jueves, 30 de julio de 2009

Falso positivo

Por Ernesto Yamhure

El Espectador, Bogotá

Julio 30 de 2009

No se equivocó Martín Lutero cuando dijo que una mentira se parece a una bola de nieve: cuanto más rueda, más grande se vuelve.

Destapado el caso de eso que han denominado falsos positivos, los enemigos históricos de la Fuerza Pública se dieron a la tarea de buscar al cerebro de la imaginaria matazón. Removieron carpetas, archivadores y computadores hasta que encontraron lo que ellos creían fue la célula madre de su invención: la directiva 029 de 2005, signada por el entonces ministro de Defensa Nacional, Camilo Ospina.

A pesar de la naturaleza benigna del documento, éste fue leído con mezquindad por aquellos que se regodean emocionadamente cada vez que un soldado es asesinado o procesado injustamente. Acto seguido, surgieron las interpretaciones tendenciosas cuyo fin consistía en acabar con nuestro Ejército y, por supuesto, con la reputación de quien hizo la directiva en cuestión.

La farsa debía continuar. Algo que buscaba garantizar el pago de unas recompensas a aquellos ciudadanos de bien que colaboraran eficazmente con las fuerzas del orden, fue presentado como un lóbrego plan del Gobierno para exterminar a personas inocentes.

Apresuradamente, dijeron que los recursos públicos que forman parte de los gastos reservados del Ministerio de Defensa fueron utilizados en el innoble propósito. Mientras los dedos señalaban con sevicia, sigilosamente comenzaron las investigaciones, cuyos frutos estamos comenzando a apreciar.

Para desventura de los entusiastas promotores del siniestro ardid, la Contraloría General de la República concluyó que el dinero destinado a los gastos reservados de las Brigadas 4, 6, 9, 10, 11, 13, 18; las móviles 5, 16 y las regionales de inteligencia 5 y 8 no fue utilizado en los tales falsos positivos. En palabras del propio organismo de control, “no se evidenció que estos recursos se hayan empleado de manera deliberada para financiar actividades ilícitas o irregulares”.

Continúa el informe diciendo que “como resultado de la aplicación de los procedimientos y las pruebas realizadas a los gastos reservados, la Contraloría General de la República estableció que la ejecución de estos recursos se hizo con sujeción al ordenamiento jurídico y a las disposiciones internas para el pago de información, recompensas y operaciones de inteligencia y contrainteligencia”.

Apuntaban los embusteros que concibieron el complot que el móvil principal de los supuestos asesinos era la apropiación indiscriminada del dinero de los gastos reservados.

Efectuada la detallada investigación de la Contraloría, cuyas conclusiones son contundentes, creo que queda herida de muerte la conspiración que intentó llevarse por delante el honor de nuestros militares y de paso la honestidad y correcto proceder de Camilo Ospina, a quien miserablemente quisieron enredarle su aspiración a Fiscal General de la Nación, montándole, paradójicamente, un falso positivo.

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Buen momento para que los parlamentarios de la coalición de gobierno le pongan la cara al pueblo y le digan por qué no van a votar el referendo. Independientemente de las maniobras politiqueras que quieran efectuar, a esos señores les llegará la hora de rendir cuentas ante sus electores; ahí los veremos padeciendo y pagando el costo de su traición. Es importante recordarles que el pueblo votó por ellos, asumiendo que era cierto su uribismo.

La secesión marxistoide

Por Fernando Londoño Hoyos

El Tiempo, Medellín

Julio 30 de 2009


Tenemos los colombianos una deliciosa manera de ignorar los problemas más graves que se nos vienen encima. Este de ahora puede suponer la ruptura de la unidad nacional y la anexión al Ecuador de los departamentos del sur. El asunto no sería tan nuevo, bien lo sabemos.

Blandiendo amenazadores garrotes, para garantizar la seriedad del anuncio, miles de indígenas, reales o supuestos, han recorrido el Cauca comunicando la decisión de expulsar para siempre de su territorio ancestral a todos los "actores armados". La rebelión iba dirigida por tres facinerosos europeos, autorizados por la inexistencia del DAS, y quedó refrendada con la bendición del delegado de la ONU. De parte del Gobierno, ni una palabra. Está ocupado con el referendo. El Ministro del Interior no se ha enterado. El de Defensa andaba interino. Y la opinión pública, quien quiera que ella sea, parece hipotecada por el Factor X.

Si alguno no cae todavía en el núcleo del asunto, le diremos que los actores armados son las Farc y el Ejército Nacional. Ambos igualmente detestables y peligrosos para la paz de esos colombianos tan sui géneris. Y el plazo para el desalojo es perentorio, de apenas tres meses. Los soldados tendrán que preparar su parco equipaje, desmantelar sus bases y organizar su trasteo, en el que no podrán olvidar los jirones de la dignidad nacional que dejan atrás. Los de las Farc dirán que se van, para quedarse mejor establecidos.

