viernes, 12 de diciembre de 2008

Ex guerrilleros pidieron perdón a sus víctimas.


“9 años de ausencia que parecen un día”
Por: John Harold Sánchez

Aurentina Bedoya preguntó a los ex guerrilleros del ELN y las Farc por la suerte de su hijo Juan Diego, desaparecido hace nueve años cuando fue a hacer una carrera a Urrao.

Foto: Angela Patricia Zapata

Los 120 integrantes del movimiento Manos por la Paz, conformado por ex guerrilleros de las Farc y del ELN presos en la Cárcel de Bellavista, pidieron perdón a los familiares de sus víctimas, en un acto que se cumplió ayer en ese penal.

Miguel Mena, un soldado profesional que perdió una de sus piernas por la explosión de una mina antipersona durante una operación militar en San Pedro de Urabá, llegó apoyado en su prótesis hasta el centro del escenario para estrechar lo que quedó de la mano del ex guerrillero del ELN John Jairo Jaramillo, quien la sacó barata al explotar un artefacto que manipulaba hace cinco años en El Carmen de Viboral.
Ese abrazo simbolizó el perdón y la reconciliación que se juraron víctimas y victimarios que ayer conmemoraron el primer aniversario de Manos por la Paz. Al ver ese gesto, Darío Sierra se levantó y reclamó la verdad sobre lo ocurrido con su padre Joaquín Emilio, secuestrado por las Farc el 8 de mayo de 2003 en Mutatá. Lo mismo hizo Aurentina Bedoya, quien al término del evento se reunió con algunos de los ex guerrilleros de las Farc y del ELN para preguntarles por la suerte de su hijo Juan Diego Bedoya, desaparecido desde el 31 de mayo de 1999. “Si ellos han cogido o han visto a nuestros hijos que nos digan dónde están, porque yo los perdono y sé que si nosotros los perdonamos Dios también lo hará.
Lo único que quiero es que me digan donde está, vivo o muerto para quitar este desasosiego. Son 9 años y para mí es como si apenas hiciera un día que se me fue mi muchacho”, anotó la afligida madre. Los ex guerrilleros, por su parte, reiteraron el compromiso asumido hace un año de renunciar a esas organizaciones armadas y solicitar su inclusión en la Ley de Justicia y Paz.
El asesor de Paz de la Vicepresidencia para Asuntos Carcelarios, Mario Agudelo, explicó que los ex guerrilleros “pidieron su inclusión en esta Ley para trabajar por la reparación de las victimas, la reconstrucción de la verdad histórica, y la reconciliación”. Aparte de la posibilidad de que se les reconozca una desmovilización colectiva desde las cárceles, expresaron su interés de contribuir en el desminado de varios municipios del Oriente.

Tomado de: El Mundo, 11 de diciembre de 2008

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