar en Colombia.
Entre más facilitemos el ingreso de ecuatorianos a Colombia, menores traumatismos en comercio, industria y turismo para el sur del país, una zona que en la actualidad es altamente sensible a cualquier cambio y cuyos ciudadanos requieren del intercambio comercial y turístico para volver a estabilizar su economía.
Que a Rafael Correa le parezca que los colombianos somos sospechosos de nacimiento es más un problema de estatura moral que de practicidad en las decisiones… allá él con los enredos y dificultades que va a generar en las pobres poblaciones vecinas a la frontera con Colombia.

domingo, 25 de enero de 2009

"Las Farc no tienen apoyo político para la toma del poder": Zenaida, la desmovilizada.

Por: Ana Maria Valencia
Vanguardia Liberal, Bucaramanga 25 de Enero de 2009
Si hubo un momento en que las Farc se fregaron, se extraviaron de la lucha armada y revolucionaria, fue cuando conocieron el olor y el poder de la coca. No es una verdad de a puño, pero es la verdad de una guerrillera que durante 18 años batalló en las entrañas de la selva, incluso al pie de Jorge Briceño, alias 'Mono Jojoy', uno de los guerrilleros más radicales de la organización guerrillera más vieja del continente.
Zenaida Rueda Calderón, alias 'Miriam', la radio operadora de las Farc que se voló con un secuestrado el pasado 2 de enero, afirma con la experiencia registrada en cicatrices de la piel, que estar en la guerrilla no vale la pena y que el trato que ha recibido por parte del Ejército y el Gobierno luego de su fuga, ha sido excelente. Es santandereana y tenía 18 años cuando se la llevaron para la guerrilla, en donde parió dos hijos que también allí le quitaron.
Ahora que está liberada del peso del uniforme, del fusil, de los bombardeos, vino otra vez a su tierra pero a buscar al hijo que hace 18 años trajo al mundo cerca de Rionegro, Santander. Está sonriente, alegre aunque no deja de soñar con el acecho de los guerrilleros que la deben estar buscando.
Es una mujer de rostro femenino pero adusto, con rasgos que rápidamente llevan a recordar a las mujeres del campo. Zenaida, la desmovilizada, la ciudadana, habló del mundo de las Farc, de lo cerca que ella le ve el fin y de sus convicciones políticas, de esas que no le permiten creer que habrá algún día un presidente de la izquierda, pero que le gustaría que reeligieran a Uribe "sólo por verle la cara a 'Jojoy'.

¿Cómo va la búsqueda de ese hijo que hace 17 años dejó?"No sé nada, pero el Comandante de la Brigada de Bucaramanga me ofreció su apoyo para buscarlo y espero que sea algo positivo, pero en realidad no sé nada de él"

¿Cómo ha confrontado el miedo de la fuga con la alegría de encontrarse con su familia?"Desde el momento en que me fugué con el secuestrado, desde la noche a las ocho y media que me fugué, sé que me están buscando para fusilarme. Por mi familia estoy feliz, porque los encontré, pero me da miedo por ellos"

¿Por qué se fugó de las Farc?"En el momento en que me doy cuenta de que las Farc no van para ningún lado, que lo único que le han hecho es daño al país, en ese momento me doy cuenta de que mi vida en la guerrilla era un fracaso y si seguía ahí iba a ser un fracaso y mi muerte iba a ser en cualquier momento. Estaba enferma, no me daban los remedios y cuidar secuestrados era terrible para mí"

¿Cuál fue ese episodio que la hizo fugarse con el secuestrado?"En el momento en que la enfermedad empieza a avanzar más . Me doy cuenta de que cuidando secuestrados también está uno secuestrado. Uno no puede salir de la montaña, toca permanecer allá y pues me mandaron allá sancionada…ya dije, cuidar secuestrados es terrible, escuchar las 'Voces del Secuestro', tanto sufrimiento y pidiendo clemencia a la guerrilla que los soltara y yo sabiendo que no los iban a soltar, por eso decidí irme"

La guerrilla la separó de sus dos hijos, ¿no fue ese un hecho contundente como para hacer que se escapara?"El primer hijo lo tuve apenas llegué a la guerrilla y en ese momento estaba ciega, pensaba que si me iba, acababan con la familia, por eso me resigné a quedarme para que no le hicieran nada a la familia. Para el segundo hijo sí me volé, pero la guerrilla me encontró"

¿Cree ahora en el proceso de liberación que adelanta la senadora Piedad Córdoba y en la buena voluntad de las Farc de regresarlos?"No se qué piensen, porque las Farc militarmente está perdiendo mucho guerrillero de base con la desmovilización, entonces creo que Cano está optando por entregar esas personas que llevan tantos años allá, pero igual creo que no van a dejar de secuestrar. Ellos van a liberarlos porque están enfermos y dificultan la marcha"

¿Es cierto lo que dice entonces el Gobierno, que las Farc están diezmadas?"Claro, uno que viene de allá se da cuenta de cómo después del 2004, la guerrilla no tiene vida, hay bombardeos, la guerrilla tiene que estar moviéndose"

¿Están diezmados porque no tienen armas? ¿No tienen comida? ¿No tienen el apoyo de la gente como antes?
"Los guerrilleros han estado desertando porque ellos saben que la vida en la guerrilla no es buena; la población civil los está rechazando porque se dieron cuenta de que la guerrilla habla de que ellos luchan por la población civil, pero al mismo tiempo cometen atrocidades y por eso no les quieren colaborar y saben que si no tienen el apoyo de la población civil van a terminar capturados o muertos"

Ahora que usted misma le ha tenido que contar a la prensa internacional las condiciones en las que se vivía en las Farc, ¿cree que se justificaría la imagen que la guerrilla, con su lobby internacional, ha creado del país?"La guerrilla busca ese apoyo pero gracias a la desmovilización de guerrilleros y a la 'Operación Jaque', también se han dado cuenta que la vida en las Farc es mentira. A todo momento mienten a los medios, a los mismos guerrilleros de base, porque uno vive engañado"

Hablando de mentir, usted como radio operadora del 'Mono Jojoy' tuvo que enterarse de muchas verdades que luego se convertían en mentiras, cuéntenos una de ellas…"Cuando la muerte de los diputados del Valle del Cauca. Resulta que ellos se dieron cuenta de que se murieron por una equivocación de la guerrilla y luego salen a decir a los medios que fue en enfrentamiento con el Ejército y resulta que eso fue una mentira grandísima. Y yo sabiendo la verdad porque él nos dijo que era en enfrentamiento con la misma guerrilla y luego salen en un comunicado a decir lo contrario"

Es decir, ¿a los diputados lo mataron en un enfrentamiento entre dos frentes guerrilleros?"Sí, los diputados no los mataron porque se enfrentó la guerrilla con el Ejército sino porque se enfrentaron dos compañías, la que los cuidaba y otra que venía entrando al área y ellos pensaron que era un rescate, por eso optaron por matarlos"

¿Los ejecutaron?"Sí, es que la orden es matarlos cuando llegue el Ejército"

¿Por qué se salvó el diputado Sigifredo López?"No, el 'Mono Jojoy' no dijo porqué no lo mataron, pero a lo mejor no estaba en el campamento o estaba en baño, no sé dónde estaría, pero él fue el único que se salvó. Quizá si tiene oportunidad de salir con vida pueda contar cómo fue".

