Moisés Naím*
El Tiempo, Bogotá
Noviembre 22 de 2009
El Comité para
¿Estamos seguros de esto? No. Evgeny Morozov, uno de los más lúcidos analistas del impacto político de Internet, nos recuerda que "la historia demuestra que las nuevas tecnologías suelen ayudar a todas las fuerzas políticas por igual, no sólo a las que tienen las intenciones más nobles o democráticas". A pesar de esto, la suposición dominante es que los gobiernos, sobre todo especialmente los más autoritarios, están perdiendo terreno frente a redes de activistas cibernautas hambrientos de democracia. La realidad es que gobiernos como los de Rusia, Irán, China o Cuba ya no se limitan a leer subrepticiamente los correos electrónicos de sus ciudadanos, a bloquear el acceso a ciertos sitios de Internet, censurar la búsqueda en
Todo esto sigue pasando, pero las tiranías también aprenden y los gobiernos autoritarios ya no son los cibertontos que eran hace un par de años. La nueva sofisticación en el uso de Internet con fines represivos es espeluznante. El gobierno chino cuenta con 280.000 personas dedicadas a identificar chats donde se discuten temas que el régimen cree inconvenientes. Estos intervienen en los chats presentándose como simples participantes. Pero su misión es la de sabotear la conversación, introduciendo otros temas, confundiéndola o abrumándola con una avalancha de mensajes. El gobierno les paga 50 centavos chinos por cada palabra que escriben.
En Rusia, el Kremlin financia nuevas empresas de Internet que diseminan mensajes de apoyo al régimen o que sabotean los sitios en
Internet ha dado más posibilidades y aumentado la agilidad de los activistas democráticos, pero también les ha dado nuevos y poderosos instrumentos represivos a los regímenes autoritarios. Según Morozov, "el activismo en Internet es más fácil de estudiar y controlar que el activismo físico y en la calle. ¿Cuál es la ventaja de lograr, gracias a una convocatoria vía Twitter, que 100 jóvenes activistas iraníes se concentren en una plaza a protestar si el Gobierno lee esos mismos mensajes y así se entera de quiénes son estos jóvenes?". Además, los gobiernos hoy pueden comprar las más avanzadas tecnologías para intervenir comunicaciones telefónicas o mensajes electrónicos, detectar patrones de conducta y estructuras sociales en
Crecientemente, los activistas internautas terminan apaleados o encarcelados y, sin quererlo, sirviendo de valiosos colaboradores del régimen al suministrarle a través de los mensajes electrónicos interceptados los nombres e intenciones de sus aliados. La pasión por la libertad y desesperación ante los abusos de los tiranos los lleva a fiarse de la privacidad de sus comunicaciones vía Internet.
¿Y el Comité para
* Editor de 'Foreign Policy'
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