El "actor armado" que cae bajo el desahucio mamerto indígena es el que representa la soberanía de la Patria y la unión de Colombia como Estado. Donde el Ejército no puede pisar es porque se han sobrepasado los confines jurídicos de lo que somos como nación organizada. Cuando las Farc exigieron y consiguieron la salida del Ejército, es porque se había formado la República Independiente del Caguán. El Derecho es una entelequia si no lo sostiene la fuerza legítima que en el Ejército se expresa.

Los rebeldes saben muy bien de lo que hablan. Porque en San José de Apartadó tienen montada una empresa similar. A donde no llegan nuestras leyes, donde no se iza nuestra bandera, donde no mandan nuestras autoridades. Esa atroz concesión de la soberanía la hizo algún Presidente con muy limitada concepción del Estado como realidad política. San José de Apartadó se mantiene como territorio separado, ocasión para que opere, además, el pingüe negocio que tienen montado los de cierta Comunidad Intereclesial, que serán también los directores de esta otra orquesta separatista. Explotar esa rara mezcla de filantropía internacional, de remordimientos colonialistas y de simpatías marxistas produce, además de poder, dinero en abundancia.

Lo del Cauca es mucho mayor. Los que insisten en ser indios saben muy bien las cartas que se juegan. Sus viejos chantajes les dejaron el negocio fabuloso de tierras donadas para la contemplación de la naturaleza, porque no los alcanza aquello de la función social de la propiedad. De encima, tienen una renta gigantesca, mayor que la de gran número de los departamentos colombianos, sin las complicaciones de contralorías que vigilen, de procuradurías que exijan el cumplimiento de las normas fiscales, y de jueces que sancionen las familiaridades que con ellas se cometan. Y ahora van por el último viaje. Que salga el Ejército, para que la tarea quede plena y para que luego decidan si se dignan permanecer en Colombia o si se trastean, con unos centenares de miles de blancos, negros y mestizos, que serán sus siervos, al Ecuador. Más pronto que tarde, los de Nariño se sumarán a la causa. Porque también tendrán su lista de infamias para proponer. Los promotores de la secesión tienen mucho que ganar. Como, por ejemplo, una franquicia para negociar cocaína.

miércoles, 29 de julio de 2009

Estados Unidos, la OEA y la democracia

Por Sergio Muñoz Bata

El Tiempo, Bogotá

Julio 29 de 2009


A un mes del golpe de Estado en Honduras, el depuesto presidente, Mel Zelaya, sigue en Nicaragua y, a pesar del consenso inicial de los gobiernos del hemisferio para condenar el coup y demandar su reinstauración, el desacuerdo entre los demócratas ortodoxos y los neodemócratas de la región sobre la estrategia para reincorporarlo a su puesto se hace cada día más profundo. El impasse ha generado un debate sobre el rol de la Organización de Estados Americanos en la defensa de la democracia y el papel de Estados Unidos en esta lucha y en esta circunstancia.

Mientras que Estados Unidos, la Unión Europea, México, Brasil y España siguen apostando por una solución negociada valiéndose de la mediación del presidente costarricense, Óscar Arias, la impaciencia y un inusitado aliento neodemocrático de esperpentos como Fidel Castro, Hugo Chávez y Daniel Ortega exigen la restitución inmediata de Zelaya a cualquier costo y aprovechan la ocasión para culpar a E.U. del impasse y hasta del golpe.


Mientras tanto,
la OEA muestra las debilidades estructurales que le impiden ejercer un liderazgo sereno y oscila de la exaltación promovida por los países miembros del Alba, a la moderación pragmática que le dictan los países democráticos.

A pesar del éxito inicial de su gestión en busca de un consenso hemisférico de condena al golpe, su inconsistente aplicación de la Carta Democrática, que supuestamente rige su conducta, le ha ocasionado críticas justas.

Michael Shifter, del Diálogo Interamericano, apunta que "entre 1996 y el 2006, tres presidentes ecuatorianos fueron removidos de sus cargos bajo el arbitrio de las fuerzas armadas y en ninguno de estos casos hubo una reacción semejante a la que ha provocado el caso de Honduras".

Otros cuestionan a la OEA por su silencio cuando los presidentes de Venezuela, Nicaragua y Ecuador minan las instituciones democráticas de su país en su intento por perpetuarse en el poder.

¿Qué hizo la OEA cuando gobernadores y alcaldes de la oposición de Caracas denunciaron que el presidente de Venezuela "usa la democracia para destruirla"; cuando lo acusaron de dar un "golpe de Estado en marcha contra los gobiernos democráticamente elegidos por el pueblo en noviembre del 2008, y de intimidar a los medios de comunicación?