Durante el tiempo de la zona de distensión en el Caguán, se vieron esos llamados 'campos de concentración' con los secuestrados en la selva, ¿aún hay? ¿en qué condiciones podrían estar por ejemplo los militares?"Yo nunca estuve allá, también los ví por televisión pero lo que sí sé, es que ahora todo es diferente por la presión de las fuerzas militares; ellos no tienen vida y se tienen que movilizar mucho"

¿Qué secuestrados tuvo bajo su cuidado?"Estaba Juan Fernando Samudio (con el que se fugó), una señora que se llama Diana, después nos llevaron a un señor de 80 años llamado Carlos Arenas y otro llamado Fernado Yate"

¿En qué condiciones están?"Los guerrilleros que estamos de base procuramos porque no sufran, ayudamos mucho para que la comida fuera buena, que descansaran"

¿Qué impacto les produjo a las Farc la muerte de 'Raúl Reyes' a manos del Ejército?"En ese momento yo estaba en otra comisión, pero sólo dijeron que lo mataron, que a Uribe no se le escapaba nadie, porque Reyes estaba gestionando el tema del intercambio humanitario y aprovecharon que estaba en esa parte para violar la soberanía…eso fue un montón de carreta"

¿Qué se sabe de la muerte de Manuel Marulanda? ¿Dónde está enterrado? "A la comisión llegó un comunicado de Timoleón Jiménez que decía que Marulanda murió por un infarto, no decían el sitio ni nada más"

El hecho de que Alfonso Cano asuma como comandante de las Farc ha llevado a muchos a decir que con él sí es posible un diálogo ¿cree en esa buena voluntad de Cano?"Cano es más inteligente y ha estado más abierto al diálogo que a la guerra y por eso digo que lo único que le queda y para mejorar la imagen de las Farc, es que libere a los secuestrados porque lo que sí sé es que el secuestro extorsivo no lo van a abandonar porque de ahí se lucran. Ojalá Cano los entregue y quede bien, porque Marulanda se murió y le dejó unas Farc tremendamente acabadas"

Si la decisión de la salida al conflicto estuviera en manos del 'Mono Jojoy' ¿combatiría hasta el último de sus días?"'Jojoy' tiene la mentalidad de 'guerriar' pero no tiene hombres, y los pocos que tienen los tiene al pie de él cuidándolo. Yo estuve en esa comisión como cinco meses y no tuve paz sino como un mes, el resto era caminar, cuidarlo de los bombardeos, combates por tierra, eso era tenaz"

¿Cómo puede hablar de tener paz en la guerrilla cuando todo el tiempo está haciendo la guerra?"…(risas) pues no digo paz como la de brindarle paz a los colombianos sino en el cuerpo de uno, descansar, esa tranquilidad para el guerrillero, uno en la mente sabe que no está haciendo bien las cosas"

¿Qué tanta razón pueden tener quienes afirman que las Farc cuentan con el apoyo del Gobierno venezolano?"Sí, las Farc mantienen en la frontera. Pero por ejemplo yo estuve en una charla con 'Jojoy' y le preguntaba que si Venezuela nos ayudaba como decían los medios de comunicación, porqué no nos ayudaba para que el proceso revolucionario saliera adelante y pudiera llegar a la toma del poder, entonces ellos decían que no, que las Farc tenía que llegar al poder solos sin otro país…pero uno mira que Venezuela sí está apoyando a las Farc, lo que pasa es que los jefes bregan a que el guerrillero de base no se dé cuenta"

De regreso a la sociedad civil, ¿de verdad cree que las Farc llegarán al poder algún día ha hacer esa justicia social que tanto pregona?"No, las Farc tiene 45 años en los que crecieron en nombre hartísimo, pero así como crecieron en hombres se los quitaron y no tienen el apoyo político para la toma del poder"

¿Le gustaría que hubiera reelección presidencial por efecto de los acercamientos de paz de los que habla 'Alfonso Cano'?"¡Claro! me gustaría que Uribe volviera y se reeligiera para ver qué van a hacer las Farc. Ellos piensan que los tienen acabados en estos ocho años, otros cuatro años serían terribles para las Farc, pero a mí me gustaría para mirarle la cara a 'Jojoy' y a 'Romaña'"

¿Qué tal que el próximo Presidente de Colombia sea de la izquierda política?"No, Colombia nunca va a tener un presidente de la izquierda porque las Farc le han dañado la imagen. De pronto esa gente quiere hacer algo bueno, llegar a la Presidencia y no ayudar a las Farc, pero como la guerrilla se mantiene metiéndose… El caso de Petro, que es de la izquierda, pero no más con que la población colombiana sepa que es de la izquierda no quiere votar por él porque dicen que gana las Farc"

De todas maneras no puede negar que la izquierda ha ganado un espacio político, diferente a la izquierda armada que era la que usted hacía ¿no creería que esa izquierda es la que merece ser reconocida?"Mientras las Farc siga metida en ese cuento, le quitan auge a esa persona que está lanzándose…Si las Farc se quedaran callada y no hicieran escama hasta de pronto"

¿Cree que en algún momento las Farc podrían llegar a ser un partido político como en su momento lo quiso ser la UP?"No, en este momento no"

sábado, 24 de enero de 2009

¿Hay crímenes de Estado en Colombia?


Colaboraciones nº 2473 4 de Diciembre de 2008

Se equivocan quienes hablan de “crímenes de Estado” en Colombia. Confunden y engañan deliberadamente cuando hablan de actos cometidos “por patrones institucionales”. Aplicadas al caso colombiano, esas dos fórmulas carecen de sentido. Para que haya una “criminalidad estatal”, como pretenden los ideólogos izquierdistas, quienes montan grupos y pagan campañas costosísimas con ese lema, se requiere que los crímenes sean no sólo cometidos por funcionarios o agentes del Estado, sino que, sobre todo, la impunidad frente a tales crímenes sea garantizada y sólidamente protegida por el Estado.

Era lo que ocurría en los países totalitarios: el partido único que controlaba el Estado (ya fuera el partido comunista o el partido hitleriano) organizaba la exterminación de clases sociales y de razas enteras, cometía enorme cantidad de otros crímenes y delitos contra los ciudadanos de su propio país y de otros países, sin que la maquinaria judicial de esos países, ni la de los gobiernos que emergieron tras el hundimiento de la URSS y de sus países satélites, jamás sancionara a los responsables de tales crímenes. Los crímenes de la dictadura hitleriana fueron juzgados, al menos, por los Aliados en Nuremberg. Sin embargo, ningún tribunal ha juzgado hasta hoy los crímenes del comunismo.
Tal impunidad no ocurre en Colombia, ni en ningún Estado de derecho.
Si usted consulta los sitweb de organismos como la FIDH (una galaxia internacional de grupos que dicen luchar por los derechos humanos) no encontrará un sólo documento que hable de “crimen de Estado”. Encontrará solo un artículo que utiliza esa fórmula, pero respecto de actos cometidos por Rusia en Chechenia. En el sitweb de Amnistía Internacional sólo un documento utiliza esa frase, respecto de Chile. Incluso en ese caso el uso de esa frase es ilegítimo, pues tras el fin de la dictadura de Pinochet los crímenes cometidos en ese periodo fueron juzgados y sancionados.
En Colombia, si un funcionario o un agente del Estado comete un crimen o un delito, el aparato judicial se pone en marcha para investigarlo y sancionarlo. A veces, incluso, el poder judicial y los media cometen excesos y abusos contra personas que fueron acusadas por error a causa del apresuramiento de la maquinaria acusadora. En todo caso, en Colombia, el que comete un delito es sancionado penalmente. Los políticos y los militares lo saben muy bien. Muchos de ellos, a pesar de ser inocentes, lo perdieron todo: carrera, familia, futuro, luego de haber sido víctimas de acusaciones calumniosas. En cuanto a aquellos que sí cometieron delitos, fueron sancionados.
En Colombia, el Estado no organiza la impunidad penal de nadie. Hay una verdadera tradición jurídica en Colombia, a pesar de los largos periodos de grave desestabilización que el país ha sufrido por la acción conjunta de la subversión marxista y de los carteles de la droga.
La denominación “crimen de Estado” no es una verdadera noción jurídica. Ni siquiera la Declaración Universal de Derechos del Hombre emplea esa expresión. Esta habla, si, de crímenes de lesa humanidad, de crímenes de guerra, etc. Lo que es completamente diferente.
La frase “crimen de Estado” es, pues, un artificio, una invención acomodaticia. Es un instrumento de propaganda que algunos arrojan contra las autoridades para tratar de enlodarlas, para confundir a los ciudadanos, para generar en ellos sentimientos de culpabilidad, no por una legítima preocupación de justicia.
En un Estado de derecho como el colombiano cuando se descubre que un agente del Estado ha cometido un delito o un crimen, el primero en poner en movimiento la maquinaria judicial es el Estado mismo. Pues el rechazo del crimen es una de las bases del orden jurídico. El Estado de derecho no tolera, ni incita, ni ordena jamás cometer delitos a sus funcionarios.
Lo que ocurre hoy con el terrible caso de los once jóvenes, reclutados en Soacha y ultimados en condiciones obscuras en Santander, demuestra esta afirmación. ¿Quien se acuerda de que el primero en denunciar ese caso fue propio el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos? Antes de que se conocieran las circunstancias exactas en que esas muertes ocurrieron, el Gobierno decidió retirar del servicio activo, el 29 de octubre de 2008, a 27 militares de alto rango, entre ellos a tres generales y once coroneles y exigió una investigación exhaustiva. Los tres generales acataron la decisión del Gobierno pero se declararon ajenos a esos hechos y dispuestos a probar su inocencia.
El Fiscal General, Mario Iguarán Arana, dijo que bandas emergentes dedicadas al narcotráfico podrían estar vinculadas a esas muertes y que la Fiscalía contempla esa hipótesis, entre otras.
Empero, como en otras ocasiones, la prensa se anticipó y habló como si la investigación judicial hubiera ya rendido sus conclusiones. Comenzó a utilizar la frase de “ejecuciones extrajudiciales” y a bordar el espectro de una “macabra red militar encargada de violar los derechos humanos”. Sugirió que el Estado estaba detrás de esos horrores y que el Gobierno pagaba a los militares por los muertos que resultaban tras los combates contra las bandas criminales. Todo eso era terriblemente confuso. El mismo Mario Iguarán se equivocó al creer que la política de recompensas diseñada por el Gobierno para luchar contra el crimen, retribuía a militares y era la causa de esos abusos (cuando sólo los civiles son retribuidos) y pidió que tal política fuera “revisada”, lo que le valió un llamado de atención del presidente Álvaro Uribe.
Otros tratan de pescar en río revuelto confundiendo en un mismo rubro actos terroristas y “falsos positivos”, o bajas de guerrilleros en combate con “ejecuciones extra judiciales”. Otros quisieran ver desmontado el esquema de pagos a civiles por informaciones antiterroristas.
Bajo un sistema de controles estrictos, 21 mil millones de pesos fueron entregados a civiles en 2008 en Colombia. Tales pagos han salvado la vida y la integridad física y moral de miles de colombianos y constituyen un excelente medio para combatir el crimen.
Si las muertes de los jóvenes de Soacha hubieren sido cometidas por militares aislados, habría que saber qué hay detrás de eso, de dónde vinieron las órdenes, el dinero, etc. Habría que probar que los matones cumplían instrucciones de las autoridades y que éstas los protegen. Nadie ha probado tal cosa hasta hoy.
A raíz de lo ocurrido en Soacha, el investigador independiente Alfredo Rangel evocó casos parecidos ocurridos en Montería, Cimitarra, Sincelejo y Toluviejo, en 2007. El asegura que tales “falsos positivos” son el resultado de “acuerdos ocasionales entre miembros corruptos y criminales del Ejército y bandas armadas al servicio del narcotráfico”. Parece que en Toluviejo y Barranquilla una decena de reclutadores fueron capturados y que otros están huyendo. Alfredo Rangel, sin embargo, no habló de “crímenes de Estado”.
Una cosa es el presunto accionar criminal y secreto de ciertos elementos corrompidos de las fuerzas del orden y otra la política del Estado para debilitar a los grupos irregulares. Esta última es, por el contrario, la negación de los “falsos positivos”. Como explica Alfredo Rangel, y como lo demuestran los hechos recientes, esa política consiste en “preferir la desmovilización [de los guerrilleros] a su captura, y ésta última a darlos de baja en combate”.
Sólo los que impulsan la tesis confusionista de los “crímenes del sistema” pretenden borrar de la realidad estos hechos.

Eduardo Mackenzie. Periodista, última obra publicada: Les FARC où l’échec d’un communisme de combat. Colombie 1925-2005

viernes, 23 de enero de 2009

A 60 AÑOS DE LA DECLARACIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS

Por: Darío Acevedo Carmona
Enero 18 de 2009
El 9 de diciembre de 1948 países de diferente signo y formas de gobierno, entre ellos las dos superpotencias ganadoras de la Segunda Guerra Mundial, la URSS y USA, firmaron la declaración de los Derechos Humanos. Dicho texto contiene los umbrales éticos que debían ser observados por los estados y por las personas con el fin de garantizar la realización de la justicia, la igualdad, la libertad y otros derechos elementales y fundamentales para el bienestar de los hombres. En esencia, es una carta con la pretensión de universalizar derechos que nos hace idénticos independientemente de nuestra condición social, creencias religiosas, consideraciones ideológicas y condición racial y sexual.

Con el paso de los años se crearon instituciones y movimientos para la promoción, defensa y vigilancia de los derechos humanos. De modo parejo, la filosofía sustentatoria de estos derechos se expandió y ganó legitimidad en medio de conflictos armados y guerras nacionales y civiles en las que se violaba flagrantemente la condición humana. A pesar del consenso sobre las normas que se aprobaron en aquella ocasión memorable y de sus posteriores desarrollos, la experiencia histórica de estos últimos cincuenta años no es muy alentadora: guerras de liberación nacional, procesos de descolonización, guerra fría, guerras civiles, dictaduras en todos los continentes, dejan un mal balance.
Sin embargo, otra tendencia habla en positivo de la vigencia y de la importancia del discurso de los derechos humanos como herramienta para evitar la degradación y la violación de los derechos de las gentes: muchos países han podido iniciar una vida independiente, muchas guerras han concluido en tratados, el odioso “Apartheid” llegó a su fin luego de la intensa lucha de la mayoría negra sudafricana y muchas dictaduras oprobiosas fueron derrocadas o abatidas.

Pero quiero ser claro en que la pretensión de estas reflexiones no es recrear la historia de los derechos humanos. Quiero ubicarme en mi país, Colombia, que ha sufrido las inclemencias de una violencia desbordada y cruel desde fines de la década de los setenta.
Entonces, políticas adelantadas por el presidente Julio César Turbay, plasmadas en el llamado Estatuto de Seguridad para combatir a movimientos insurgentes, dieron lugar a protestas de sectores opositores por violaciones masivas de derechos humanos acometidas por agentes del estado y de la Fuerza Pública amparados en dicho estatuto. Vivíamos en el contexto de la llamada “guerra fría” y ello nos permite entender, en perspectiva histórica, que la existencia de grupos insurgentes y la aplicación de la violencia oficial, eran parte de un conflicto que nos trascendía, la confrontación URSS-USA.
A pesar de los discursos académicos, políticos e intelectuales que despreciaban el peso del factor externo y magnificaban el de los factores internos, más tarde llamados “causas objetivas”, era claro que la violencia que se imponía en diversos escenarios estaba inspirada y determinada en mayor medida por las presiones e intereses de las superpotencias. De ahí en adelante, es decir, por 30 años, la violencia política se ha expandido y ha involucrado nuevos actores, pero, además, ha sobrevivido a cambios significativos de la vida internacional como el derrumbe de la Unión Soviética y la lucha contra el terrorismo internacional que se desató luego del 11-S.

En estos 30 años el país ha experimentado cambios dramáticos y profundos pero, la calidad del discurso y de la acción de los defensores actuales de los derechos humanos, diseminados en decenas de Ong dedicadas a la agitación y a la propaganda se ha empobrecido si se les compara con personajes que dejaron una impronta de seriedad, contextura ética y profundidad, como Alfredo Vásquez Carrizosa, Gerardo Molina, Estanislao Zuleta y Héctor Abad Gómez.

La distorsión de la causa humanitaria en Colombia

Resulta que hoy, a diferencia de los inicios, los activistas de derechos humanos parecen más preocupados por adelantar campañas con sabor oposicionista que por hacer promoción y defensa leal de los derechos humanos. El defensor de esta causa pierde credibilidad cuando se deja llevar por intereses político partidistas, por arrestos proselitistas y cuando confunde la noble tarea con el activismo partidista.

El activista de los derechos humanos tiene la obligación de evitar dar la impresión de estar colonizado por una determinada corriente ideológica. Hace ya varios años, el filósofo de la Universidad Nacional, Luis Alberto Restrepo, advirtió contra la tendencia dominante en los años noventa de asimilar derechos humanos como discurso de la izquierda, que se tradujo en una idea deformada según la cual aquí sólo se violaban los derechos humanos a gentes de izquierda. Caer en esa distorsión, que es algo que desafortunadamente se mantiene, va en contra del carácter universal de la declaración de los derechos humanos. La apropiación ideológica de los derechos humanos desdice y desfigura el contenido de los derechos humanos. El militante o activista defensor de los derechos humanos tiene que ser ecuánime, firme, claro, categórico, preciso y oportuno en su tarea, pero igual, tiene que ser educador, pedagogo, analítico y buen observador para distinguir cada situación crítica y diferenciar los niveles de responsabilidad. No es lo mismo, aunque varias Ongs se han empecinado en pensarlo así, la situación de los derechos humanos en dictaduras como las de Pinochet y Videla que en un país como Colombia.

Pero, quizá el síntoma más preocupante de la flaqueza moral e intelectual de muchos defensores de derechos humanos es la debilidad que exhiben en el debate sobre los cambios que se han operado en la legislación internacional y sobre la evolución de los derechos humanos en el país. En vez de textos o documentos serios, lo que tenemos es campañas mediáticas, señalamientos sumarios y sin fundamento como cuando se afirma que en Colombia se producen siete asesinatos diarios por razones políticas. No se aprecia ningún esfuerzo por reinterpretar las nuevas situaciones de la vida nacional, pues según ellos, nada ha cambiado, todo lo contrario, Colombia es el peor de los mundos, está al nivel de lo que se vive en Sudán, en el Congo, en Somalia, en Eritrea y en Afganistán.

