Edmundo López Gómez
El Universal, cartagena
Noviembre 24 de 2009
No me gustó para nada –y no debió gustarle tampoco a la mayoría de nuestros compatriotas– la carta del ex presidente Pastrana al presidente Uribe, en la cual anunció que no asistiría a
Cree el ex presidente que esta comisión de expertos cumple una función paralela a la de los ex presidentes, apreciación que, por no tener un sustento serio, le da a la carta un sabor revanchista, impropio de un hombre de Estado como lo es el mencionado ex mandatario de los colombianos.
A todas luces, la actitud del ex presidente Pastrana no resulta defensable, especialmente en momentos críticos que atraviesa nuestro país. Escuchar a un ex canciller brasilero, entre otros, no resulta despropósito alguno, tanto más cuanto la cancillería del Brasil es considerada como una de las mejores del mundo. En todo caso, escuchar “una tercer opinión” de especialistas resulta importante y apropiado para Colombia.
Por otra parte, pedir a estas horas que el presidente Uribe revele el contenido del convenio con EE.UU. sobre las bases militares para hacérselo “conocer” a
Jugar acaso al partidismo, cuando se requiere concitar todas la voluntades y la propia energía de la nación, en momentos en que nuestra patria se ve amenazada por un hombre peligroso como el presidente Chávez, no resulta oportuno, aunque -es pertinente reconocerlo- en la breve carta del ex presidente Pastrana no renuncia a prestar su colaboración en los asuntos con Venezuela.
Por otro lado, en su acostumbrado Aló Presidente del pasado domingo, o el día anterior, si no estamos equivocados, el presidente Chávez involucró a nuestro ex presidente Samper en su agenda, cuando dijo que en una visita que éste le hizo, dijo que Colombia era como un portaviones que había puesto el Imperio para atacar a Venezuela; referencia que hizo el veleidoso y belicoso mandatario venezolano para poner a nuestro ex presidente a su lado, y eso, además de malicioso, no cayó bien en nuestro país.
En el entretanto, EE.UU. se está haciendo el de la vista gorda, como si no tuviera nada que ver con el asunto que ha tensionado las relaciones con Venezuela, aunque hay suficientes antecedentes en la historia de los acontecimientos del mundo, en que Estados Unidos ha mantenido una conducta similar.
El imperio no tiene corazón. Y acaso, por razones de conveniencia, quiere que Venezuela no le suspenda los envíos de petróleo que alimentan la industria de aquel país.
Corolario: los ex presidentes colombianos no deben andar cada uno por su lado, en estos momentos difíciles. Es lo menos que se puede esperar de quienes han recibido los máximos honores de la patria.
*Ex congresista, ex ministro, ex embajador.
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