jueves, 11 de marzo de 2010

Chávez y... ¡no se metan!

Editorial

El Colombiano, Medellín

Marzo 11 de 2010

El Presidente Álvaro Uribe ha hecho una valiente y oportuna denuncia ante los colombianos y la comunidad internacional, al informar que posee un documento de un gobierno extranjero que pretende intervenir en nuestro país para imponer en Colombia el nuevo Primer Mandatario.


Y si bien Uribe no señala el nombre de ese gobierno, para nadie es difícil concluir que se trata del venezolano, ya que su máximo gobernante ha demostrado un interés genuino en instaurar su movimiento bolivariano en nuestra Nación y en el resto de la región.


En múltiples ocasiones ha sido expresa la intención de Hugo Chávez de intervenir, en forma descarada, en la política de nuestro país: En agosto de 2009, por citar sólo un ejemplo, en el programa Aló Presidente , pidió acciones a sus seguidores para que sus mensajes y planteamientos lleguen al pueblo colombiano, y le ordenó a su Ministra de Información, "utilizar a nuestros amigos y aliados en Colombia, que son muchos".


Para concretar su atrevido cometido, Chávez solicitó la elaboración de un plan político que "permita la unión de las fuerzas que buscan la liberación de Estados Unidos y la consolidación de la independencia y la dignidad latinoamericanas". ¿Le estarán haciendo el mandado sus amigos en Colombia, disfrazados de demócratas hasta que pase la contienda electoral y así en el entretanto poder engañar a algunos incautos?

Todo parece indicar que sus apreciados amigos colombianos sí le están cumpliendo, pues en el informe de inteligencia que tiene el Presidente Uribe se habla de "un candidato con el que habría condiciones para una distensión, para cursos de acción novedosos y con visión de mediano plazo, pensados para influir en el cambio de Colombia".


Grave horror y error pensar que la mayoría del pueblo colombiano anhela un cambio basado en relaciones tan peligrosas. Es que la gente de buena voluntad no pasa por alto la estrecha relación de Hugo Chávez con las Farc y con el terrorismo internacional, Eta, Hamas y Hezbolá, además de los vínculos del mandatario intervencionista con grupos ilegales y narcotraficantes en América Latina, como Sendero Luminoso y los carteles mexicanos.


Los verdaderos demócratas saben que la independencia política es la columna vertebral del Derecho Internacional Público. Es decir, que cada Estado debe tener independencia con respecto del poder de mando de otro Estado, para decidir con autonomía acerca de los asuntos internos y externos, tal como bien lo plantea el tratadista Alfred Verdross.


Lo contrario sería carecer de derechos y gobierno propios y estar sometidos al parecer y dominio de terceros países, movimientos o grupos terroristas. ¿De Venezuela, Irán, Farc, Eta?, por citar algunos. ¿Cómo pretenden Chávez y sus amigos, todos sus amigos, vetar o imponer candidatos a la Presidencia de Colombia? ¿Acaso creen que el principio de la autodeterminación o soberanía de los Estados está derogado?

Creemos que sí saben de su vigencia pero no les interesa cumplirlo, ya que el expansionismo del mal llamado socialismo bolivariano es su sueño más preciado. Pero no el de los colombianos de buena voluntad. ¡Votemos como debe ser para que nuestra autonomía no sea pisoteada!

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