Federico Hoyos Salazar
Blog Consejo de Seguridad, Medellín
Noviembre 19 de 2009
Llegó a mis manos esta semana, un video titulado “Muslim Demographics”. En éste se muestra cómo la civilización occidental se encuentra amenazada por el crecimiento exponencial del Islam y el drástico cambio cultural que Occidente atravesará en cuestión de 50 años. Después de haber visto el video recordé un documento que leí en mi curso de geopolítica en la universidad, titulado: Si la demografía es el destino, Europa no liderará en el siglo XXI, escrito por el politólogo norteamericano Soreren Kern. De lo expuesto en el video y en el texto de Kern surgen dos preguntas: ¿Quién gobernará en el siglo XXI? Y, ¿cuáles serían las consecuencias para el mundo occidental de un desplazamiento cultural por parte del mundo Islámico?
Para empezar es necesario entender que el Islam no es sólo una religión sino una forma de vida. En los Estados teocráticos musulmanes como Irán, la religión impregna todos los aspectos de la vida civil, política y cultural. Siendo esto así, la primera consecuencia de un eventual ascenso de la religión musulmana sería la penetración de sus costumbres en el mundo occidental, cosa que ya ocurre. Hoy día a es absolutamente común ver en Estados Unidos a una mujer cubierta de pies a cabeza haciendo sus compras en un centro comercial o a un hombre inclinándose y apuntando hacia Meca –corazón del Islam- en un aeropuerto para realizar una de sus cinco oraciones diarias. El crecimiento poblacional de musulmanes en Estados Unidos y Europa ha hecho que se pierda el asombro frente a lo que hace algunos años pudo parecer algo extraño, ajeno y extraordinario.
Lo anterior no sólo se ve reflejado en la vida cotidiana de los ciudadanos, la política americana también ha cambiado debido en parte a la alta presencia musulmana en Estados Unidos. Esto último se refleja en el cambio de discurso del gobierno frente a esta comunidad. El pasado 4 de junio de 2009, el presidente Obama se dirigió al mundo musulmán desde la Universidad del Cairo.Asalaam Alaykum –la paz sea ustedes- fue su saludo para los asistentes del evento. Un hecho con una enorme carga simbólica que demuestra el reconocimiento, respeto y giro ideológico del gobierno americano frente al mundo Islámico.
Señala Kern en su texto Si la demografía es el destino, Europa no liderará el siglo XXI, que no sólo el gobierno americano ha dado un giro en su política exterior frente al mundo Islámico, de manera semejante países como España han hecho lo mismo. “Muchos analistas señalarán la decisión del gobierno español de retirar las tropas de Irak en 2004 como un ejemplo patente de ese tipo de mentalidad apaciguadora” (Kern, 2006: 3). Frente a un ascenso vertiginoso del Islam en Occidente, no sólo la sociedad debe ir acoplándose a este cambio sino también los gobiernos; los dos ejemplos anteriores son muestra de ello.
La diversidad cultural y religiosa es algo normal en un mundo globalizado; el reconocimiento por parte de los diferentes gobiernos frente a esta heterogeneidad es algo sumamente positivo. Lo preocupante del asunto es que mientras algunos sectores se empeñan en borrar la huella cultural de una civilización, como sucede en Europa, otras civilizaciones se levantan impávidas. Mientras en Occidente la natalidad y las tradiciones decrecen, el Islam sube como espuma por medio de lo que Samuel Huntington denomina el “Resurgimiento Islámico” un movimiento de recuperación de las costumbres musulmanas que el autor compara con la Reforma Protestante o Revolución Francesa, debido a que afecta a más de un quinto de la población mundial.
De acuerdo a lo expuesto por autores como Kern y Huntington, si la crisis demográfica continúa creciendo a pasos agigantados como sucede en Europa y en alguna medida en Estados Unidos, en contraste con el crecimiento poblacional del mundo Islámico, “…es probable que en los primeros años del siglo XXI, se vea el ascenso de un poder y cultura no Occidentales y además el choque de los pueblos occidentales con los no occidentales” (Huntington, 1996: 121). La anterior frase fue escrita en 1996, muchos años atrás de las dos guerras que se libran en Medio Oriente hoy y de la amenaza nuclear Iraní. La capacidad bélica no es el único rasgo que caracteriza a una potencia, el capital humano también lo hace, parece que Europa ha olvidado esto, ojalá en el resto de Occidente no lo hagamos.
Post Scriptum: La voladura de los dos puentes en Norte de Santander es el strike 1 de Chávez. Ojalá no haya 2 y 3.
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