Otro síntoma de preocupación es el que muestran impúdicamente algunas Ongs como el Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo y la Comisión Colombiana de Juristas que mezclan su labor de defensa de los derechos humanos con el interés de convertirse en litigantes en procesos que se adelantan en jurisdicciones nacionales e internacionales en los que se mueven millonarias sumas por concepto de honorarios. Pienso que la misión defensora de los derechos humanos, que se debe parecer más a un apostolado por los elevados ideales que están en juego para la humanidad, se perjudica y se mancha cuando es atravesada por el interés pecuniario. Las víctimas tienen el derecho a defenderse y a ser atendidas por abogados y estos tienen derecho a cobrar su paga, pero cuando se juntan los dos ámbitos o intereses, pierde credibilidad la causa de los derechos humanos.

Tampoco es edificante ni tiene presentación filosófica ni sustento político que organizaciones defensoras de derechos humanos de espectro democrático se hayan aliado con otras que claramente han asumido una actitud de instrumentalización de los derechos humanos al servicio de proyectos de izquierda y que niegan, inmoralmente, la exigencia de cumplimiento de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario a los grupos armados insurgentes.

Hay otras conductas y actividades que deslucen la misión de estos activistas y organizaciones humanitarias, como por ejemplo, la inconsistencia ética en que incurren cuando protestan por las sanciones económicas y el aislamiento de los EE. UU. contra Cuba y a renglón seguido, organizan misiones y desplazamientos con gran despliegue mediático a EE. UU. para solicitar a sus instituciones y gobierno que sancionen a nuestro país y que le nieguen la firma del TLC. O como cuando se declaran demócratas e ironizan sobre las flaquezas de nuestra democracia, pero salen a respaldar la hereditaria dictadura castrista de Cuba. Pierde seriedad la causa humanitaria en manos de personajes que aprovechando su condición de liderazgo de movimientos de víctimas lanzan un libro lleno de suspicacias con el único propósito de tejer un manto de dudas sobre el presidente Uribe basado en el sofisma de que éste, por tener una finca en Córdoba, tenía saber todo lo que malo que allí ocurrió y al no denunciarlo se convirtió en cómplice o promotor de la expansión del paramilitarismo.

Es una lástima que los sectores más democráticos de las Ongs humanitarias hayan claudicado ante la distorsión y la colonización de los derechos humanos por parte de sectores dogmáticos de izquierda, que tomen parte de misiones de agitación y propaganda que desconocen los cambios que se han dado en el país, que impidan una precisa y rigurosa apreciación y valoración de los problemas que aún se presentan en nuestra sociedad, que le saquen el cuerpo al debate político y filosófico, pues lo que les interesa es el escándalo, y que hayan confundido y mezclado activismo opositor, proselitismo partidista con defensa de los derechos humanos.

jueves, 22 de enero de 2009

Obama reivindica los valores de Estados Unidos y advierte a sus enemigos.

Diario Exterior, Madrid
21 de enero de 2009
"Hoy les digo a ustedes que los desafíos que enfrentamos son reales, son serios y son muchos", dijo Obama en su discurso tras jurar como 44to presidente de Estados Unidos. En lo que constituye uno de los hechos históricos de la democracia estadounidense, Barack Obama juró como el primer presidente negro en las escalinatas del Capitolio.
El juramento lo hizo apoyando su mano derecha sobre la misma Biblia sobre la que también jurara Abraham Lincoln en 1861 y que no había sido utilizada para este tipo de ceremonias desde entonces. Obama, el presidente número 44 de la larga historia democrática de los Estados Unidos, se comprometió ante los símbolos republicanos y federales por excelencia de esta nación: ante el Capitolio y frente al titular de la Suprema Corte norteamericana.
Con la presencia de más de dos millones de personas en el tradicional Mall que une el Monumento a Washington con el Parlamento de los EEUU, Obama pronunció la fórmula que quedará en la historia: "Juro solemnemente que ejecutaré fielmente el cargo de Presidente de los Estados Unidos". Junto a Obama se encontraba en todo momento a su esposa Michelle, uno de los pilares fundamentales en su carrera hacia la Casa Blanca. George W. y Laura Bush también formaron parte de la ceremonia que elevó al ex senador de Illinois a la máxima magistratura norteamericana.

Los tramos sobresalientes del discurso
En uno de los tramos más significativos de su discurso, el nuevo Presidente dijo que "el mundo ha cambiado y debemos cambiar con él. Por mucho que pueda hacer el Gobierno, son la fe y determinación del pueblo" las que pueden hacer realidad el cambio", afirmó. "No vamos a pedir disculpas por nuestra forma de vida ni a titubear con nuestra defensa, y para los que quieran lograr sus objetivos induciendo al terror y asustando a inocentes, que sepan que nuestra determinación es más fuerte. No podréis vencernos, nosotros os derrotaremos", ha advertido.

Por otra parte, hizo un llamamiento a los musulmanes a iniciar un "nuevo camino" juntos en el que predomine el "respeto mutuo". "A aquellos líderes en todo el planeta que buscan sembrar conflicto, o responsabilizar de los males de su sociedad a Occidente (les digo): sabed que vuestro pueblo os juzgará por lo que podéis construir, no por lo que destruis", añadió. "Queda trabajo por hacer", añadió, con especial atención a la crisis económica. Se dirigió a quienes dudaron de su proyecto, de la posibilidad de desarrollar grandes ideas y ponerlas en marcha. "La cuestión no es si el Gobierno es demasiado grande o pequeño, sino si realmente funciona o no ".

Una nueva era
Según los analistas internacionales, con la asunción de Obama, también se abre una nueva era en la economía y en la política mundial: los frentes en Afganistán y en Irak serán los máximos desafíos que afrontará junto a su designada secretaria de Estado, Hillary Clinton, ex rival suya en las primeras demócratas. La crisis financiera internacional, que explotó a partir de los créditos subprime otorgados por entidades de poca solidez económica, será también el punto crucial y más urgente que el mundo le reclamará a Obama a partir de esta misma tarde, cuando comience a mudar sus valijas y documentos a la Casa Blanca y dé inicio a una extensa ronda de reuniones con los protagonistas de la economía.
Tim Geithner -actual presidente de la Fed- será secretario del Tesoro y Larry Summers, el jefe del Consejo Económico Nacional. Christina Romer será directora del Consejo de Asesores Económicos y a Melody Barnes, al frente del Consejo de Política Nacional. En tanto que el ex presidente de la Reserva Federal Paul Volcker se encargará de dirigir un nuevo consejo asesor en materia económica. Esos serán quienes deberán concretar las ideas y las medidas económicas de Obama.

miércoles, 21 de enero de 2009

Colombianos: ¡Ayuden a su país, en vez de destruirlo!

Por: Jacques Thomet
Un Journalisme d'investigation
http://jacquesthomet.unblog.fr/
14 de enero de 2009

Mi respeto impregnado de admiración por su pueblo, a pesar del dolor de las víctimas de un conflicto sin final, me obliga a llamarles la atención. Quién ama bien castiga bien, dice el sabio proverbio. ¡Ayuden a su país, en vez de menospreciarlo sin cesar! Por haber vivido y trabajado en Colombia como periodista extranjero (en la AFP) durante cerca de seis años, puedo decirles con certeza: ustedes llegarán a ser parte del Primer mundo el día en que guarden sus armas en el desván.

No hablo sólo de los grupos armados, ni de sus metas desconectadas de la realidad económica actual, en un mundo enfrentado a una mundialización global. Vivir de los rehenes y de la cocaína los llevará ineluctablemente al fracaso final, a un lamentable baño de sangre si no le ponen fin a su violencia. Esto que digo es válido para las FARC, para el ELN y para las AUC (o sus continuadores). La rendición de todas esas organizaciones permitirá su reintegración a la vida civil, como ya pudieron hacerlo miles de otros como ustedes y sin sufrir la exterminación que tanto temen cuando evocan el precedente de la Unión patriótica. Me dirijo también a otros actores importantes de la sociedad colombiana, es decir, a los medios de comunicación. En mi calidad de periodista francés, puedo decirles que sólo su régimen democrático tolera, sin reaccionar, sus insultos repetidos contra el Presidente de Colombia. Les guste o no,
Alvaro Uribe fue elegido y luego reelegido, en la primera vuelta de cada elección, en 2002 y 2006.

