martes, 3 de noviembre de 2009

Sigue la "hoja de ruta"

Editorial

El Tiempo, Bogotá

Noviembre 3 de 2009


La reunión programada para hoy en la localidad ecuatoriana de Ibarra, entre los cancilleres Fánder Falconí, del vecino país, y Jaime Bermúdez, de Colombia, es fundamental. El encuentro diplomático está contemplado dentro del marco de la 'hoja de ruta' acordada por ambos países en septiembre pasado en Nueva York y ratificada en Ipiales hace poco y que busca la recomposición de las relaciones binacionales, rotas desde hace 20 meses por el bombardeo contra el campamento de 'Raúl Reyes'.

La confirmación de esta cita de la Comisión de Asuntos Sensibles ratifica el compromiso de los dos gobiernos con la continuación del delicado proceso de negociación, que ha sufrido tensos momentos en su primer mes y medio. Tres semanas atrás, la decisión de un juez ecuatoriano de Sucumbíos de emitir una orden de captura contra el comandante de las Fuerzas Militares, el general Freddy Padilla, llevó a la Casa de Nariño a calificar el hecho de "agresión jurídica" y suspender el encuentro de la Comisión Binacional de Frontera, previsto para el pasado 16 de octubre.

Las investigaciones judiciales en contra de altos militares colombianos no paran ahí. Otro juez de la misma provincia vinculó recientemente al proceso por la incursión de marzo del 2008 al director de la Policía Nacional, general Óscar Naranjo, y al entonces comandante del Ejército, el general (r.) Mario Montoya. A esto se suma la revelación, hecha por el Gobierno colombiano el fin de semana pasado, sobre un plan de las Farc para atentar contra la vida del juez de Sucumbíos que abrió la investigación contra el ex ministro de Defensa Juan Manuel Santos. Al parecer, la guerrilla estaría detrás de este acto terrorista para enrarecer el nuevo ambiente de concertación entre Quito y Bogotá.

Además, lo que pasa en la otra frontera caliente, la colombo-venezolana, puede terminar por afectar el

desarrollo de este proceso. A raíz de un nuevo incidente con Caracas y de las acusaciones de espionaje del presidente Hugo Chávez contra Colombia, el mandatario ecuatoriano, Rafael Correa, advirtió que, si esas denuncias se comprueban, todo el trámite de normalización de las relaciones binacionales se vendría abajo. En resumen, son variadas, y de gravedad, las distintas tensiones que el esfuerzo diplomático entre las capitales andinas ha tenido que sortear en su corto tiempo de vida.

Con mayor razón, el encuentro de cancilleres de hoy, con el acompañamiento de la OEA y del Centro Carter, es de una gran importancia. No solo viene precedido de estas polémicas, sino que en la agenda de la cita de Ibarra se encuentra el 'florero de Llorente' del rompimiento: el bombardeo en territorio ecuatoriano del campamento guerrillero. De la confianza recíproca y el manejo de ambos jefes diplomáticos dependerá que la Comisión de Asuntos Sensibles dé los primeros pasos hacia la superación de este incidente, incluyendo la discusión franca de las investigaciones judiciales que hoy penden sobre funcionarios colombianos.

Una medida de estos avances podría ser el anuncio del nombramiento de encargados de negocios en ambas embajadas. Aunque su título no lo indique, estos son cargos diplomáticos de segundo nivel después del de embajador y constituirían no solo una muestra de confianza mutua, sino la creación de un práctico y nuevo canal de comunicación binacional. A pesar de las tensiones, Bermúdez y Falconí han mantenido vivo un mecanismo claro para que Colombia y Ecuador retornen a la normalidad. Ese es el objetivo fundamental que debe mantenerse, sin importar si hoy hay acuerdos y si factores externos amenazan con descarrilar el proceso.

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