Editorial
El Colombiano, Medellín
Marzo 2 de 2010
Con contadas horas de diferencia, los venezolanos que piden se les respeten sus derechos y libertades tuvieron dos buenas noticias. La primera, la valiente decisión del presidente de Radio Caracas Televisión Internacional (RCTVI), Marcel Granier, de abrir dos nuevos canales y, la segunda, el duro informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la OEA sobre la violación de derechos fundamentales por parte del gobierno de Hugo Chávez.
Ambas noticias se producen en momentos en que todas las encuestas hechas en Venezuela confirman que a Chávez lo está cogiendo la noche y cada vez está más solo y de espaldas a lo que piensan sus propios ciudadanos. La popularidad del mandatario está por debajo del 50 por ciento, por primera vez desde cuando asumió el poder, hace 11 años.
El 70 por ciento de los venezolanos rechaza hoy el modelo socialista del Presidente y sólo el 36 por ciento de los encuestados respalda el chavismo, según la última encuesta del Instituto Venezolano de Análisis y Datos, con una pérdida de aceptación de más de 30 puntos en relación con otras mediciones realizadas en 2009. Y lo peor para Chávez es que las recientes decisiones de expropiar empresas y edificios, racionar energía, armar a civiles como milicias bolivarianas y seguir peleando con Colombia, contribuyen a minar su ya deteriorada confianza y credibilidad entre los venezolanos.
Se entiende, entonces, la visceral reacción del Coronel respecto del informe de la CIDH, que literalmente puso a Venezuela como el país del hemisferio donde "existen más restricciones al pleno goce de la democracia y los derechos humanos". Chávez calificó el informe de "ignominioso" y amenazó con retirarse de la CIDH.
La respuesta del gobierno chavista contra los opositores y los medios independientes, según el informe de la Comisión Interamericana, es la represión, persecución, exclusión y discriminación laboral, e incluso la pérdida de su libertad. Cualquier parecido con el régimen de los Castro no es casualidad.
De ahí que resulte un bálsamo para la mayoría de los venezolanos la decisión de RCTVI de abrir dos nuevos canales y seguir "defendiendo los principios y valores de la democracia".
Todos los indicadores sociales del modelo chavista siguen en franco deterioro: los índices de violencia continúan por las nubes, el desempleo crece con la misma rapidez que lo hace el costo de vida y Chávez sigue perdiendo hombres clave para su "revolución".
No en vano y con preocupación, en Venezuela ya se habla de que Chávez armó a sus milicias para defenderse de una inminente derrota en las urnas, pues el 26 de septiembre de este año habrá elecciones legislativas y algunos de sus simpatizantes comenzaron la retirada, al darse cuenta de que se pueden quemar estando tan cerca del botafuegos que los manda.
Es evidente aquello de que "Chávez está ponchao". Y no precisamente por las cámaras de RCTVI, aunque resulte contundente y alentador que hombres como Granier decidan quedarse en Venezuela y afrontar las nuevas presiones que llegarán sobre su iniciativa privada en televisión. Sobre esa posibilidad están puestos los ojos de millones de jóvenes antichavistas y la CIDH.
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