Uriel Ortiz Soto
El espectador, Bogotá
Noviembre 5 de 2009
El artículo 216 de la Constitución Política, la define como parte de la Fuerza Pública, junto con las Fuerzas Militares: Ejército, Armada y Fuerza Aérea.
El artículo 218 la especifica como “un Cuerpo Armado permanente de naturaleza civil, a cargo de la Nación, cuyo fin primordial es el mantenimiento de las condiciones necesarias para el ejercicio de los derechos y libertades públicas, y para asegurar que los habitantes de Colombia convivan en paz”.
Hay que reconocer que tan noble Institución ha sido fiel a estos preceptos Constitucionales, desde los inicios de su fundación hasta nuestros días. Gracias a su diario acontecer, podemos hablar de estabilidad del Estado de Derecho. Prueba de ello, Colombia, es de los pocos países del hemisferio, con una tradición y vocación de estabilidad democrática ininterrumpida en las últimas décadas. La Policía Nacional, actualmente bajo la dirección y liderazgo del Mayor General, Oscar Adolfo Naranjo Trujillo, ha tenido un manejo gerencial; llegando con sus hombres a todos los rincones de Colombia; extendiendo su labor profesional a diferentes campos de la vulnerabilidad con el desarrollo de actividades de seguridad y bienestar social como una forma eficaz de prevenir el delito en procura de proteger el patrimonio de la Nación, y la vida, bienes y honra de todos sus conciudadanos, sin importar, raza, credo político o religioso.
El manejo y desarrollo logístico de la Entidad para reprimir el delito en todas sus modalidades ha sido otro de sus logros hasta colocarse como modelo de ejemplo para los demás países de la América Latina. Ya no podemos quejarnos de sistemas no funcionales y obsoletos de nuestra Policía Nacional, puesto que se encuentra a la vanguardia con las mejores tecnologías del mundo. Los delitos informáticos que tanto auge, han cogido en sus diferentes modalidades, son descifrados y combatidos con las últimas tecnologías y avances científicos.
La Policía de Protección a la niñez, y de Menores, es un ejemplo de admirar, está dirigida por la primera generala del país-, Brigadier General, Luz Marina Bustos Castañeda, abarca varias coberturas y campos de acción como una forma de proteger a los hombres del mañana y señalarles senderos de responsabilidad y compromiso con los designios de nuestra Patria, actúa en estrecha coordinación con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, I.C.B.F; Unicef y demás instituciones nacionales e internacionales encargadas de desarrollar programas de protección y prevención de delitos en los menores abandonados o en dificultades de convivencia. En síntesis, no existe territorio de Colombia, ni tampoco institución o sector vedado, donde la Policía Nacional no pueda extender su autoridad. Su presencia es prenda de garantía para preservar los Programas de Seguridad Democrática, que tan buenos resultados han dado en los más de siete años de Gobierno del Presidente Álvaro Uribe Vélez.
Sería una injustica, cerrar estas líneas sin rendir un homenaje de admiración y gratitud a todos los miembros de la policía Nacional, que han caído en combate, víctimas de los grupos subversivos, narcoterroristas y delincuencia común organizada; también a los cientos de Policías que se encuentran lisiados y discapacitados de por vida; cuando prevalidos de valor y heroísmo en aras del cumplimiento del deber enfrentaron a las bandas de facinerosos. Nos inclinamos ante la tumba y el martirio de cada uno de estos héroes de la Patria. En este nuevo aniversario de su Institución, les decimos a todas sus familias, que las lágrimas por ellas derramadas, son las propias de todos los Colombianos de bien que indudablemente se traducen en señal de agradecimiento, y como una flor perenne son depositadas en sus tumbas, para que su sacrificio sirva de ejemplo a presentes y futuras generaciones.
A los Policías, que por las mismas circunstancias se encuentran secuestrados en las inhóspitas selvas de Colombia, desde hace varios años, les decimos que no pierdan la esperanza de que un día muy cercano brillará para ellos nuevamente el don precioso de la libertad, porque todos sus seres queridos y compatriotas, permanentemente elevamos oraciones al Todopoderoso, para que se apiade de cada uno de ellos y de esta Patria Inmortal y bella por la que todos luchamos y anhelamos tener algún día, en paz, sin violencia, sin muertes y sin tragedias. Que Dios bendiga en este día a su diligente Director, y a todos y cada uno de los miembros de su Institución con sus respectivas familias.
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