El País, Cali
8 de febrero de 2009
José Obdulio Gaviria dice que en este gobierno no hay posibilidad de acuerdo humanitario. “Para liberar secuestrados las vías son una ‘Operación Jaque’, un cerco humanitario o una mezcla de ellos”. Perfil : Nombre: José Obdulio Gaviria. Profesión: abogado, experto en derecho constitucional, periodista y catedrático. Cargo: asesor presidencial. Perfil: Es el más cercano colaborador del presidente Álvaro Uribe, su principal escudero y el más ácido crítico de la oposición. Se le atribuye la tesis del no reconocimiento a la existencia de un conflicto armado. Se le ha cuestionado su parentesco con Pablo Escobar y los problemas judiciales de dos de sus hermanos.
Usted se va del Gobierno. ¿Hasta cuándo estará en la Casa de Nariño?
Hasta el 30 de marzo. Han sido seis años largos y la actividad académica hala muchísimo, los medios de comunicación, las consultorías políticas. Este salto no es retiro, seguiré defendiendo la política de seguridad democrática desde otros escenarios.
¿Se dedicará a impulsar el referendo?
Esa será mi prioridad, si nos convoca el Congreso porque si no, no hay nada qué hacer. Espero que sí.
Pero, ¿el referendo no está embolatado?
No creo. Cuatro días de ausencia del presidente Uribe en Europa –la semana pasada– nos dejan vislumbrar cómo serían cuatro años sin su liderazgo. En cuatro días volvimos a vivir como si estuviéramos en las épocas del Caguán: los medios de comunicación totalmente tomados por las Farc y sus animadores y publicistas; el país asombrado con el picnic de periodistas ‘pro solución negociada’, y guerrilleros en plan de paseo con rehenes esclavizados durante años que fueron utilizados también como medios de propaganda.
¿Quiénes son esos ‘animadores y publicistas’ de las Farc?
Esos personajes que fueron a acompañar a Piedad (Córdoba) –a recibir a los secuestrados–. Son gente con puntos de vista muy favorables a las Farc en sus libros, en sus escritos y en sus documentos.
Bueno, pero ahí están los seis liberados….
Más bien son secuestros continuados terriblemente, como una tortura personal. En ese escenario unos individuos que actúan en una campaña de propaganda con las Farc terminan haciéndonos creer a los colombianos que nos hicieron un favor.
¿Su afirmación no sataniza una gestión humanitaria?
Ese es el cuento que nos venden como propaganda a favor de la organización secuestradora. Ningún Gobierno como éste había creado tantos mecanismos de protección a todos los colombianos, incluidos los guerrilleros cuando deciden desmovilizarse. Pero bueno, son preguntas y afirmaciones que las aceptamos con estoicismo, humildad y paciencia.
¿Estas últimas liberaciones han sido un show publicitario?
Ha sido un show publicitario a favor de las Farc y organizado por las Farc, con el nombre de acto humanitario, cuando ellas son las secuestradoras y utilizan a las víctimas y a la sociedad colombiana como instrumento.
Pero esta vez no hubo participación internacional, salvo los buenos oficios de Brasil…
Por la libertad de todos los secuestrados tenemos que hacer ese ejercicio de paciencia y estoicismo. A la sociedad le toca observar como si fuera un acto benevolente la liberación de personas que estuvieron años sometidas a tortura y ahora tenemos que aplaudir porque fueron liberadas.
Según el Gobierno, los periodistas Jorge Enrique Botero y Holman Morris son colaboradores de las Farc. ¿Piedad Córdoba también?
Esa pregunta ya está respondida: todo el operativo es de propaganda a favor de las Farc lamentablemente, pero lo aceptamos resignadamente porque ese precio tan alto es la libertad de los secuestrados.
¿Es viable un acuerdo humanitario así sea sin show publicitario?
¡No, qué tal! Así hablaban los colombianos antes de Uribe y por eso llegamos a donde llegamos: haberle dado valor al secuestro como instrumento de presión terrorista. Con el comportamiento del presidente Uribe y con un no rotundo de la sociedad colombiana a un falso acuerdo humanitario, Colombia hoy es octava en secuestros después de haber sido la primera en el mundo.
Es decir, acuerdo humanitario no habrá en este Gobierno…
No. Acuerdo humanitario es un asunto entre estados, entre fuerzas beligerantes. Colombia no tiene ninguna guerra con estados ni tiene prisioneros de guerra en otros estados, ni acepta la existencia de una fuerza beligerante que perfectamente podría negociar intercambio de prisioneros.
