Luis Ernesto Ruiz Cardoso
Vanguardia Liberal, Bucaramanga
Noviembre 25 de 2009
Chávez necesita una “hipotética” guerra y su objetivo es perpetuarse en el poder. Ha tratado de construir una nación con fervor militarista y un desprecio total por la población civil, víctima de sus arrebatos. Su partido perdió buena parte de las elecciones pasadas para gobernaciones, tiene dificultades en el suministro de luz y agua para ciudades como Caracas y ahora se suman las protestas serias de estudiantes universitarios, porque convirtió las academias en un centro de adoctrinamiento seudosocialista. La inseguridad en las grandes ciudades, el desabastecimiento en general, un sistema de salud paralelo en manos de los cubanos; el reclamo permanente de quienes dejan de recibir los subsidios en la lechecita, los libros y el almuerzo prometido a los hijos del pueblo por los petrodólares que se van a Cuba para cumplirle a Fidel, todo esto sumado lo lleva a una crisis más grave y quiere sostenerse en las próximas elecciones. Solo lo salva romper el orden constitucional como sea, interrumpir elecciones en su país con el cuento de salvar intereses nacionales, inventándose un conflicto de guerra con Colombia. Y de papayita tiene la excusa, fácil de vender, como son los acuerdos ya firmados en Colombia para la presencia militar de los EE UU en guarniciones colombianas.
No podemos creer que todo el estamento militar venezolano esté a favor de buscar un conflicto internacional. Ellos de pronto prefieren cuidar su participación en el poder manejando grandes intereses económicos. En el pasado se había logrado una buena integración entre los mandos de las diferentes guarniciones de frontera de los dos países, ¿qué tanto quedara de ese afecto? No podemos negar que otra parte de sus miembros se hacen los ciegos con la acción de la guerrilla, del narcotráfico y algunos han cometido detenciones arbitrarias en las zonas de frontera.
Lo que busca nuestra Fuerza Pública, si retomamos lo que dijo el Presidente, es el derecho a la libertad de nuestros ciudadanos de frontera y por eso debemos apoyar las decisiones que se han tomado en la reciente semana, que no significan buscar una guerra con el vecino, sino garantizar la paz de los nuestros con el refuerzo de tropas, sin dejarnos provocar por el locuaz vecino. La prudencia es el mejor camino.
Debemos resaltar el silencio cómplice de casi todos los países del cono sur, que con la excepción de Chile y Brasil han querido poner a Chávez en su sitio. También es de resaltar el poco interés que ha demostrado los EE UU para defender a su aliado. Vale la pena decir: con estos amigos ¿para qué enemigos? Solo resta ver lo que pasará el viernes en el nuevo capítulo de Unasur, donde esperamos que alguien se pronuncie sobre la posición belicosa de Venezuela.
Ñapa: Si Uribe es el primer soldado de Colombia, Tomás Vargas será el primer alférez del Área Metropolitana. Suerte, la necesitamos.
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