¿Dónde estaba la OEA en los meses previos a las elecciones municipales de noviembre en Nicaragua, cuando Ortega maniobró para impedir que figuras de la oposición estuvieran en las balotas; cuando hostigaba a periodistas independientes y a organizaciones no gubernamentales; cuando impidió la presencia de observadores internacionales; cuando, antes de terminar el recuento oficial del voto por la alcaldía de Managua, dio la orden de declarar ganador a su candidato?

¿Por qué no interviene la OEA cuando se hacen públicos los videos que muestran a uno de los jefes de la narcoguerrilla colombiana detallando las contribuciones de la organización criminal a la campaña presidencial del ahora presidente ecuatoriano, Rafael Correa? ¿O cuando amenaza a los medios de comunicación que publican artículos que cuestionan su gestión o los negocios de su hermano?

Si la OEA quiere fortalecer la democracia en el hemisferio, debe aceptar que, en las condiciones políticas actuales, no basta con ganar una elección, sobre todo cuando la capacidad del gobierno para manipularla es tan evidente. Así mismo, la organización debe reformar la Carta Democrática para incluir la protección no solo del Ejecutivo, sino de los poderes Legislativo y Judicial, que son, precisamente, los que mayor acoso sufren de los Ejecutivos autocráticos que hoy proliferan en la región.

Afortunada y desafortunadamente, en estos momentos no le corresponde a E.U. encabezar una revolución democrática de estos alcances, sino al grupo de países moderados que siguen creyendo en las virtudes de la democracia liberal y tienen la capacidad para reformarla.

El plan sanitario de Obama se hunde

Por Charles Krauthammer

Diario de América, Washington

Julio 27 de 2009

¿Qué pasó con el plan sanitario Obamacare? Que la retórica se topó con la realidad. Tanto cuando era candidato como siendo presidente, el maestro de la retórica supo conjurar un mundo en el que él oficia su entrada al paraíso sanitario: más cobertura, a menor precio.

Pero no se puede engañar llegada la legislación. Una vez que traslada sus fantasías a palabras y cifras, la Oficina Presupuestaria del Congreso entra en escena y anuncia que el emperador está desnudo.

El Presidente Obama justificó la necesidad de reforma con la afirmación de que el gasto médico está destruyendo la economía. Es cierto. Pero ahora descubrimos -- ¡sorpresa! -- que la cobertura universal eleva el gasto. Los planes sanitarios de los congresistas Demócratas, afirma la Oficina Presupuestaria, elevan el gasto por encima del billón de dólares.

En respuesta, el presidente retrocedió posiciones hasta un anuncio de que cualquier ley aprobada por él no supondrá un gasto adicional. Pero es el objetivo erróneo clásico: Si la acuciante urgencia de la reforma sanitaria reside en reducir de manera radical los gastos que están dando lugar a déficits tan elevados que destruyen los presupuestos, financiar la nueva ley mediante recortes sin incurrir en gastos adicionales (por definición) nos lleva exactamente por los mismos derroteros a la insolvencia que Obama en persona afirma son insostenibles.

Las propuestas Demócratas son aún peores. Dado que ellas sí elevan el gasto, financiar la ley sin gasto adicional se traduce en equilibrar las subidas de los impuestos. No es que sea demencialmente anti-estimulador lastrar a una economía acusadamente deprimida con un incremento del impuesto sobre la renta que cae como una losa sobre las pequeñas industrias y la clase inversora. Es que además la reforma sanitaria acaba acaparando para sus propios fines una fuente de recaudación que de lo contrario se podría utilizar para extinguir el lúgubre déficit presupuestario estructural que supone tamaña amenaza para la economía y para el dólar.

Estas contradicciones cegadoramente evidentes son el motivo de que los planes sanitarios Demócratas se derrumben bajo su propio peso -- a manos de Demócratas. Es Max Baucus, el secretario Demócrata del Comité de Financiación del Senado, quien decía que Obama era de poca ayuda por descartar la gravación del seguro de trabajo como forma de financiar la cobertura ampliada. Son los Demócratas conservadores de la Cámara los que se sobresaltaban hace apenas unas semanas ante el astronómico coste de la reforma sanitaria tras haber ingerido la cicuta dispensada por Obama de un impuesto ruinoso en forma de sistema de intercambio de emisiones contaminantes.

El presidente está por tanto comprensiblemente impaciente por convertir esto en un enfrentamiento entre Demócratas progresistas y Republicanos reaccionarios. Aprovechó los comentarios del Senador Republicano Jim DeMint diciendo que detener a Obama en el terreno de la sanidad iba a dividir su presidencia para protestar, con impecable artificialidad, diciendo que "esto no tiene que ver conmigo. Tiene que ver con la política".

