jueves, 4 de diciembre de 2008

Falso dilema: ¿2010 o 2014?

Por: Juan Manuel Charry Urueña

El pasado miércoles 26 de noviembre, la Comisión Primera de la Cámara de Representantes aprobó la convocatoria a referendo para una segunda reelección presidencial, con una amplia mayoría de 29 votos de 35.

El debate ha girado alrededor de los supuestos defectos de redacción de la iniciativa ciudadana, que no permitiría al presidente Uribe presentarse para el período 2010, sino para el que se inicia en 2014. Mucho se ha discutido acerca de la posibilidad de modificar el texto y corregir la imprecisión, así como sobre la oportunidad en el trámite legislativo. En mi opinión, el texto popular no se debe tocar.

No obstante lo anterior, considero que se trata de un debate equivocado. La propuesta ciudadana dice: "Quien haya ejercido la Presidencia de la República por dos períodos constitucionales, podrá ser elegido para otro período". En primer lugar, desde el punto de vista político, es claro que la intención de millones de firmantes era autorizar un tercer período para el presidente Uribe en 2010. En segundo lugar, se cumplirían los supuestos propuestos para el momento de la posesión el día 7 de agosto de 2010. Por último, parecería más tratarse de una discusión semántica animada por intereses partidistas y electorales.

Ahora bien, aprobado el texto propuesto por iniciativa ciudadana, sin modificación alguna, lo cierto es que la Corte Constitucional podría establecer su interpretación y aclarar la situación y, si se quisieran mayores certezas, el mismo legislador podría reglamentar la reforma constitucional para permitir la inscripción del candidato presidente y su eventual reelección, acreditando los requisitos constitucionales en el momento de la posesión.

No sobra advertir que no soy simpatizante de la reelección presidencial, no por razones partidistas, sino porque altera el diseño constitucional a favor de un marcado presidencialismo, cuando se debería establecer un régimen parlamentario que permitiera la permanencia de gobiernos con alta popularidad, así como la convocatoria a elecciones anticipadas cuando estos pierden el apoyo de las mayorías.

En resumen, las fuerzas políticas del Congreso asumieron dos interpretaciones del proyecto de referendo, sin considerar que existen otras autoridades e instrumentos legislativos que resuelven la confusión, sin tener que diferenciar los períodos presidenciales 2010 y 2014.

El Tiempo, noviembre 30 de 2008

1 comentario:

fredy oquendo e dijo...

Puedo agregar que analizar una consulta popular o referendo no muy clara en su pretensión final, o la presencia de millones de compatriotas firmantes de un documento que ha de ser resuelto por las altas cortes, demuestra dos cosas: 1.- que el pueblo colombiano no sabe realmente que quiere y como lo quiere. y 2.- que los millones de firmantes sabian de antemano la ambiguedad de tan importante documento.

Descartemos manipulación en la información, muy comun por estas decadas en todo el planeta, porque la voz del pueblo es la voz de Dios y la palabra de Dios es milenaria y nunca se equivoca.