jueves, 11 de marzo de 2010

Apabullaron la mejor opción

Enoris Restrepo de Martínez

El Colombiano, Medellín

Marzo 11 de 2010

Reconozco que a pesar de vislumbrar el fallo en contra de la reelección, sentí -al igual que millones de compatriotas- un gran dolor de patria cuando comprendí que no podríamos seguir contando con la jefatura de Uribe, ni siquiera en el 2014, el mejor Presidente de Colombia en muchos años.


Las mayorías vimos cómo el Estado de Opinión sucumbió ante las leyes y al miedo de los candidatos a la competencia.

Ellos movieron cielo y tierra para que no hubiera reelección. No era la cacareada defensa de la democracia.

La Corte obró conforme a la Ley -somos leguleyos por naturaleza- y hubo errores en la presentación del proyecto del referendo, pero es innegable que también se trató de una decisión política. El país opositor se movilizó y las izquierdas del mundo entero presionaron. Algo nunca antes visto ante las reelecciones de Castro, Chávez y Ortega.


Fuera del inmenso preludio que precedió el dictamen, fueron varios los padecimientos que nos infligieron.


El espectáculo que se montó para ese veredicto fue grande, estuvieron presentes medios de todas partes con luces y cámaras, representantes de la oposición con carteles y gritos.


También me dolió que los organizadores del show, ante las preguntas de los periodistas al primero a quien le dieron la palabra para preguntar fuera a un representante de Telesur y no a uno de los periodistas colombianos.


Otro de los malestares fue la falta de lealtad de algunos de los miembros de la Corte.


Tenían todo el derecho a votar en contra, pero podrían haberse declarado impedidos.


Tampoco me gustaron las filtraciones, ni la negación al constituyente primario de reformar la Constitución, aunque posteriormente el presidente de la Corte dijo que "no del todo".


Cotidianidades:

Paradójico que en El Tiempo , Juan Manuel Santos esté casi que en condiciones de inferioridad respecto de las menciones que allá hacen de su campaña. En el monitoreo sobre la difusión de las campañas políticas en ese periódico, el primero fue Rafael Pardo (y no despega). Además, uno de sus más claros contradictores, el ex guerrillero León Valencia, parece ser el columnista estrella.


¿Será posible la unión del Polo y el liberalismo oficialista alrededor del Socialismo Siglo XXI?


No creo que Noemí, Fajardo, Vargas, Arias o Mockus entren a ese grupo.

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