Todo tiene que ver con él. La sanidad es su reforma insignia. Y sabe que si no alumbra nada, se juega la misma magia que le condujo a la presidencia y que al mismo tiempo le ha mantenido inmune a la dificultad los seis primeros meses. Lo cual es el motivo de que los límites de Obama estén en permanente cambio. ¿Cobertura universal? Puede que no. ¿Subida de los impuestos a la clase media? Bueno, quizá, pero sólo si ella no acarrea "principalmente" el peso. Dado que él no tiene nada que ver, Obama está muy dispuesto a aprobar cualquier cosa mientras lleve el epígrafe de "reforma de la sanidad".

¿Que no tiene nada que ver con política? ¿Entonces cómo es que, por poner el ejemplo más insigne, en este grandioso debate de la sanidad no escuchamos ni una palabra acerca de las peores fuentes de derroche en la medicina estadounidense: el gasto demencial y las primas arbitrarias de nuestro sistema de protección de demandas por negligencia?

Cuando un neurocirujano tiene que pagar 200.000 dólares al año en concepto de seguro por negligencia antes de encender siquiera la luz de su consulta o contratar a su auxiliar, ¿quién cree usted que paga? Los pacientes, en forma de minutas médicas más elevadas que cubran el seguro.

Y con un sistema de conciliación de grandes cifras que concede un dineral a un demandante mientras los demás no reciben nada -- y la tercera parte de todo se la quedan los abogados -- ¿de dónde cree usted que sale ese dinero? De las aseguradoras, que a continuación le pasan a usted el gasto en forma de pólizas más caras.

Pero el mayor derroche se da en el coste encubierto de la medicina de defensa: exámenes y pruebas que los médicos solicitan sin ningún otro motivo que protegerse de posibles demandas. Todo galeno sabe, igual que yo lo sabía cuando ejercía hace años, en cuánto gasto médico innecesario se incurre con vistas no a la medicina sino al pleito.

La reforma del sistema civil de justicia produciría decenas de miles de millones de ahorro. Pero aun así no aparece por ninguna parte en las propuestas de ley Demócratas. Y Obama no dijo esta boca es mía sobre ello a lo largo de la hora entera que duró su rueda de prensa sobre sanidad. ¿Por qué? No es ningún misterio. Los Demócratas dependen como parásitos de las colosales donaciones que realizan los picapleitos.

¿No nos prometió Obama una nueva política que anteponga a la gente a los grupos de intereses especiales? Claro. Y ahora promete atención médica ampliada, independiente del puesto de trabajo, sólida y de superior calidad -- ¡a un precio menor! Lo único que no ha prometido es extirpar la maldad del carácter humano. Esa legislación será presentada la próxima semana.

© 2009, The Washington Post Writers Group

El colapso de la izquierda suramericana

Por Gabriela Perdomo*

Semana.com, Bogotá

Julio 24 de 2009

Hace menos de cinco años, cuando la mayoría de países latinoamericanos se preparaban para una maratón de elecciones presidenciales, los medios mundiales adoptaron un famoso titular. “El giro a la izquierda en Latinoamérica” pasó de boca en boca anunciando el resurgimiento de partidos y líderes de izquierda que iban a definir el futuro de la región.

Y así sucedió, y de qué manera. El futuro de la izquierda en la región se está definiendo, y no precisamente en buenos términos. Para quienes esperaban que esta fuera la era de la reinvención de la izquierda, el renacimiento de unos ideales acorralados por décadas de políticas conservadoras, el panorama actual debe ser devastador. Sólo en Suramérica, donde ocho de diez países tienen presidentes que se auto-describen como de izquierda, es inevitable preguntarse si el movimiento está colapsando.

En los tres países en donde la izquierda ha gobernado de manera exitosa en los años recientes se augura un cambio. A pesar de que el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva sigue siendo muy popular, todas las encuestas apuntan a que su candidata a la presidencia, Dilma Rousseff, podría perder las elecciones del próximo año frente al conservador José Serra.


En Chile, en donde una amplia coalición de centro-izquierda ha gobernado desde el fin de la dictadura militar de Augusto Pinochet, el candidato conservador Sebastián Piñera es mucho más popular que el candidato socialista, el ex presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle, y podría llevarse la victoria en las elecciones de este diciembre. La coalición de izquierda que gobierna en Uruguay va a elecciones en octubre con un candidato de la izquierda radical, José Mujica. Las encuestas muestran hasta ahora un empate técnico entre Mujica y el candidato del conservador Partido Nacional, el ex presidente Luis Alberto Lacalle.

En los demás países de Suramérica gobernados por la izquierda, si bien una menos definida, el panorama no es nada mejor. Los argentinos acaban de castigar en las elecciones legislativas al partido peronista de la presidenta Cristina Kirchner.


Fernando Lugo, quien se convirtió en el primer candidato de izquierda en ganar unas elecciones en Paraguay en seis décadas, es la decepción del momento. El presidente acabó con su imagen desde que se descubrió hace poco que tuvo un hijo, o tal vez más de uno, según nuevas acusaciones, cuando todavía servía como obispo católico.


