Federico Hoyos Salazar
Blog Consejo de Seguridad, Medellín
Noviembre 24 de 2009
Tuve la oportunidad de visitar la exposición de arte: “La guerra que no hemos visto”, en el Museo de Arte Moderno de Bogotá (MAMBO). Los autores de las obras de esta exposición son hombres y mujeres que participaron en el conflicto armado colombiano desde diferentes bandos; guerrilla, autodefensas y Ejército Nacional. Las diferentes escenas que retratan la realidad de la guerra que -como bien dice su título- no las hemos visto la mayoría de colombianos. Los cuadros de esta exposición plasman una realidad que debe ser conservada en el tiempo para que generaciones futuras conozcan los errores y horrores por los que el país no puede volver a pasar.
El arte es un medio idóneo para transmitir ideas, generar conciencia e incentivar el debate. El arte en todas sus manifestaciones: música, literatura, fotografía, pintura y cine, ha servido para recoger momentos históricos de la humanidad que deben ser preservados para la reflexión, el análisis y el simple hecho de generar memoria y conciencia sobre lo que vale la pena conservar, bien sea para replicarlo o para nunca repetirlo.
Los diferentes cuadros pintados por ex combatientes de los actores del conflicto armado colombiano, tienen un enorme valor simbólico y artístico debido a que las imágenes plasmadas por medio de las manos que sostuvieron los pinceles, son las mismas que empuñaron los fusiles que dispararon y acabaron con vidas humanas. Los artistas de “La guerra que no hemos visto” son al mismo tiempo pintores y actores de su obra, esto le da una riqueza adicional a la muestra artística que refleja con fidelidad escenas del conflicto que quizás nunca hubiéramos conocido con tal detalle.
Las pinturas de esta exposición son un testimonio de los actores que lejos del ruido y asedio de los micrófonos y cámaras, contaron su historia a través de la pintura en el anonimato y tranquilidad de un estudio, alejados del barullo y la curiosidad mediática hambrienta por el chisme y la anécdota sobre lo que ocurre en el campo de batalla. Las obras de los ex combatientes son un relato sincero y elocuente sobre la violenta realidad que ha azotado al país durante décadas, casi siempre en la periferia, alejado de los centros urbanos, de los medios y la opinión pública.
Alrededor del mundo han surgido iniciativas para generar memoria entre la población como el Museo Judío de Berlín, o la exposición fotográfica “The road to feedom” sobre el Movimiento por los Derechos Civiles. Las heridas cicatrizan cuando se conoce y remedia lo que las ha producido; el arte generado a raíz de la guerra es una manera de conocer lo sucedido, desahogar el dolor producido por sus actores y transmitir a la ciudadanía una realidad dolorosa que miles de personas aún sufren y que miles más ni siquiera habíamos conocido.
Post Scriptum: Increíble lo que puede hacer el odio hacia un enemigo común. Unir a Irán con los países del Socialismo del siglo XXI.
No hay comentarios:
Publicar un comentario