Si yo escribiera sobre el jefe del Estado francés lo que ustedes eructan, semana tras semana, sobre su presidente, yo sería objeto de reacciones judiciales inmediatas en este París que ustedes ven erróneamente como el paraíso de los Derechos humanos. ¿Saben ustedes acaso que el ex director del diario Liberation sufrió recientemente una violenta detención (fue maltratado delante de sus niños, aislado e interrogado por la policía durante 48 horas, le hicieron un control anal, le retiron la corbata y los cordones de sus zapatos para evitar, probablemente, un posible intento de suicidio)? ¿Todo eso por qué? ¿Cual fue su fechoría? Por el comentario que un internauta dejó en la página web de ese diario. ¡Cuando yo leo las reacciones que los lectores dejan en los diarios colombianos me digo que todos ustedes serían detenidos si sus periódicos se publicaran en Francia!

Las FARC anunciaron en diciembre pasado la liberación eventual de seis de sus rehenes, quienes han estado encadenados desde hace seis o más años, y su entrega a Piedad Córdoba. Ese es el último ejemplo hasta hoy de un escándalo que ustedes no sólo ignoraron sino que dejaron desarrollar. Sus editoriales, en lugar de denunciar los repetidos chantajes de la guerrilla sanguinaria antes de cumplir sus promesas, toman por objetivo al presidente, quien se opone, entre otras cosas, a la presencia de Hugo Chavez en esa liberación. ¿Debo recordarles lo que haría Venezuela de su país si ese aprendiz de dictador pudiera anexarse a Colombia en su sueño de una nueva Gran Colombia? Ustedes serían convertidos en peones o, peor, en siniestros "colaboradores" de un sistema comunista que el mundo entero detesta. Reaccionen entonces, y cesen sus peleas para hacer de su país un faro de la América Latina del siglo XXI.

martes, 20 de enero de 2009

Ramonet y Cassen : los tramposos.

Por: Flora Tristina
Desde Bordeaux ATTAC, organización ciudadana de renombre mundial, fue creada por Ignacio Ramonet (el ideólogo) y Bernard Cassen (el cajero). Hasta hace poco, la arquitectura de ATTAC estaba celosamente protegida en las lujosas oficinas de "Le Monde Diplomatique" en París.
En efecto, Ramonet hizo que su ex-periódico se convirtiera en la vitrina de la organización altermundialista, mientras que Cassen utilizaba a los militantes de ATTAC para aumentar el número de abonados del periódico, un verdadero negocio redondo. Los dos personajes cumplían roles bien definidos y complementarios.
Durante su reinado, Ramonet garantizaba la visibilidad de ATTAC mientras que Cassen ejercía un control staliniano sobre la organización. Ya Ramonet y Cassen no son los dueños de ATTAC Con el pasar del tiempo, la organización se desarrolló. Se crearon más de 240 comités; el contingente y la fuerza de ATTAC lo conformaban más de 30 000 militantes.
Como toda organización social activa, ATTAC pregona la democracia que reposa en una idea esencial: un hombre, un voto. Pero este pensamiento simple –el voto es sagrado y es un valor fundamental en democracia- nunca formó parte del diccionario mental de este par de joyitas francesas que, por cierto, suelen hacer turismo social en los hoteles de lujo de Caracas.
Los militantes de ATTAC, fuertemente influenciados por un pensamiento libertario, organizaron una consulta electoral endógena. Para ese momento, los militantes de ATTAC se habían creído completico el cuento de la democracia y aunque no tenían a Bolívar como líder, ya comenzaban a considerar que no era muy sano eso de tener eternamente los dos mismos carcamales dirigiendo la organización; amén de las dudas y disgustos que hubiera por la gestión de estos personajes que, aliando el nombre de la organización al patrocinio de gobiernos, hacían que ésta perdiera su fuerza principal : la independencia. Fue entonces cuando los dos dirigentes históricos, Cassen y Ramonet, decidieron pervertir los resultados electorales para evitar una derrota anunciada.
El escándalo parisino Las últimas elecciones de ATTAC en París fueron anuladas por fraude. El grupito guiado por Cassen falsificó los resultados utilizando un procedimiento tan grosero que demostrar el fraude fue un juego de niños. En efecto, tres equipos de expertos, luego de analizar los resultados, llegaron a la misma implacable conclusión de que los votos habían sido manipulados. Basta con introducir en cualquier navegador de Internet "attac elecciones internas fraude", para que el lector curioso descubra el tamaño de la trampa y constate el efecto desastroso en la imagen de ATTAC y de su principal responsable, el mismo Cassen que va regularmente a Venezuela a dictar cátedra de moral revolucionaria alternándose con su cómplice Ramonet. Como se diría en Venezuela : "el mismo musiú con diferente cachimbo".
El miedo a la justicia francesa. Frente a la demoledora demostración del fraude (ver el informe de René Passet en Internet) y a la amenaza de intervención de la justicia francesa en los asuntos internos de ATTAC, el dúo, ya no muy dinámico, Ramonet-Cassen, se fue volando como tucusitos asustados. Cassen y su banda de hampones se vieron obligados a negociar para evitar la confrontación con la justicia. En efecto, son numerosos los dirigentes y militantes de ATTAC que denuncian a Cassen como el autor intelectual y la mano peluda e invisible que falsificó los resultados electorales (ver el informe de Thomas Coutrot en Internet), cosas veredes Sancho, quién lo diría?, el expregonero de la moral altermundialista expuesto ante los militantes, que en su mayoría compran el periodiquito (cariñosamente lo llaman "Diplo"), como los mismos rapaces que tanto denuncia. Parece que no es coba el cuento de que el poder pervierte.
El resto es historia conocida : Cassen y Ramonet perdieron para siempre el control de ATTAC, felizmente para la organización. Ramonet ya no dirige Le Monde Diplomatique. Cassen se transformó en un personaje insípido e infrecuentable de la vida política francesa. El único consuelo que les queda a esos dos malandritos es la Venezuela bolivariana como tierra de asilo generosa. Ellos saben muy bien que en el país de Hugo Chavez, basta un simple consejo al príncipe para que éste les recompense con una excelente remuneración.
Sírvase Usted de esta información para que Venezuela descubra la verdadera naturaleza de esos dos señores que no representan para nada la tradición intelectual francesa. Cassen, Ramonet… y ya casi me olvidaba de Maurice Lemoine, el mayordomo que los acompaña recogiendo las miguitas, avergüenzan a la Francia de Emile Zola y de Albert Camus. Desde Bordeaux, Flora Tristina

lunes, 19 de enero de 2009

Un problema sin identidad

Por: Jaime Restrepo. Director de Atrabilioso.
Los colombianos decidieron aprovechar los primeros días del año para solicitar la nueva cédula de ciudadanía que tendrá vigencia a partir del 1 de enero de 2010. Pero la cara de la gente que salía de las registradurías municipales y distritales tenía un rictus de pesimismo y resignación, pues los funcionarios están informando que los documentos serán entregados dentro de dos años.

Esto significa que miles y miles de colombianos tendrán que estar prácticamente indocumentados, por lo menos hasta el año 2011, pues la cédula actual no servirá de nada dentro de un año.

Pero esto ocurrirá en el mejor de los casos. Cuando solicité la renovación de mi documento, en julio de 2007, me informaron que estaría listo en seis meses, es decir, en diciembre de 2007. Sin embargo, ¡oh sorpresa!, solo hasta diciembre del año pasado, la página de la Registraduría me informaba que mi documento ya estaba disponible.

Fui entusiasmado a recibir mi nueva cédula y después de una larga fila, un funcionario me pidió la contraseña y unos minutos más tarde me informó que mi documento no había llegado aún. ¿Pero si ya en internet dice que llegó? No importa lo que diga la página web… su cédula no ha llegado. Venga en enero a ver qué pasa.

Finalmente la semana anterior, después de hacer otra fila, mi cédula de ciudadanía ya estaba lista y me fue entregada sin ningún contratiempo, solo que 13 meses después de lo que me informaron inicialmente. Entonces me pregunto: ¿será que los dos años que anuncian ahora si se cumplirán? Lo dudo, pues la experiencia indica lo contrario.

Lo más grave es que si las cédulas de ciudadanía de miles de colombianos no son entregadas antes de 2010, debido a que decidieron hacer la gestión un año antes de la fecha límite (lo que para la Registraduría significa dejarla para último momento) esos miles de ciudadanos deberán enfrentar un sinnúmero de problemas en sus transacciones, movimientos bancarios y hasta los pensionados que tienen que enviar la supervivencia notarial en una fotocopia de la cédula de ciudadanía, podrían dejar de recibir sus mesadas por cuenta del cambio y sobre todo, por la ineficiencia de la Registraduría Nacional del Estado Civil que necesita más de un año para imprimir un documento que queda prácticamente listo desde el momento en el que se solicita.