El diagnóstico de la izquierda en Bolivia y Ecuador es más complejo. Ecuador ha gastado dos años en re-organizar sus caóticas instituciones democráticas—nadie puede negar que era necesario—y ahora falta ver qué traerá el proyecto socialista del presidente Rafael Correa. En Bolivia la izquierda en el poder está íntimamente ligada al movimiento indígena. Aunque el presidente Evo Morales es muy popular, el año pasado el país llegó a tal grado de polarización que estuvo cerca de partirse en dos.


Venezuela es una rueda suelta al mando de un dictador que utiliza elecciones “democráticas” para atornillarse en su trono. Hugo Chávez, quien acaba de cumplir su primera de muchas décadas de poder, es en gran parte responsable de la rápida destrucción de la izquierda suramericana. Aunque muchos fallen en entender este punto, Chávez es quien más daño le ha hecho al movimiento de izquierda contemporáneo al vender su dictadura como un modelo de oposición al conservadurismo.


En Colombia y Perú, los dos únicos países suramericanos en donde la izquierda no está en el poder, no hay señales de esperanza para quienes quieren que así sea. Alan García ganó las últimas elecciones peruanas no por mérito propio, sino porque Ollanta Humala, un errático líder de izquierda con inclinaciones violentas, era el candidato opositor. En Colombia el Polo Democrático tiene graves pleitos internos, desilusionando a muchos que esperaban ver una propuesta de izquierda seria en las elecciones del próximo año.


Sobra decir, buenas noticias para unos, no tan buenas para otros.


*Gabriela Perdomo es periodista e investigadora del centro de estudios de opinión pública Angus Reid Global Monitor (www.angus-reid.com).

El freno a las tasas

Por Julián Cárdenas

La República, Bogotá

Julio 29 de 2009

El Banco de la República (B.R.) adelantó una fuerte política expansionista debido al deterioro de la situación de los mercados internacionales y a la evidencia de una mayor desaceleración en la economía local.

De tal forma, el Emisor bajó agresivamente las tasas de interés de 10% en diciembre a 4.5% el pasado 19 de junio. Hoy, aunque todavía tenemos “secuelas” de la crisis mundial, Colombia sobresale entre las economías de la región al registrar algunas cifras de estabilización y en algunos casos de recuperación, ante las cuales el Emisor actuó primero en la región con estabilidad de tasas de interés.

El pasado 24 de julio, tal como lo habíamos pronosticado, la Junta Directiva del B.R. dejó las tasas de interés inalteradas en 4.5% y no tomó medidas sobre la revaluación del peso frente al dólar. Lo anterior debido a que los integrantes de la Junta están observando un aumento en las expectativas de inflación a 12 meses por encima de la meta de largo plazo (3%+/- un punto porcentual), una mejora en las cifras macroeconómicas de Colombia, una respuesta históricamente favorable en las otras tasas de interés a nivel local y una estabilización de las cifras en Estados Unidos.

Adicionalmente, aplaudimos la decisión de no intervención en la tasa de cambio y de defender el esquema de flotación cambiaria, debido a que ayuda a adoptar una Política Monetaria contracíclica y modera los temores de una crisis financiera. Además, Colombia tiene la mayoría de las condiciones para adoptar un esquema más libre de flotación cambiaria, como la estabilidad monetaria, bajos pasivos en dólares y la baja participación de comercio internacional. De tal forma, tanto importadores y exportadores como inversionistas y empresas, que tienen un vínculo con el exterior, deberán acomodarse a este esquema y aprovechar las herramientas de cobertura cambiaria que se ofrecen hoy en el mercado.

Adicionalmente, anunció que el encaje ordinario no será remunerado por el B.R. Es decir, a partir del 5 de agosto el Emisor no remunerará las disponibilidades de los establecimientos de crédito en la Cuenta de Depósito en el B.R. y en caja, con el objetivo de disminuir los recursos de las entidades bancarias, anticipándose a un posible ajuste a la baja en las otras tasas de interés de la economía.

Aplaudimos las medidas prudentes del B.R. de no bajar nuevamente las tasas de interés para controlar el resurgimiento en las presiones inflacionarias en 2010, debido a una recuperación de la demanda interna y de una estabilización y lenta recuperación de la demanda mundial liderada por China e India en el segundo semestre de 2009. Aunque esperamos que la inflación anualizada que hoy se ubica en 3.81% siga cayendo en julio (3.46%) y agosto (3.36%), es probable que para el cierre de 2009 se ubique cerca de 4%.

Lo anterior se fortaleció con los resultados que arrojo la Encuesta de Expectativas de julio, en la que la expectativa de inflación anual pasó de 4.51% para junio de 2010 a 4.58% en julio de 2010, después de 7 meses consecutivos de caídas.

Por otra parte, nos parece importante resaltar que la economía colombiana registró una menor contracción en el PIB de lo esperado, y que está en mejores condiciones que la mayoría de las economías de la región. Mientras que la economía colombiana registró una variación de -0.55% en el primer trimestre, algunas de las principales economías de Latinoamérica observaron una contracción más pronunciada en el mismo período como México (-8.2%), Chile (-2.1%) o Argentina (-2%).

Pensamos que con la información disponible el Emisor dejará las tasas de interés inalteradas en 4.5% hasta diciembre de 2009 y de la misma forma será posiblemente la primera economía en empezar la política de contracción monetaria en la región.

Insulza ¡despierta!

Por Rafael Gómez Martínez

El Nuevo Siglo, Bogotá

Julio 29 de 2009

Reproduzco a continuación algunos apartes de un artículo publicado en la revista Forbes el 21 de enero de los presentes.

Chávez es un experto en la guerra asimétrica y en el engaño, un aliado estratégico de Irán en una guerra declarada contra el “imperio perverso” de América. (Michael Rowan y Douglas E. Schoenwww.forbes.com / http://www.forbes. com/2009/ 01/21/Venezuela- Irán-terror). Desde el 2000, Chávez ha estado en Teherán siete veces para negociaciones que suman $ 20 mil millones en convenios más turbios que los fondos de Bernie Madoff.

El transporte clandestino de los agentes del Hezbolá, de dinero y de tecnología -incluyendo armas nucleares- se hizo más fácil a partir del 2007 cuando Chávez y Ahmadinejad instauraron un vuelo semanal entre Caracas y Teherán (con una parada en Damasco). No hay control de inmigración ni de pasaportes en ninguno de los dos países y en Caracas el avión 747SP, tiene su propia entrada y salida amparada por la policía secreta de Chávez. Más desconcertante aún, resulta que a periodistas independientes que trataron de conseguir un pasaje en dicho vuelo, a cualquier precio, les ha sido negado en seis oportunidades en los meses recientes. La lista de pasajeros constituye un secreto de Estado en Venezuela.

Durante la semana del 21 de enero, Turquía detuvo un cargamento de Irán destinado a Venezuela con 22 contenedores identificados como repuestos para tractores. “El equipo era suficiente para montar un laboratorio de explosivos", señaló un oficial de aduanas a la Associated Press.

Desde el 2002 la policía secreta de Irán actúa dentro de la zona internacional del aeropuerto de Caracas (Maiquetía). El artículo es más largo y vale la pena leerlo en su totalidad.

La comunidad internacional aún no quiere abrir los ojos al respecto.

Chávez anunció el cierre de más de 240 emisoras de radio y la restricción a los circuitos radiales y en nuestro país ni una sola voz de protesta, sin contar la amenaza continua contra Globovisión. ¿Dónde está la voz de protesta de los demócratas de América? Mandó a quemar los libros de numerosas bibliotecas públicas (al mejor estilo nazi) para eliminar todo lo que no esté de acuerdo con su doctrina revolucionaria. Tan sólo de la red de bibliotecas del Estado de Miranda han sido retirados más de 62.000 libros. ¿Dónde están los que se hacen llamar poetas, literatos, actores, intelectuales y demás? ¿Dónde están, que no los veo alzando su voz de protesta? Quemaron hasta las obras de Rómulo Gallegos y Rómulo Betancourt, fieles exponentes de la literatura venezolana.

Yo estoy seguro de que ni siquiera los más fieles y serviles lacayos de Chávez se encuentran al tanto de los malévolos planes de su amo. Si no dejamos que los norteamericanos nos ayuden, Chávez acabará con América Latina.

Puntilla. ¡Insulza, despierta!… Y la OEA nada que se pronuncia sobre el caso de Antonio Ledezma.

Nombramiento afortunado

El Editorial

El País, Cali

Julio 29 de 2009

Dos meses después de haberse presentado la renuncia de su titular Juan Manuel Santos al Ministerio de Defensa, el presidente Álvaro Uribe designó como su sucesor al gerente de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia, Gabriel Silva Luján. Y si bien puede considerarse un gran acierto, es de lamentar su retiro de la entidad, que representa a más de 500.000 familias que viven del café, en momentos en que se encuentra comprometida en una de las transformaciones más profundas de su existencia.


Sin duda, el nombramiento del doctor Silva es positivo. Su formación académica como politólogo, economista y experto en relaciones internacionales, sumada a su trayectoria en el sector público como asesor del presidente Virgilio Barco, embajador en los Estados Unidos en el gobierno de César Gaviria, entre otros cargos, lograron el reconocimiento general. Otro tanto debe decirse de su paso por el gremio cafetero, donde llegó a producir una verdadera revolución.


Tales características lo califican con abundancia para desempeñar el Ministerio, que quizás tiene más responsabilidades en el presente y futuro de Colombia. A su cargo estará la dirección de la Fuerza Pública, debiendo cumplir también la labor política y administrativa de la Seguridad Democrática, el programa bandera del Gobierno Nacional. Y deberá continuar la fecunda labor que se inició hace ocho años y que permitió consolidar los avances necesarios para enfrentar con firmeza y capacidad los desafíos de la violencia.


El aspecto político se destaca por la necesidad de dar la cara ante los colombianos y la comunidad internacional por los hechos que a diario deben producir los militares y los policías en su permanente combate al crimen organizado. Es el uso de la fuerza legítima, no exenta de riesgos, errores y abusos, la que exige de los ministros del ramo una particular capacidad para guiar a sus oficiales, para motivar a sus subordinados en el combate a la delincuencia, que se ampara en supuestos ideales políticos, y para orientar a la ciudadanía en la colaboración que se requiere de ella en el propósito de derrotar el narcotráfico, el terrorismo y la delincuencia común.


Para esa labor, el nuevo Ministro cuenta con la credibilidad necesaria en la Nación, con el ingrediente adicional de no estar matriculado en movimiento político alguno ni tener antecedentes que hagan dudar de su imparcialidad. Como la tiene también en el contexto internacional, donde son suficientemente conocidas sus ejecutorias como diplomático y como promotor del cambio en la agremiación cafetera. Esas dos características le dan el espacio necesario para enfrentar asuntos como el acuerdo con los Estados Unidos sobre la utilización de bases en nuestro país y la búsqueda de cooperación internacional para el combate a la violencia y el narcotráfico.


Así las cosas, el nombramiento del doctor Silva es bienvenido por los colombianos. Y aunque deba lamentarse su retiro de la Federación en la mitad de la transformación más importante de su historia, es muy grande la expectativa existente por los resultados que arroje su nueva vinculación al servicio público.

El nuevo Mindefensa

Editorial

La Patria, Manizales

Julio 29 de 2009

Un ejecutivo con un perfil diplomático y económico es el nuevo Ministro de Defensa de Colombia. Gabriel Silva Luján fue confirmado por el presidente Álvaro Uribe como el nuevo responsable del manejo de los asuntos de seguridad del país, lo que encarna para el nuevo funcionario inmensos desafíos no sólo por la situación interna que se vive, sino por los problemas con los países vecinos.


Silva Luján, politólogo con énfasis en economía, ha tenido amplia experiencia en asuntos de carácter público y político, pero más como asesor y consejero en gobiernos pasados, antes de llegar a la gerencia general de la Federación Nacional de Cafeteros hace siete años, donde le tocó en todo este tiempo enfrentar los más difíciles momentos del más grande e importante gremio agrícola del país.


Sin embargo sus retos ahora serán mayores. Al nuevo Mindefensa le tocará, de entrada, lidiar con un serio problema de hostilidad en las fronteras del país, con Venezuela y Ecuador, donde hay una abierta presencia de las Farc a las que las Fuerzas Armadas persiguen sin cuartel, razón de peso para darle al tema un manejo con guante de seda pues traspasar alguno de esos límites podría llevarnos a un conflicto de marca mayor con los delirantes gobiernos “hermanos”.


Además en manos de dicho Ministerio está la dirección que le debe dar a la mayor empresa estatal del país, con unos 400 mil uniformados entre el Ejército, la Fuerza Aérea, la Armada y la Policía Nacional.


Pero eso no es todo, desde allí toca orientar la política contra las drogas, hacer transparentes las multimillonarias inversiones del Plan Colombia, garantizar la limpia contratación para suministros logísticos de todo tipo, planear las especializaciones internacionales, capacitaciones externas procurar la adopción general de una política de respeto de los Derechos Humanos y limpiar de toda mancha el vergonzoso capítulo de los falsos positivos.


Como no se trata de la tarea que deba adelantar un solitario hombre, el Ministro de Defensa debe tener la capacidad de dirigir la cúpula de las Fuerzas Armadas y aplicar el exigente plan sobre el que se soporta el gobierno de Álvaro Uribe que es la Seguridad Democrática. Y esta no sólo incluye la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo, sino que también tiene que garantizar el orden público interno para frenar fenómenos crecientes de inseguridad ciudadana como el sicariato, la extorsión, las bandas de asaltantes, el fleteo, el robo de vehículos, los asaltos en carreteras y tantas otras modalidades delictivas que afectan la tranquilidad de toda la nación.


Aunque Gabriel Silva viene de manejar un difícil sector con cierto nivel de independencia, el cambio de posición representa exponer su prestigio ante los grupos políticos que en cabeza de senadores y representantes le reclamarán por yerros, por tragedias y por falta de resultados en el tema de la seguridad ciudadana, más en un año (de ahora hasta agosto del 2010) en que habrá campañas políticas para elección de Congreso de la República y de Presidente.