Pero hace un par de años el Cicr conceptuó que la situación de Colombia corresponde a un conflicto armado no internacional, y que por tanto puede hablarse de prisioneros de guerra…
Es una interpretación que yo la califico como una verdadera tontería. Eso es desconocer la situación de Colombia.
¿Entonces cuál es la salida para el regreso de los uniformados secuestrados?
Una ‘Operación Jaque’, un cerco humanitario, un sistema combinado de todos ellos o una ‘Operación Isaza’.
Volviendo al referendo, usted quiere un tercer mandato de Uribe, pero Fabio Echeverri no. ¿Por qué?
Son contradicciones naturales, pero yo creo tener más razón.
Queda la impresión de que usted está más interesado en la reelección que el mismo presidente Uribe…
Yo he sido reeleccionista por formación. El Presidente, en cambio, se ha mantenido en la duda metódica sobre la conveniencia de esa figura. Pero se aparta cada vez más de esa duda: está animando el acto legislativo de reelección de alcaldes y gobernadores. Yo creo que el Presidente está esperando a que el Congreso tome las determinaciones y luego, si el pueblo aprueba ese acto legislativo, decidir la conveniencia o no de un tercer período.
¿Hasta cuándo va a durar esa incertidumbre?
Es una incertidumbre conveniente. La política solamente tiene una certidumbre: el escrutinio.
¿Una ‘incertidumbre conveniente’?
Es la esencia de las democracias. Los resultados dependen de muchos factores, por ejemplo si el Presidente corre o no corre, y en caso de que corra si le gana o no a la oposición.
¿Y si Uribe no corre, quién sería el mejor candidato del uribismo?
Buena pregunta. A veces hay un líder contradictor buscando derrotar dentro del mismo partido al verdadero líder. En las fuerzas uribistas uno encuentra que Germán Vargas Lleras es ese líder que mediante un procedimiento indirecto busca impedir técnicamente la reelección. Si Uribe no puede correr le toca a él mismo ayudar a buscar un relevo en ese liderazgo interno.
¿Cabe la posibilidad de que la oposición gane en 2010?
Sí. Por abundancia de indefinición en el uribismo y porque nadie puede prever el resultado de las elecciones en una democracia plena como la colombiana. Los únicos que dicen que Colombia no es una democracia plena son las Farc, Anncol y algunos tontarrones en medios de comunicación y en el Congreso.
¿Cómo podría la oposición ganarle al uribismo?
En el uribismo hay mucha división. Incluso estoy escribiendo un libro previniendo sobre el lenguaje ‘caguanero’ de la solución negociada, de la lucha justa de las Farc, etc. Eso puede triunfar en el debate democrático para las próximas elecciones.
¿Un guiño presidencial evitaría esa posibilidad?
Lo que garantiza el triunfo es la presencia de Uribe en la carrera. Lo otro (el guiño) es una posibilidad pero no garantía absoluta de triunfo.
¿Ese guiño iría para Germán Vargas, Andrés Felipe Arias o Juan Manuel Santos?
Sería una locura apostar a quién podría ser presidente si Uribe no corre. Gente es lo que hay, pero es gente de un nivel secundario. En el uribismo la jerarquía la tiene Uribe.
Usted es el funcionario que más culto le rinde a la personalidad del presidente Uribe. ¿Por qué?
De ninguna manera, no le rindo culto a la personalidad del presidente Uribe. Si alguien le habla de sus errores y defectos y le cuestiona sus decisiones, soy yo. Lo cierto es que desde 1985 decidí no competir con Uribe sino apoyarlo porque entendí que era muy superior a todos nuestros compañeros de actividad política.
¿Es cierto que usted dice en público lo que Uribe no puede?
No. Si alguien puede hablar en Colombia es Uribe por su inteligencia, su don de mando y su conocimiento de Colombia y de sus gentes. Cuando yo he hablado, lo he hecho sin cálculo y sin estar ocultando intenciones.
¿Cómo cree que será recordada su gestión?
Serán la academia y los analistas quienes analicen mi papel, el pueblo no me va a recordar. Simplemente voy a ser la persona que con más enjundia defendió la seguridad democrática.
¿Qué le dejan seis años trabajando con el Presidente?
La satisfacción de haber acompañado al líder colombiano más importante después de Bolívar, por su papel histórico y liberador de una terrible amenaza terrorista que se cernía sobre los colombianos.
Usted es un hombre polémico. ¿Se arrepiente de algo?
No me arrepiento de haber aceptado todas las peleas que me casaron. De pronto me arrepiento es de no haber tenido la suficiente sabiduría para comunicar eficazmente algunas ideas.
Por Arcadio González (El País)
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