Y otro asunto grave tiene que ver con las elecciones de 2010: si miles de colombianos no tienen la cédula vigente en ese momento, no podrán ejercer su derecho al voto, lo que reducirá considerablemente la participación en los comicios para Congreso y en las elecciones presidenciales. Esto sin mencionar el grave problema que generaría esta situación en un hipotético referendo que dependería de los umbrales del censo electoral.

Es cierto que desde hace varios años se viene anunciando el dichoso cambio de cédula, pero en centenares de municipios las máquinas para hacer el proceso solo llegaban por un breve tiempo, lo que no permitía que los habitantes de esos municipios pudieran realizar el trámite.

Otros, supongo, pensaron ingenuamente que un año es más que suficiente para que se expida la cédula, pues si el documento queda listo para imprimir, no hay una explicación razonable para que la tarjetica no sea expedida en pocos días.

Pero la ineptitud de la Registraduría llegó al cinismo de lanzar, solo hasta este año, una campaña publicitaria intensa para motivar a la gente a renovar el documento. Los que atiendan el llamado se enfrentarán a la realidad de que dos años es el tiempo mínimo que tardarán en recibir la nueva cédula, todo por cuenta de la ineficiencia y de la burocracia parasitaria de la Registraduría.

AL CIERRE: ¿Quién elaboraría el programa para las nuevas cédulas de ciudadanía? Según el nuevo documento, ninguna palabra lleva tilde, seguramente apegándose a una obsoleta creencia de que las palabras en mayúscula no llevan acento: los apellidos y las palabras como ciudadanía y república están sin tilde… ni eso fueron capaces de hacer bien.

viernes, 16 de enero de 2009

Los caminos hacia la paz.

Por: Claudia López
El Tiempo
Publicado el 13 de Enero de 2009
Aunque parcializado y autojustificatorio, el balance de los problemas y tragedias de Colombia que hace alias 'Alfonso Cano', en el intercambio epistolar que de buena fe propiciaron algunos colombianos, no está muy lejos de la realidad.
Pero 'Cano' desconoce que las Farc también son parte y causa de esas tragedias y realidad. Señala al presidente Uribe de guerrerista, pero insiste en usar las armas para llegar al poder. Eso también es guerrerismo. Ofrece liberar a seis secuestrados, pero justifica la práctica del secuestro. Y propone que junto con las Farc se aglutinen las fuerzas políticas y sociales para acordar una "Nueva Colombia".

Los colombianos firmantes propusieron como objetivo inicial destrabar el Acuerdo Humanitario. En su respuesta, las Farc ampliaron los objetivos a "la salida política del conflicto, el canje humanitario y la paz". También propusieron involucrar más gente: "Es necesario esforzarnos en procurar la vinculación de la mayor cantidad posible de organizaciones políticas y sociales y de personas independientes." Y, también, "tener en cuenta la manifiesta disposición de la gran mayoría de presidentes latinoamericanos para contribuir con sus esfuerzos en el proceso de intercambio humanitario y paz." Eso evidencia que las Farc quieren sacarles más jugo a las cartas que el mero destrabe del Acuerdo Humanitario o el canje de prisioneros. Eso no es mala señal, pero requiere de claridades mínimas.

Renunciar al secuestro como instrumento financiero o político de su guerra es una condición sine qua non para ampliar el espacio político de la paz. Combinar las formas de lucha no es el camino que conduce a la paz, sino el que la imposibilita. El único legado de esa inaceptable combinación ha sido la masacre de civiles, la deslegitimación de la política y la reivindicación social, la práctica del crimen y el terrorismo por agentes del Estado, y la toma del poder por el narcoparamilitarismo, que fue quien más jugo le sacó a la tal combinación. El Gobierno de Colombia no libra una campaña para derrotar a las Farc por capricho ni por imposición, sino por mandato electoral de la mayoría de colombianos. Con Uribe o sin él, los colombianos seguiremos apoyando el uso de la Ley y la fuerza legítima para combatirlos hasta que decidan renunciar a la violencia y usar vías legítimas.

Renunciar a la primera es el paso de las Farc, garantizar y ceñirse a las segundas es el deber del Estado colombiano. Posibilitar y asegurar ese camino entre ambas partes es el principal rol de los colombianos; verificar el cumplimiento de esas eventuales decisiones nacionales el de los extranjeros. No sub o sobrevalorar la viabilidad política de esos roles y decisiones es esencial para cualquier camino humanitario o por la paz.

Las deficiencias de nuestra democracia nunca se han superado por las armas, sólo se han profundizado con ellas. La resistencia democrática que hacemos millones de colombianos es contra el uso combinado de violencia, narcotráfico y corrupción para tomarse el poder político o mantenerse en él. La mayoría no justificamos esas prácticas ni aspiramos a que un ejército de criminales "justicieros" saque al anterior. Aspiramos a que la ley, la justicia y la acción política y ciudadana desarmada y desnarcotizada nos liberen de justicieros de todo pelambre.

Tiene razón 'Cano' cuando recuerda que la guerra sólo se humaniza cuando se acaba. Acabar a las Farc es la justificación de la guerra. Acabar la justificación de la guerra es el único aporte que están en capacidad de hacer las Farc. La guerra es el principal obstáculo para la prevalencia de la democracia, los derechos humanos, la justicia y la equidad en Colombia. Aun el narcotráfico podría tener un manejo distinto sin las Farc de por medio. No hay mayor revolución social y política en Colombia que acabar la guerra. Semejante aporte es el que pueden posibilitar las Farc si se deciden honestamente por la paz.

jueves, 15 de enero de 2009

Cuba, un fracaso del bien.

Por: Eduardo Escobar
El Tiempo
Publicado el 13 de Enero de 2009

La televisión hizo que la imagen trágica diera varias veces la vuelta al mundo. Fidel avanza por el auditorio atestado, da un paso falso, se precipita. Sin los reflejos del antiguo deportista, la cosa habría sido peor. Ese día marcó el comienzo de la decadencia de un titán. Un gran hombre por el peso de unos sueños que ya no soportan las rodillas, y por el tamaño de sus defectos más que por sus realizaciones, digamos la verdad.

Símbolo del fracaso del Bien contra lo real, Fidel es para vastos sectores de la generación que estaba en la adolescencia cuando entró en La Habana con su horda de profetas barbudos un libertador desgraciado. Los periódicos nos habían acostumbrado a la figura crística, los ojos límpidos en el cielo, apoyado en un fusil, cuando contaba con la simpatía universal. Ícono de la rebelión planetaria contra lo viejo en medio de los pavores atómicos de la guerra fría, las viles dictaduras militares latinoamericanas, el rock protestante del jipismo, y las revueltas universitarias de los años sesenta, según su ejemplo montones de idealistas en todas partes se tragaron el cuento de la infalibilidad de la guerra de guerrillas y se fueron al monte a matar y a morir.

En su génesis la revolución cubana fue una fiesta. Y una pedagogía. La Habana, la capital de la inteligencia occidental. Allá pasaban Sartre y su mujer, los escritores del boom indoamericano, los poetas disidentes de Norteamérica, Allen Ginsberg, los nadaístas, los teólogos de la liberación, Ernesto Cardenal. Casa de las Américas propiciaba encuentros. Patrocinaba concursos prestigiosos. Pero el milagro pronto empezó a pisar suelo de erizos bajo la superficie tersa de la ilusión renovadora.

Las lacras del dogmatismo, los fiascos en la economía, las multitudinarias frustraciones de las zafras se unieron en una cadena de acontecimientos siniestros a los dilemas sobre el sentido de la revolución y las divergencias con el partido comunista encarnado en personajes como Aníbal Escalante. El juicio del poeta Heberto Padilla evidenció las restricciones a la libertad de expresión y opinión. Los militares fusilados por narcotráfico, las corrupciones. Las fugas masivas de cubanos del estrambótico paraíso hacia los espejismos del capitalismo montados en neumáticos viejos y tablas podridas, la insatisfacción. Luego, la bancarrota de los bolcheviques en Rusia dejó sin amparo a Fidel y comenzó a quedarse solo en medio de su nación arruinada.

