lunes, 22 de marzo de 2010

¿Santos y... ?

Rafael Nieto Loaiza

El Colombiano, Medellin

Marzo 22 de 2010

El partidor de la carrera presidencial está listo. Será una competencia reñida e incierta. Pero no hay duda de que habrá segunda vuelta. Santos inicia con ventaja. La derrota de Arias le despeja el camino simbólico: será el único candidato que la gente identifique sin ambigüedades con Uribe en un país que, quedó probado, tiene una amplia mayoría uribista. En las encuestas dobla a sus inmediatos competidores. Y empieza con una base de tres millones de votos de la U en el Congreso, 28 senadores y 49 representantes. Si no se equivoca en materia grave, Santos tendrá la votación más alta en la primera vuelta.

La incógnita está en quién lo acompaña a la segunda. Las encuestas empataban a Fajardo, Petro y Vargas. Fajardo, que lucía más fuerte entre ellos, está desdibujado. La estruendosa derrota de su movimiento lo deja mal parado. Su discurso de "ni uribista ni antiuribista" no dice nada y no se le conocen planteamientos con los que la ciudadanía pueda identificarse. Y Mockus le hará mella porque ahora se presenta como una alternativa más atractiva para los independientes y porque le puso techo a sus aspiraciones en Bogotá, bastión del voto de opinión. Fajardo está liquidado.

Petro se mostraba como alternativa. Sin embargo, la pérdida de la tercera parte de la representación del Polo en el Congreso le hace una herida difícil de curar en tan poco tiempo. La fórmula de vicepresidencia le da mayor juego dentro del partido, pero no le suma un voto. ¿Le alcanzará la fuerza de su candidatura en la Costa? No creo.

Vargas Lleras era el tercero en el grupo perseguidor. Pero a Cambio Radical no le fue bien en las elecciones de Congreso. Es difícil saber qué tanto lo afectará ese resultado y si su vicepresidente, una extraordinaria economista costeña, le dará un empujón suficiente. Y carga con un problema de ubicación: los uribistas más duros no lo apoyan porque criticó la reelección y los de la oposición tampoco, porque lo perciben muy a la derecha. Vargas, sin embargo, estaba haciendo la mejor campaña. Está golpeado, pero no puede descartarse.

Mockus dará un salto, no sólo por los buenos resultados en las parlamentarias, sino sobre todo por el impulso de la muy favorable cobertura de medios que ha recibido en estos días. Y se alimentará de la debilidad de Fajardo. Con todo, no creo que le alcance.

Pardo ha salido fortalecido. El liberalismo mantuvo su participación en el Congreso y obtuvo 1.750.000 sufragios nada despreciables. La intención de voto por Pardo es mucho menor. ¿Podrá aprovechar el aliento que le dan las parlamentarias? ¿Será capaz de superar su falta de carisma? Si lo consigue, tiene chance de ir a la segunda.

Quien tiene más posibilidades, sin duda, es Noemí. Los conservadores sacaron tres millones de votos en la consulta y dos millones trescientos en el Congreso. Con sesenta parlamentarios, son la segunda fuerza. Si logra mantener la unidad del partido y, sobre todo, da tranquilidad a los conservadores uribistas, será quien compita con Santos. ¡Y puede ganarle!

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