Gabriel Harry H.
El Colombiano, Medellín
Noviembre 3 de 2009
Mirando de una manera objetiva y sin sesgo de ninguna clase, se observa la estabilidad en la producción agrícola de Estados Unidos, Canadá y otros países europeos donde, por no estar en el trópico, hay más garantías para recoger los frutos, se regulan los volúmenes de hectáreas para sembrar, productos de acuerdo a las estaciones: verano, otoño, primavera, invierno; bien diferente al caso nuestro.
Pero lo más importante para ellos son los subsidios o incentivos y la garantía en los precios mínimos de venta que el agricultor recibe, donde los gobiernos participan activamente, pues diferente a nosotros, en esos países el que trabaja el campo es considerado aun mejor que los industriales con techo, pues en el tema de la agricultura siempre se ha dicho del riesgo en negocios sin techo y a la intemperie.
Cuando en Colombia se da un subsidio por parte del gobierno, buscando mejorar productividad, sostener el empleo rural, la estabilidad en el campo y rendimientos justos; algunos periodistas hablan de los regalos del Estado. Qué importante que se documentaran del manejo que se le da a ese tipo de incentivos en otros países, que son desarrollados, que nos llevan años-luz, que tienen climas y temporadas estables, por tener estaciones.
¿Qué hace Europa "Comunidad Europea" con muchos productos nuestros del área dólar? Algunos lo saben. Con el arancel que nos cobran, subsidian a los productores de los países, A-C-P (África - Caribe - Pacífico) protectorados que son premiados, por ineficientes, con productos de mala calidad e inmunes a
Aparte de ser subsidiados y premiados por su ineficiencia, son sostenidos por sus protectores para evitar políticamente un descalabro y la amenaza de independizarse. En el caso nuestro, criticamos el desplazamiento del campo a las ciudades, pero cuando queremos incentivar el regreso al campo motivando a los empresarios a renovar cultivos, crecer áreas, aumentar el empleo, mejorar las empresas, algunas de ellas ya abandonadas, se critica, se calumnia y se injuria.
Seguro que habrá casos de corrupción, para eso están las diferentes instancias; que se investigue y que caiga el peso de la ley sobre el corrupto, pero querer acabar con las personas dando un manejo político, y más en época preelectoral, contra señores de una solvencia moral absoluta, es por decir lo menos, una bellaquería infame que no debemos tolerar.
Ahora resulta que el que quiera participar en un puesto público tiene que ser minusválido, tener una familia minusválida, que no tenga propiedades, que no declare renta, que no cree empresas, que sea pobre vergonzante, que sea de la oposición para no ser tocado, que no tenga familiares, para así no correr el riesgo de perder su prestigio, su capacidad de trabajo y poder aportar sus capacidades a la patria. ¿Qué pensarán los jóvenes que se están formando?
¡Ojo!, el daño que se está haciendo es muy grande y lo político lo pueden atacar de otras maneras, aun bajas y rastreras, como casi siempre lo manejan, pero no desmotiven a la juventud, con ataques, persiguiendo sin piedad y denigrando de los funcionarios honestos, como es el caso de los Andrés, Arias y Fernández. El Presidente Uribe en el Consejo Comunitario decía sobre el tema: "No es fácil hacer líderes sobresalientes para la vida pública de los pueblos, hay que pensar bien antes de destruir esos liderazgos".
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