Por el bloqueo, dice la ortodoxia burocrática. Por la falta de realismo político, dice la autocrítica.
La torpeza del bloqueo yanqui afianzó el poder del discípulo de los jesuitas, dice el sentido común. No hay que ser profeta para saber que el día cuando acabe el bloqueo la revolución se va a desbaratar en un santiamén ante el hambre de novedades del capitalismo, el derecho de acceder a la tecnología de una simple licuadora, a fundar periódicos y hablar en voz alta. Aterran los intelectuales de izquierda haciéndose agua la boca en los periódicos con declaraciones viciosas nacidas de la emoción y el orgullo herido más que de la razón en los 50 años de la revolución. La dignidad socialista, las conquistas de la equidad fidelista son delirios, fábulas, consuelos en el destrozo de las buenas intenciones. Condenaron a muerte lenta en una dialéctica escabrosa varias generaciones de cubanos vivos en favor de unos cubanos por nacer. Alguien dijo que con Fidel los oprimidos de Cuba tomaron la palabra. Pero hace seis meses carecían de teléfonos celulares. Y qué es la libertad de palabra sin la libertad de hablar por teléfono.

La izquierda exquisita se niega a aceptar el fracaso de la revolución cubana en un socialismo surrealista a la Maldoror. Y que por eso Fidel, que puede ser todo lo que uno quiera menos bobo, lleva esa cara de tristeza infinita como una cruz que parte el alma de quienes aún lo admiramos como a un padre con desmesuras y fiascos y todo con una admiración grande como la piedad que nos inspira.

miércoles, 14 de enero de 2009

Colombia Construye Futuro

Por: Francisco Miranda H. (Director de Conciencias)
El Tiempo
Lunes 12 de enero de 2009
La Ley de Ciencia, Tecnología e Innovación aprobada por el Congreso es parte fundamental de la construcción de un país que requiere una transformación productiva para asegurar un crecimiento sostenido a tasas superiores del 8 por ciento anual y una disminución de sus niveles de desigualdad social y regional.

La evidencia internacional muestra que los países que se han propuesto promover su capacidad de desarrollo y uso del conocimiento como fuente para la generación de valor han logrado cambios de la magnitud que se propone realizar en Colombia. Este es el caso de Corea, China, Irlanda y de manera más cercana Brasil y Chile.

Colombia se había demorado en realizar cambios institucionales y de política que le permitieran hacer del conocimiento una real herramienta para su desarrollo. Esto está cambiando; así lo demuestran las políticas de competitividad y de investigación e innovación adoptadas por el Gobierno, las cuales se ven ahora fortalecidas con la institucionalidad que crea la nueva ley. En ella se establecen disposiciones que llevan de manera explícita al Consejo de Ministros y al Consejo Nacional de Política Económica y Social estos temas. Se trasforma a Colciencias en departamento administrativo y se establece la obligatoriedad de definir un plan de mediano plazo y un marco anual de inversión que garantice el cumplimiento de las metas específicas de inversión.

Otro gran aporte de la Ley es la creación de un instrumento financiero acorde con las formas de financiación de la investigación y el desarrollo en muchos países exitosos en este campo. El Fondo Francisco José de Caldas permitirá que existan aportes públicos nacionales, regionales e internacionales, así como recursos privados, lo que se traducirá en la creación de modalidades para la inversión y de condiciones de fomento para la investigación y la innovación. Con el tiempo, se crearán nuevas empresas de base tecnológica, con mayor valor agregado y más bienestar para los colombianos.

El proceso que se recorrió para llegar a la aprobación de la Ley parte del debate entre miembros de la comunidad académica, empresarios, funcionarios públicos y miembros de la sociedad civil en el marco del llamado Foro Maloka, donde se establecieron sus bases. Este trabajo fue el punto de partida con el que la senadora Marta Lucía Ramírez y el representante Jaime Restrepo Cuartas presentan una iniciativa parlamentaria que luego fue avalada por el Gobierno Nacional, debatida y aprobada por unanimidad en el Congreso.

Este hecho, unido al respaldo de empresarios, rectores universitarios, directores de centros de investigación, líderes políticos, gremiales y cívicos, así como el decisivo apoyo de la directora del Departamento Nacional de Planeación, las ministras de Educación y de Comunicaciones, el Ministro de Hacienda y el Presidente de la República, muestra claramente que este es un tema de Estado en el cual existe consenso nacional.

También es motivo de especial satisfacción para Colciencias el consenso que existe sobre el trabajo desempeñado desde su creación y, por tanto, la nueva ley es el mejor homenaje en sus 40 años.

Fueron muchos quienes aportaron su tiempo, su dedicación y su motivación.

Todos aquellos que colaboraron en el proceso son parte de una ley que promueve un modelo social y económico donde existan relaciones de construcción y tolerancia entre los sectores académicos y productivos y se logren consensos para unificar los esfuerzos de las mayorías hacia objetivos claros, que redunden en el mejoramiento de la competitividad de los productos colombianos y, por consiguiente, en el bienestar de nuestra población. Por todo esto y mucho más, considero que el apoyo recibido es la clave para entender que el país va por una senda de cambio que garantizará el futuro de Colombia.

martes, 13 de enero de 2009

El drama en Gaza

Por: Alfonso Monsalve Solórzano
almonsol@hotmail.com
El conflicto entre palestinos e israelíes entró en una fase nueva y terrible desde que Hamas -organización político-militar-religiosa fundamentalista islámica, fundada en octubre de 1987 por el jeque Ahmed Yassin, que busca la destrucción del Estado de Israel y la implantación en Palestina de un gobierno confesional radical- ganó las elecciones parlamentarias palestinas el 20 de febrero de 2006 y rompió el gobierno de unidad nacional, acordado el 24 de septiembre del mismo año con Al Fatah, la organización de tipo laico creada por Yasser Arafat en 1964 y quien lideró el reconocimiento de la independencia de Palestina en diciembre de 1998, la aceptación internacional, incluido Israel, de la necesidad de crear un Estado palestino y los largos años del difícil acercamiento entre palestinos y judíos, mediado por la comunidad internacional.

El enfrentamiento entre los dos sectores palestinos tuvo su último episodio (por ahora) el 14 de julio del 2007, cuando Hamas derrotó en la franja de Gaza a las fuerzas de Al Fatah que defendían la legitimidad de la Autoridad Nacional Palestina, ANP, en cabeza de su presidente Mahmud Abbas, elegido el 9 de enero de 2005.

Este verdadero golpe de estado realizado por Hamas en el área bajo su control, cerró todo posible acercamiento entre Israel y Palestina y creó las condiciones para confrontar militarmente a Israel con un concepto de guerra total en el que la destrucción del enemigo, sin distinción entre civiles y militares, porque todos los civiles judíos son culpables por el solo hecho de habitar en dicho Estado, va acompañado del involucramiento en la guerra de todos los civiles palestinos, incluyendo los niños y los ancianos, a quienes consideran combatientes de una justa causa.

La actitud de Hamas prolongará indefinidamente el conflicto. La destrucción del Estado de Israel, fundado en 1948, no puede ser invocada como justa causa porque la Onu en 1947 aprobó un plan de partición de Palestina, que en ese entonces era un protectorado británico, para crear dos Estados, uno judío y otro palestino y porque allí viven hace más de cincuenta años millones de judíos, muchos de ellos nacidos posteriormente a la fundación de dicho Estado en 1948 que han hecho de ese territorio su hogar. Lo pertinente, entonces, es asumir ese hecho y llegar a un acuerdo en el que los derechos del pueblo palestino a tener un Estado y a vivir en paz puedan, por fin, realizarse.

Adicionalmente, atacar civiles israelíes, usar bombas humanas para causar bajas indiscriminadas y utilizar a civiles palestinos como escudos y para disfrazar sus acciones terroristas y para luego culpar a los israelíes de genocidio, cuando estos disparan contra los sitios desde los cuales salen los cohetes que destruyen su territorio, es altamente reprochable y moralmente inaceptable. No hay causa que justifique usar a los propios ciudadanos que se dice defender como carne de cañón. A esta organización le cabe una enorme responsabilidad en la muerte de sus gentes. No actúan como soldados de la libertad de su pueblo sino como sus victimarios. De esa manera aumentan el sufrimiento de los palestinos, que ya dura más de cincuenta años, con la vana esperanza de que el dolor, propiciado por ellos, los llevará a la victoria final. Piensan que con estos métodos y la presión de la comunidad internacional logrará doblegar la voluntad de supervivencia de los israelíes, algo que parece altamente improbable, si se tiene en cuenta la historia de ese Estado y ese pueblo, que están luchando por la supervivencia.

