jueves, 11 de marzo de 2010

La encrucijada conservadora

Mario López

El Tiempo, Bogotá

Marzo 11 de 2010


A pocos días de la realización de la consulta interna del Partido Conservador, conviene visualizar cuál será el destino de esta colectividad partidista, que bajo la sombra del gobierno de Uribe cogobernó, disfrutó de la burocracia oficial y mantuvo la hegemonía política sobre el Partido Liberal con excepción de su ala uribista. El futuro del conservatismo, ahora que salta al debate electoral sin la tutela del uribismo, estará condicionado a nuevos hechos y protagonistas que han revivido su espíritu de partido con posibilidades de opción de poder. En primer lugar, antes de definirse si Uribe podría ser candidato presidencial, estaba proyectada una convención del partido después de su consulta interna para determinar un posible apoyo a Uribe como candidato, o por el contrario, la colectividad marcharía en forma independiente hacia la contienda presidencial. Ahora, cuando se conoció el fracaso del referendo reeleccionista, despiertan inusitado interés los resultados electorales de la consulta interna y la situación en la cual quedaría la convención del partido que le daría un giro radical al destino de la colectividad.

La presencia en el escenario político conservador de Noemí Sanín, Andrés Felipe Arias, José Galat, Álvaro Leiva y Marta Lucía Ramírez, seguramente convocará muchos más electores a la consulta del partido, a lo cual se agrega que las elecciones para el Congreso aumentarían el caudal electoral del partido. La inquietud que surge es la de quién será el ganador de la consulta, por cuanto según la última encuesta arroja un empate técnico entre Andrés Felipe Arias y Noemí Sanín, pero lo que debe tenerse en cuenta es que la ex embajadora viene de menos a más aumentando su favorabilidad, frente a la posición estática del ex ministro de Agricultura, lo cual deja entrever que muy posiblemente los antiguos partidarios de Noemí podrían definir a su favor la consulta interna del partido. A lo anterior, se adiciona que la nefasta política agraria de Agro Ingreso Seguro (AIS) podría, por ahora, constituir el declive político de Arias. Lo que debe darse por descontado, según los estatutos de la colectividad, es que quien gane la consulta debe recibir el apoyo incondicional de los demás candidatos en función de la unión y el éxito electoral.

La encrucijada en que se debate el conservatismo es si el resultado de la consulta lo podría proyectar hacia la posibilidad de una segunda vuelta presidencial. A este respecto, podría recurrirse a los antecedentes de las dos administraciones del presidente Uribe, donde de la mano del Gobierno el conservatismo siempre fue la segunda fuerza electoral en las consultas después del partido de 'la U', dejando a su paso al liberalismo oficialista, a Cambio Radical y al Polo Democrático.

A lo anterior se suma que al parecer el fervor del partido estaría creciendo, habida consideración de dos hechos: la ausencia de Uribe como candidato y los destacados precandidatos que participarán y enriquecerán la contienda electoral del próximo domingo. En síntesis, después de varios años de un conservatismo plegado a las directrices y prebendas del gobernante de turno, el partido se presentará a una consulta interna con posibilidades de éxito, y a partir de la cual la lucha electoral por la Presidencia de la República será una de las más agitadas e intensas, tanto por la brevedad del tiempo como por los actores que actuarán libres de la incertidumbre que se creó por el fantasma de la reelección.

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