lunes, 15 de marzo de 2010

Uribe, el gran elector

Luis Carvajal Basto

El Espectador, Bogotá

Marzo 15 de 2010

El triunfo de la coalición de gobierno en las elecciones de Congreso prologa lo que ocurriría en las presidenciales, dependiendo de cómo se resuelva el dilema Conservador y las Alianzas, con quien sea capaz de convocar al mismo Uribismo. A primera vuelta el Conservatismo irá con candidato propio. El PIN no es el gran ganador, como muchos afirman, pero si la coalición.

La ausencia obligada del Presidente Uribe en las presidenciales no afectó los resultados de las elecciones de Congreso. Podría decirse, en términos genéricos, que los votos perdidos por el Uribismo con la separación de Cambio Radical, se vieron compensados por el auge del Partido Conservador, que pasa, más o menos, de 18 a 23 curules, y el mismo Partido de la U, que pasaría de 20 a 24.

Convergencia Ciudadana, ALAS y Colombia Democrática, obtuvieron en 2006 quince curules en Senado, mientras que a estas horas el PIN, al que muchos analistas dan como ganador, obtiene apenas 7.

La caída del Polo, tampoco se debe exclusivamente a la imagen de la administración de Bogotá o a errores de sus dirigentes. Está claro que su “Chavismo” y los tenores algo tuvieron que ver y mucho menos, pero también algo, Sergio Fajardo, de quien se esperaba un desempeño mejor por las expectativas generadas.

El dilema del Partido Conservador, sin embargo, no se resolverá ahora, cualquiera sea el resultado de la consulta, sino apenas luego de la primera vuelta. Su dirigencia tiene claro que a pesar de sus buenos resultados no le alcanza para ganar las Presidenciales, pero el sector del ex Presidente Pastrana y la doctora Sanín apuesta, a un desgaste del candidato del Partido de la U antes de Mayo y todo parece indicar que persistirán en esa intención.

El asunto, a pesar de las ratificadas mayorías del Uribismo, no es hacia quien se inclinará el PIN, al que han dado en llamar algunos analistas el Partido bisagra, sino hacia donde “mirarán”, en términos de Alianzas, el mismo Germán Vargas y lo que ocurrirá en el Liberalismo. Podrían resultar definitivos en una elección apretada, más si se tiene en cuenta que un sector del Conservatismo ha iniciado un viaje sin retorno a la coalición.

Sin embargo las elecciones Presidenciales son diferentes a las parlamentarias, en cuanto es importante el sentimiento de Partido, pero también la imagen de los candidatos. Las alianzas burocráticas no necesariamente se traducen en votos. A Juan Manuel Santos, por lo que se ha visto, le esperan difíciles pruebas en las semanas que faltan, aún con una oposición “desbaratada”, en que el Polo ha perdido y el Liberalismo no consigue explicar su condición de opositor, con los consecuentes resultados electorales.

A todas estas, el Presidente sigue siendo el Gran elector, Y no se observa una oposición que le haga contrapeso como acaba de demostrarse; pero deberá esmerarse para conseguir que quienes han sido sus amigos y colaboradores no terminen derribando lo que construyó.

POSDATA:

El sistema Electoral y no solo la registradora colapsaron. La cantidad de votos nulos en estas elecciones han demostrado que la modernización del sistema electoral resulta indispensable y también el fortalecimiento del sistema de partidos del que debe ocuparse una reforma política que el país no ha querido hacer. El voto preferente y el tarjetón, mezclados, dan como resultado una inmensa cantidad de votos nulos que en las elecciones pasadas para Senado fueron casi el 12% del total, cuatro veces más que en 2002, lo cual es una cifra increíble, que no conviene a ninguna democracia.

Por otra parte, el voto preferente hace que los gastos de las campañas se eleven y que tenga más posibilidades quien cuente con más recursos.

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