domingo, 8 de noviembre de 2009

Informalidad y apertura

Rudolf Hommes

El Colombiano, Medellín

Noviembre 8 de 2009

En la presentación que preparó el Banco de la República sobre la revaluación del peso para la tertulia que se organizó en la Presidencia de la República, se concluye que lo que el país necesita para evitar la revaluación indeseada de la moneda nacional es elevar el nivel de ahorro de la economía y aumentar estructuralmente la demanda de divisas.


El Banco sugiere que el Gobierno establezca una regla automática que induzca la generación de ahorro público. Por ejemplo, podría establecer una meta anual de superávit fiscal primario, que sea mayor durante los años de auge y menor cuando la economía crece menos; o limitar el crecimiento del gasto corriente en los años de prosperidad para generar recursos que financien una expansión contra cíclica de la inversión durante los períodos de desaceleración.


Esto ha dado resultado en Chile. Otra manera de hacerlo es ahorrar y no monetizar parte de los ingresos que el Gobierno recibe por concepto de impuestos, regalías y dividendos de los ingresos mineros y petroleros.

Para generar una mayor demanda estructural de divisas, el Banco de la República le sugiere al Gobierno reducir aranceles, con lo cual se aumenta la demanda de importaciones, se promueve la competitividad, se corrige el sesgo anti exportador existente, se abarata la producción nacional y se beneficia al consumidor en general.


Después de la apertura se ha venido restableciendo la protección, especialmente para la producción de bienes de consumo y productos agropecuarios para el mercado doméstico.


Hay un exceso de protección a la producción agropecuaria y de bienes de consumo, lo que constituye un sesgo contra las exportaciones.


Al mismo tiempo, los bienes intermedios y de capital no tienen suficiente protección efectiva o la tienen negativa. La iniciativa que propone el Banco de la República se debería tomar muy en serio, no solamente por los efectos positivos que tendría sobre la tasa de cambio, sino porque sería la oportunidad para corregir el esquema de protección existente.


El Gobierno alarmó a todo el mundo con la revaluación y se hace ahora el de la vista gorda frente a estas propuestas cuando, a juzgar por las cifras que el Banco presentó en la misma tertulia, el sector público parece ser uno de los principales sospechosos de haber causado el problema más reciente.


Entre enero y septiembre de 2009, los reintegros netos de capital privado contabilizados por el Banco de la República fueron de USD$921 millones, muy inferiores a los del mismo período en el año anterior (USD$4,557 millones). Los reintegros de capital oficial durante los primeros nueve meses de este año fueron USD$3,794 millones, y el año pasado habían sido negativos.


En pocas palabras, el Gobierno gritaba foul, mientras nos tenía en el suelo y nos daba patadas. No puede continuar haciéndolo y debería atender lo que se le recomienda.


Pero la OIT le puede estar creando una excusa adicional para no hacerlo con un estudio que ha dado lugar a titulares en los que se le atribuye a la apertura la informalidad, aparentemente sin tener en cuenta las otras variables que intervienen para fomentarla, como son, por ejemplo, el salario mínimo, los impuestos salariales, las deficiencias del sistema educativo y la reducción del costo de uso del capital, entre otras.


Se desconoce también que la protección aumentó significativamente después de la apertura y la informalidad no ha dejado de crecer, o que la estructura de protección existente inhibe la creación de empleo y estimula la utilización de bienes de capital en detrimento de la ocupación de mano de obra, y que este efecto se amplía con los beneficios tributarios a la inversión.

No hay comentarios: