viernes, 5 de marzo de 2010

Los tentáculos del terrorismo

Editorial

El Nuevo Siglo, Bogotá

Marzo 4 de 2010



EL terrorismo se ha convertido en la gran fuerza mundial desestabilizadora, ningún país está totalmente libre de ataques. España ha sido víctima de terribles atentados como el de la Estación de Atocha en Madrid en 2004, vísperas de las elecciones, que produjo un cambio en la opinión pública tal que facilitó el ascenso del gobierno socialista. A partir de entonces han sido vanos los esfuerzos del jefe del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, por llegar a una paz negociada. La persecución oficial contra la ETA se mantiene firme y no se permite que los movimientos afines a esa organización separatista vasca tengan figuración política.


Las conexiones internacionales de los grupos terroristas son intrincadas y algunos piensan que se trata de una leyenda. No es así, documentos de distintos gobiernos democráticos y agencias oficiales muestran que en países como Cuba, Venezuela, Ecuador y Nicaragua, en nuestra región, en diversas oportunidades han recibido esas organizaciones clandestinas y sediciosas apoyo, cierto tipo de tolerancia y amparo. El comandante Simón Trinidad fue capturado mientras paseaba por la zona rosa de Quito. El número dos de las Farc, Raúl Reyes, resultó abatido por tropas colombianas en un bombardeo en la frontera con Ecuador. A Granda, el canciller de las Farc, se le encontró en Venezuela. Nicaragua ha sido clave en el comercio de armas a la subversión. Pese a tan elocuente e inequívoca muestra de los tentáculos del terrorismo y sus peligros en el exterior, como los afanes del gobierno colombiano por denunciarlo, no faltan los gobiernos que se muestran indiferentes, insolidarios y contrarios a reconocer los hechos y las amenazas.


Las cosas dan un vuelco en la opinión desde el momento en el cual el juez español Eloy Velasco da a conocer la trascendental investigación que viene realizando para descubrir los poderosos tentáculos internacionales de la ETA y el terrorismo que vincula a los etarras con subversivos de Hispanoamérica. La maraña de complicidades que intenta desenredar el juez es complicada por los nudos ciegos y dificultades que debe superar. Entre los investigados figura un antiguo etarra, Arturo Cubillas Fontán, quien ocupó un cargo en el Ministerio de Agricultura de Venezuela. Cubillas está casado con Goizeder Odriozola Lataillade, quien desde la llegada del comandante Hugo Chávez al poder en 1999, ha ocupado diversos cargos como el de directora de relaciones institucionales del Ministerio del Poder Popular para el Deporte. Existe orden de procesar al dirigente de la ETA, otros seis de su organización y siete miembros de las Farc. Uno de los cabecillas, José María Zaldúa Corta, alias Aitona, está en México, los otros tres en Cuba y otro en Venezuela. Ha trascendido que estos sujetos serían fichas del aventurerismo terrorista internacional, cuyo objetivo era atentar contra la vida del presidente Álvaro Uribe, el ex presidente Andrés Pastrana y contra Noemí Sanín, ex embajadora en España. Resulta increíble que con la cooperación judicial que existe entre Colombia y España, los interesados no supieran que se estaba incubando semejante atentado contra sus vidas.


En el voluminoso expediente que lleva el juez español se determina que los contactos entre las Farc y la ETA datan de 1993, al ser capturados dos etarras portando una carta donde relatan “el encuentro muy interesante” que mantuvo el hoy fallecido etarra Jokin Gorostidi Artola, alias Haritza, entonces residente en Cuba y miembro de la Comisión de Deportados, con dirigentes de las Farc. Se descubre en España, lo que en Colombia se sabe hace años, que ambos movimientos terroristas han intercambiado datos, asesoría y entrenamiento militar. La ETA transmitió su rica experiencia en explosivos y terrorismo urbano y se supone que hizo los contactos con terroristas del IRA, que estuvieron entrenando milicianos en nuestro país. La colaboración entre ETA y las Farc la puso al descubierto la Fiscalía española en el 2008 cuando puso querella en la Audiencia Nacional, donde se incluían correos electrónicos encontrados en la computadora del jefe guerrillero “Raúl Reyes”.


El juez Eloy Velasco señaló que el guerrillero de las Farc, Víctor Ramón Vargas Salazar, alias Chato, viajó a España en el año 2000 para vigilar los movimientos de diversos integrantes de la embajada de Colombia en la Península. El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, en la cumbre con la cancillera alemana, Ángela Merkel, en Hannover, anunció que España ya pidió explicaciones a Venezuela sobre los indicios de “cooperación” del gobierno caribeño en la alianza entre ETA y las Farc. Tras las gravísimas denuncias y hechos criminales que investiga la justicia española, país que preside la Unión Europea, se espera que se conozcan los cómplices y las redes del terrorismo internacional que operan en nuestra región. Ya se sabrá en el curso de la investigación del juez Velasco, hasta dónde llega la complicidad del alto gobierno venezolano en tales entuertos criminales.

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