Raúl Lombana Hernández
Eltiempo.com, Blog Desde el Caribe manifiesto
Noviembre 13 de 2009
Los últimos acontecimientos que se han dado por cuenta de las declaraciones de guerra en contra de nuestro país proferidas por el gobernante venezolano, Hugo Chávez, motivan a reflexionar sobre la participación de algunos personajes colombianos en todo este montaje amedrentador que se ha fraguado desde Venezuela y que busca minar el acuerdo suscrito entre Colombia y Estados Unidos. Todas estas amenazas que hace el gobierno vecino parecen contar con la complicidad de algunos colombianos. Estos conciudadanos nos motivan a recordar a aquel triste celebre apóstol considerado el traidor, Judas Iscariote, quien vendió a Jesús a los miembros del Sanedrín cómo lo relatan las Santas Escrituras, en palabras de Mateo 26, 14-75 y Lucas 22:20.
La historia colombiana está plagada de un sinnúmero de personajes que, a pesar de haber ocupado cargos importantes en la vida pública nacional, parecen actuar siempre de espaldas al país y en contra de la sociedad. Los anaqueles de nuestra historia republicana están llenos de eventos desafortunados en donde reconocidas personalidades han antepuesto sus intereses personales por encima de los intereses supremos de la nación. Colombia, desde tiempos inmemoriales, se ha desangrado por los enfrentamientos al interior de la república. Éstos han sido motivados por personajes mezquinos y rencorosos que aúllan, cuales lobos hambrientos, su deseo de poder a cualquier precio.
Pues bien, el personaje que nos motiva a reflexionar seriamente sobre su posible traición a nuestro país es Ernesto Samper. Este colombiano, quien ha ocupado altos cargos en los destinos de la nación, inclusive llegó a ocupar el más importante, Presidente de la República, parece actuar como un enemigo acérrimo de Colombia. Su participación en los últimos hechos, que involucran al gobernante venezolano, han ratificado que el ex mandatario parece actuar motivado por el odio y por la ambición.
Desde que el gobernante venezolano empezó con sus embates sistemáticos en contra de nuestro país, el ex presidente colombiano, Samper, no ha escatimado declaraciones que parecen más de respaldo hacia Chávez que de apoyo al gobierno colombiano. En todas, sin contar con los viajes que ha hecho tanto a Venezuela como a Ecuador, busca confrontar al gobierno de Colombia con el propósito de restarle credibilidad internacional. En la crisis en que se mantienen las relaciones entre nuestro país y los países seguidores del chavismo, el ex presidente colombiano ha asumido una posición hostil en contra de las decisiones del presidente Uribe. Por ratos, la posición de Samper se parece más a la de un peón del chavismo que a la de una personalidad colombiana que, inclusive, fue Presidente de la República: ¡Qué tal!
El ex presidente Samper parece actuar motivado por el odio y la venganza. El pueblo colombiano no puede olvidar cómo el cuatrienio en el que el susodicho personaje dirigió los destinos de la nación fueron los más aciagos para el país. Los cuestionamientos en contra de su gobierno por su supuesta relación con los jefes del Cartel de Cali hicieron que Colombia estuviera en el ojo del huracán durante esos cuatros años. Aún más, nuestro país reiteradamente fue cuestionado por países extranjeros y fue catalogado como una Narcodemocracia. Peor aún, hasta él tuvo que pasar ante la comunidad internacional la vergüenza de habérsele quitado la visa estadounidense.
Ahora, lo preocupante de las declaraciones que hace reiteradamente el ex presidente Samper, cuestionando al gobierno colombiano y respaldando al gobierno venezolano, es que éstas sean fruto de una cruzada personal en contra del Estado Colombiano. Es grave para nuestro país que, precisamente, un ex Jefe de Estado y miembro de la Comisión de Relaciones Exteriores del país, irresponsablemente asuma una posición hostil en contra de su propio país.
El mensaje que envía a la comunidad internacional las declaraciones de Samper, es que el gobierno colombiano es el culpable de las tensas relaciones entre Colombia y los países peones del chavismo y no el gobernante venezolano. Flaco favor le hace el ex presidente Samper al país.
Los países del hemisferio, no afines al chavismo, saben hasta la saciedad que el único culpable de los tropiezos diplomáticos que se dan en la región es Hugo Chávez. Inclusive, la no aceptación de Venezuela en Mercosur, se ha debido únicamente a la posición asumida por el gobierno de Caracas de atizar la hoguera de la guerra en contra de Colombia.
La ruptura de las relaciones entre nuestro país y algunos países de la región se deben a la posición obstinada del jefe del esperpento autodenominado Socialismo del Siglo XXI de pretender subyugar a Colombia y arrastrarla hacia ese modelo de estado anacrónico e inservible. El deseo de Chávez por pretender amedrentar a nuestro país, para que éste sucumba ante un modelo revaluado en la misma tierra que lo parió, ha dificultado enormemente la paz en la región. El acuerdo bilateral suscrito entre Colombia y Estados Unidos, sobre el uso de bases militares colombianas por parte de efectivos estadounidenses, ha sido usado como pretexto para esconder que detrás de la persecución iniciada en contra de nuestro país lo que, realmente, se esconde es el escollo insuperable en que se ha convertido Colombia para el chavismo.
Las declaraciones que viene dando el ex presidente Samper deberían ser analizadas por los organismos pertinentes para esclarecer los alcances e intenciones que tienen éstas y el efecto que pueden producir en la comunidad internacional.
Ahora bien, para el colombiano del común, este personaje arrastra un lastre que lo inhabilita moralmente para pronunciarse sobre temas de importancia para la seguridad nacional. Aún más, su fracaso político lo trata de ocultar a través de pronunciamientos en contra de nuestro país. De esta manera, pretende mantenerse vigente a pesar del grave daño que le puede estar haciendo al pueblo colombiano. Parece que los cuatro años en los cuales detentó el poder y en los cuales le infligió el mayor daño al país no hubiesen sido suficientes.
Por último, Judas Iscariote no pudo cargar con el peso de su consciencia y se suicidó colgándose de un árbol. De esta manera, reconoció su traición. Aún más, renegó de las monedas de oro que recibió por su traición. Lo fregado, para Colombia, es que Samper pareciera no tener consciencia y mucho menos tener algún tipo de recato moral. Hoy, los vientos de guerra que soplan por nuestro país parecen ser atizados por su odio en contra del pueblo colombiano, quien nunca ha olvidado su cuestionado gobierno. Sería interesante saber, si por tal cruzada en contra del país ha recibido monedas de oro.
La ñapa: En nuestro país cada día se hace más evidente la manera cómo los que en el pasado le infligieron daño a la sociedad hoy pretendan posar de paladines de la moral. Hoy en día quieren arrasar con la democracia colombiana a como de lugar. El poder judicial, encabezado por la Corte Suprema de Justicia, cada día que pasa ratifica aún más su desprecio por la institucionalidad colombiana.
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