Y no es que yo defienda que los israelíes hayan siempre actuado con humanidad y proporcionalidad. Para nada. Han cometido crímenes de guerra y oprimido al pueblo palestino. De lo que aquí se trata es de cómo el fanatismo religioso y el odio visceral pueden destruir cualquier causa y amenazar la existencia misma de un pueblo.

jueves, 8 de enero de 2009

La seguridad democrática

Por: Alfonso Monsalve Solórzano
almonsol@hotmail.com
Los golpes a las Farc han debilitado como nunca a ese movimiento, como resultado de la política de seguridad democrática, iniciada el 7 de agosto de 2002, que básicamente consiste en el esfuerzo del Estado por asegurarse el monopolio de la fuerza y el control total del territorio, para que en el país haya una sola autoridad, la que se constituye legítimamente mediante un proceso eleccionario en una sociedad pluralista erigida sobre una democracia representativa. Tal monopolio de la fuerza y tal control territorial son necesarios para que el estado garantice los derechos fundamentales a todos los colombianos, que es precisamente su función primordial en una democracia.

Hoy, las Farc no tienen posibilidad de tomarse el poder y su moral de combate puede estar seriamente resquebrajada: tres de sus más importantes cuadros han muerto o han sido dados de baja por el ejército o por sus propios militantes; otros, muy importantes, han sido muertos, capturados o han desertado. Manifestaciones como nunca antes se habían visto en el país y en el mundo les hicieron conocer el rechazo visceral de la inmensa mayoría de los colombianos y de la opinión pública internacional, a su terrible práctica del secuestro.
Los más importantes rehenes políticos fueron rescatados por el ejército en una operación militar que los humilló por lo impecable, y de paso los dejó casi sin la capacidad de chantajear al estado y a la nación colombiana como lo venía haciendo mediante la utilización de los familiares de los secuestrados y el apoyo del gobierno de Francia; los famosos computadores del señor Devia (a. Raul Reyes) sacaron a la luz el entramado internacional de apoyo y dejaron a sus aliados suramericanos y centroamericanos expuestos ante la comunidad internacional y, por consiguiente, con muy poca o ninguna capacidad de maniobra en el frente internacional. Hay serias manifestaciones de desarticulación, como lo muestra la descoordinación en el caso del hijito de Clara Rojas, y muchas de sus antiguas estructuras ya no existen o están seriamente golpeadas.

Todavía quedan colombianos, civiles, militares y policías, en poder de ese grupo. Ahora se anuncia la liberación de dos civiles, los doctores Alan Jara y Sigifredo López y de cuatro militares y policías, acompañada de la vieja rutina de exigencias imposibles de satisfacer, como la del reconocimiento como fuerza beligerante, por su condición de violadores de los derechos humanos, que han hecho de estas violaciones su forma de lucha, y porque no se puede demandar en una mesa de negociaciones lo que se está perdiendo en el terreno militar.

El clamor de los colombianos y de la comunidad internacional es que las Farc liberen a todos los secuestrados sin ningún tipo de condiciones. Las liberaciones unilaterales son un alivio y una alegría inmensa para las familias víctimas y para el país. Nadie entendería que se pusiesen condiciones inaceptables para efectuarlas. No después de todo lo que ha pasado, de las lecciones aprendidas y de la correlación de fuerzas que hoy se tiene. No más shows mediáticos ni más dilaciones.

La liberación de los secuestrados les abriría las puertas de una negociación realista para participar institucionalmente en la política y aspirar a dirigir el país, negociación en la que no podrían estar en juego la idea de una transición en la que se compartiría el poder con esa organización porque no estaría en cuestión la estructura de la democracia representativa y pluralista en Colombia, en la que para acceder al poder hay que ganar unas elecciones. El cambio de modelo sólo podría resultar de una guerrilla triunfadora que impone condiciones, lo que no es el caso actualmente. En consecuencia, si las Farc quieren participar institucionalmente en la política deben abandonar su proyecto de tomarse el poder por las armas.

Llevar a la guerrilla a ese punto es el gran aporte de la política de seguridad democrática. Por eso hay que mantenerla y convertirla en una política de estado hasta que la amenaza a nuestro sistema político desaparezca. De lo contrario, la sombra de una dictadura totalitaria pendería de nuevo sobre nuestras cabezas, con parte del vecindario proclive a ella.

Unas palabras finales. Soy consciente de los errores y las violaciones cometidos por miembros de las fuerzas de seguridad del estado, con los llamados falsos positivos, y por eso los he criticado vehementemente en esta columna. Pero la superioridad moral de nuestra democracia estriba en que los saca a la luz, los juzga y los castiga, porque no forman parte de lo que defiende, y por el contrario, le repugnan. Contrástese con la política del secuestro, la ejecución de rehenes, etc., como la forma por excelencia para hacer política del oponente.

miércoles, 7 de enero de 2009

El claroscuro de las liberaciones.

Por: Alfredo Rangel.

Revista Semana, Bogota
27 de diciembre de 2008
La liberación unilateral de seis secuestrados anunciada por las Farc va a estar en el centro de la agenda noticiosa del comienzo del nuevo año. Pero, más que motivada por razones humanitarias, que para ese grupo guerrillero jamás han contado, esa liberación hay que entenderla como una carta que se juega la nueva cúpula insurgente para tratar de recuperar, al menos en parte, el espacio político que ha perdido durante los últimos años.
No obstante, fieles a su tradición y a su estilo, esa oferta ha venido acompañada de destempladas apreciaciones discursivas y de hechos que contradicen sus supuestas intenciones de paz. Entre estos últimos hay que contar el secuestro masivo de un grupo de campesinos en una población de Meta, tan solo pocas horas después de que se diera a conocer a la opinión pública nacional su decisión de liberar a seis de sus plagiados.
Por la vía de los hechos, esta es una respuesta clara a quienes les han pedido a las Farc que cesen el secuestro. La infeliz coincidencia también demuestra los graves problemas de comunicación y coordinación interna que sufre este grupo guerrillero.
En efecto, habría sido de esperar que al menos durante estas semanas en que la opinión va a estar en vilo por la liberación de un puñado de secuestrados, las Farc hubiesen impartido a sus frentes la orden de no realizar secuestros masivos.
Por lo menos para guardar las apariencias, no desviar la atención mediática por las liberaciones y no hacer evidentes sus flagrantes contradicciones políticas. Pero no. En una clara muestra de descoordinación e incomunicación, uno de sus frentes realizó ese secuestro masivo, luego de que esa guerrilla durante más de un año no realizara este tipo de secuestros, debido al arrinconamiento militar en que la mantiene el Estado. De otra parte, a pesar del relevo en el mando, forzado por los golpes del Estado al Secretariado de las Farc, su discurso y su apreciación general de la situación parece que no hubieran cambiado mucho.
Sólo la dinámica política futura lo demostrará con precisión, pero, de momento, parece seguir existiendo una disonancia cognitiva entre la forma como los líderes de las Farc entienden la situación del conflicto, y el estado real del mismo, luego de los cambios sustanciales en su dinámica y en la relación de fuerzas entre las partes contendientes: un cambio que se ha dado de manera clara, definitiva e irreversible en favor del Estado y en contra de los grupos irregulares, en especial de las Farc.
El producto de esa disonancia son sus pretensiones irreales. Sólo un ejemplo. En su comunicación de hace sólo dos semanas, el Secretariado de las Farc insiste en que el Congreso Nacional apruebe una ley permanente para realizar canjes de secuestrados por guerrilleros presos. A estas alturas, estando las Farc arrinconadas y aisladas política y militarmente, y luego del repudio masivo, nacional e internacional, del secuestro como un acto terrorista y bárbaro, esa propuesta sólo puede ser calificada como un disparate supino.
Esto para no hablar de la abultada agenda -de hecho, todos los temas nacionales- que proponen las Farc para realizar conversaciones de paz entre la guerrilla y las organizaciones sociales, a espaldas del gobierno legítimo de los colombianos, lo cual empieza a estar muy cerca de la tontería política. El colmo de las ironías es que, ante las posturas insensatas de la nueva cúpula de las Farc, muchos vamos a empezar a echar de menos a Manuel Marulanda, quien al menos tenía muy claro que los diálogos y los acuerdos de paz se hacen con el Estado y con sus voceros autorizados.
Nos alegra la liberación de cualquier secuestrado. Pero nada tenemos que agradecerles a las Farc, que han privado de la libertad durante tanto tiempo y de manera tan inhumana a tanta gente. Y preocupa la irrealidad y la exageración de las pretensiones de un grupo guerrillero tan debilitado, porque le resta posibilidades de éxito a lo que pudiera ser un diálogo de paz potencialmente productivo con el Estado en el próximo futuro.