Intereses a la baja

Editorial

El Colombiano, Medellín

Noviembre 25 de 2009

La baja en las tasas de interés del Banco de la República, a un nivel histórico del 3,5 por ciento, está en el camino correcto para buscar la reactivación de la economía. El Emisor aprovechó el margen de maniobra que le proporciona la reducción en el índice de inflación, también a un nivel sin precedentes en el pasado reciente del país.

En tal sentido, la Junta Directiva del Banco de la República actuó de manera responsable en la ponderación de las variables que posibilitaban una reducción de 50 puntos básicos en las tasas de interés preferencial. Sin que existieran factores preocupantes que obligaran a una baja de los intereses, que se pudieron haber conservado en el nivel del 4,0 por ciento, decidió hacer una apuesta fuerte, pero segura, en favor de tener una reactivación económica más pronta, contando con un sistema financiero saludable.

En la balanza para la toma de una decisión, que resultó unánime, tuvo gran incidencia el margen que le concede a la Junta del Emisor el descenso de la inflación, que se ubicará al final de 2009 por debajo de la meta del tres por ciento, en tanto que en 2010 coincidirá con el rango meta de largo plazo (entre dos y cuatro por ciento), gracias al buen manejo monetario de la economía colombiana.

Una segunda razón, además del espacio abierto por la contención que registra el Índice de Precios al Consumidor, tiene que ver con la necesaria reactivación de la economía, dada una contracción industrial del 3,8 por ciento y una caída en las ventas del 7,3 por ciento, en lo corrido del año hasta septiembre, debido a los efectos negativos de la baja del comercio con Venezuela, que resultó más delicada de lo que se podría haber esperado.

En la decisión de la autoridad monetaria hay un mensaje claro al Gobierno para que en momentos en que otras economías como las de Estados Unidos, Japón y algunos países europeos comienzan a recuperarse, se tomen decisiones que contribuyan a que los sectores productivos colombianos levanten el vuelo y desactiven el índice de desocupación del 12,16 por ciento.

Además de las obras públicas por parte del Estado, el sector privado debe aprovechar las bajas tasas de interés para invertir y generar empleo, lo que a su vez estimularía la demanda de bienes y por consiguiente una mayor utilización de la capacidad instalada. Es el momento propicio para que el Gobierno estudie iniciativas que logren resolver la ecuación de las bajas tasas de interés y una menor inflación, con un mayor número de empleos.

La posibilidad que hoy tienen los empresarios de disponer de créditos baratos debe contar con un estímulo para propiciar la creación de nuevos puestos de trabajo, como lo propone el ex ministro de Economía de Argentina, Domingo Cavallo, quien habla de que el Gobierno permita que los empresarios puedan deducir los aportes parafiscales (nueve por ciento de la nómina) del impuesto de renta o del IVA, para neutralizar su efecto sobre los costos laborales.

O sea, que la reactivación económica conlleve un mayor incremento en el empleo formal en una fórmula gana-gana para todos los actores de la economía, incluyendo por supuesto a los trabajadores colombianos.