Politiquería en San José

Jorge Enrique Pava Q.

La Patria, Manizales

Marzo 12 de 2010

Qué tristeza tener que ver cómo se juega con las necesidades y angustias ajenas, y cómo se aprovechan los espacios de miseria para hacer politiquería y para conseguir votos a través de informaciones sesgadas que producen odio y resentimiento.

Primero fueron las protestas desmedidas por la implementación del SETP, en las cuales hubo manos criminales que incendiaron el ánimo de las personas e incentivaron a niños de escuelas y colegios para que procedieran violentamente en contra de la ciudad. Niños jurídicamente intocables colocados como escudos, detrás de los cuales se refugian los cobardes que saben que, de ser capturados, tendrán que pagar serias penas, y que aprovechan la debilidad de carácter y la emotividad de la juventud para ponerla a la vanguardia de protestas agresivas. Niños utilizados como “mulas de carga” a quienes se les encarga la misión de portar explosivos en las manifestaciones y a ser mutilados en caso de que estos se enciendan en sus manos. Niños, en fin, en quienes se refugian la cobardía, la bajeza, la violencia y el resentimiento que caracterizan la mezquindad de sus abusadores.

Y ahora emprenden una campaña de desinformación que pretende hacer colapsar el proyecto de Renovación Urbana de la Comuna San José, diciéndoles a quienes han manifestado la voluntad de vender sus predios que el proyecto se cayó por una sentencia jurídica, y que quienes han vendido quedarán desamparados.

Nada más alejado de la realidad. Este proyecto, muy a pesar del Camarada No, de Óscar Gutiérrez y de Moisés Gallego, está más protegido que nunca. Y está cobijado con el amparo del Gobierno Nacional que, coincidencialmente con la incursión politiquera y rastrera de quienes quieren conseguir votos a través del desespero de los más pobres, aprueba un nuevo aporte de diez mil millones de pesos para la construcción de vivienda que reemplazará la demolida en la comuna.

La presencia esta semana del Viceministro de Vivienda, Luis Felipe Henao, tuvo que ser un duro golpe para estos personajes que pretendían hacerle creer a los habitantes de la Comuna San José que todo estaba perdido. Vino el Viceministro a manifestar el apoyo del Gobierno Nacional y a exaltar el proyecto de la Comuna como el “más importante del país”, por su envergadura y por cobijar no sólo los aspectos de renovación física, sino aquellos aspectos sociales que mejorarán la calidad de vida de unos habitantes que hasta ayer estaban condenados a vivir en la desgracia, en la inseguridad y en unas condiciones inhumanas.

Por eso es tan reprochable el comportamiento de estos oportunistas que se presentan en plena campaña para el Senado y Cámara a desestabilizar y a generar inconformismos en los electores. Porque no sólo están acostumbrados a pescar en río revuelto, sino que son ellos mismos los que lo revuelven; porque no sólo viven de las necesidades de los demás, sino que son ellos mismos quienes, atravesándose a todo lo que signifique dignidad, educación o progreso, se las generan; porque no se conforman con generar resentimiento de clases, sino que están destruyendo las nuevas generaciones al tratar de impedir que estos sectores deprimidos, en donde convive la violencia, el vicio y la miseria, se superen y puedan ofrecer otros espacios para la niñez y la juventud.

Este domingo se presenta la oportunidad para ejercer nuestro derecho a la protesta. Pero no una protesta violenta como la que utilizan estos desadaptados sociales, sino la protesta mediante el mecanismo democrático del voto que, a la vez de servir para elegir a quienes creemos son los más idóneos para representarnos, puede servir para castigar a los que se dedican a usufructuar la pobreza para el beneficio propio.

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Quedarnos durmiendo el día de elecciones puede ser la mejor causa para que nos desvelemos durante los próximos cuatro años. En Colombia tradicionalmente eligen las mayorías, y por eso estamos como estamos; porque las mayorías que eligen son los abstencionistas que no se preocupan por ejercer su derecho al voto y dejan que los demás decidan por ellos; son quienes están listos a toda hora para reclamar, protestar y vociferar, pero no se preocupan por evitar que nos sigan gobernando los mismos con sus mismas mañas. Tenemos un abanico de candidatos para todos los gustos, de todos los colores y de todas las tendencias; y negarnos a votar por quien creamos es el mejor, es desperdiciar una oportunidad de oro. En mi caso, estoy decidido a apoyar la línea conservadora de Luis Emilio Sierra que significa la renovación del partido y el reemplazo de más de treinta años de hegemonía yepista; y la línea del partido de la U de Jaime Alonso Zuluaga, que representa respeto, orden, sencillez y honestidad.