No la tendrá fácil el Mindefensa entrante que inmediatamente nombrado y muy a pesar de su perfil gerencial ya ha comenzado a ser señalado por la oposición política de estar allí como cuota del dimitente Juan Manuel Santos quien salió para no inhabilitarse de cara a la contienda presidencial que se avecina. En esos términos al nuevo titular de la cartera de asuntos castrenses le tocará enfrentar duros y agresivos debates que no le tocó atender como gerente de la Federacafé y que podía eludir sin dar mayores explicaciones.


Una acertad solución entonces para el Ministerio de Defensa, que sin embargo deja a la industria cafetera sin un conductor que llevó al gremio por caminos de modernidad y cambio, que no será fácil de reemplazar. Ojalá en esa escogencia también se haga una buena elección.

El caso Irlandés

Por Jorge Iván Gómez O.

La Patria, Manizales

Julio 29 de 2009


Irlanda en menos de una década pasó de ser el país más pobre de Europa a estar en el club de los países más ricos de Europa al lado de Alemania e Inglaterra. Y es que Irlanda, con todo su éxito, logró mejorar no sólo sus ingresos económicos por habitante de manera extraordinaria, sino que mejoró la esperanza de vida, de 75 a 78 años, uno de los principales indicadores que demuestran altos niveles de bienestar en una sociedad. Este milagro celta, como se le denomina, se dio en un período de 13 años aproximadamente, y le permitió a los irlandeses, incluso, pasar de ser un país de emigrantes a ser un país de inmigrantes. Es decir, su población crece muy por encima de las tasas de Europa, debido a la fuerte llegada de personas en busca de oportunidades. Y sin duda, cuando un país o región expulsa gente, eso demuestra el principal indicador de éxito o fracaso económico.

¿Cuál fue la clave de su éxito y qué lecciones podemos derivar para aplicarlas en nuestra región?
La primera y más importante. El fomento de la empresarialidad, es decir, la promoción permanente de la actividad empresarial. Como lo hicieron los Azucenos y la Corporación Financiera de Caldas. La conciencia de que el motor de riqueza de una sociedad está en los empresarios. Más empresarios en la sociedad generan más empleo y oportunidades y mejor calidad de vida. Tenemos que reconocer que tenemos un problema y es que hay una gran dependencia del Estado.

Todo gira alrededor de él. Estamos capturados completamente por la agenda pública. Con el agravante de que este hecho es el que determina nuestro ánimo y confianza en el futuro. Esa gran dependencia al Estado ahoga la iniciativa.

Ahoga el esfuerzo personal para lograr metas y construir proyectos. Sobre todo, la capacidad de las personas de avanzar sin necesidad de palancas, recomendaciones o influencias.

La segunda, la visión global y el enfoque al mercado externo. Las exportaciones le permitieron a los irlandeses aumentar dramáticamente sus tasas de crecimiento económico. Lo que trajo consigo de manera directa la disminución del desempleo a tasas inferiores al 6%.

La tercera consistió en algo que podemos propiciar en nuestra región y es la promoción permanente del país como epicentro de la inversión. Convirtieron a Irlanda en un país atractivo para la inversión. Esto se hizo mediante el impulso de aglomeraciones industriales y la promoción de Zonas Francas. Esta actividad impulsó la movilización en un solo año de más 10 mil millones de dólares en un año de los Estados Unidos y un aumentó del 40% de las exportaciones.

En conclusión, el milagro económico en Irlanda se basó en 3C: Confianza de los inversionistas, Capital Humano de Clase Mundial y Conocimiento como motor de desarrollo.

Caldas puede, también, impulsar el modelo irlandés mediante varias acciones en muchos frentes, porque en Irlanda no hubo una sola política milagrosa, sino por el contrario se conjugaron muchos factores que permitieron el éxito económico.

Debemos, en primer lugar, permitir y propiciar las inversiones de las universidades en formación de capital humano, por eso, el Proyecto de Acuerdo que cursa en el Concejo sobre la estampilla pro-universidad no es conveniente. En segundo lugar, debemos impulsar proyectos como los de la Zona Franca que permitan mejorar las condiciones tributarias de los empresarios que amplíen nuestro tejido productivo y empresarial para disminuir el desempleo. En tercer lugar, hacer atractiva la ciudad desde el punto de vista tributario. Por último, ser consistentes. Creer en Manizales, apostarle a construir una identidad colectiva que requiere que todos hablemos bien de Manizales y sobre todas las cosas, hagamos de la ciudad un lugar atractivo para vivir, educarse e invertir.



El vecindario hostil

Por Aurelio Martínez Canabal

El Universal, Cartagena

Julio 29 de 2009

La animosidad salta a la vista. Aunque los vínculos de amistad entre los pueblos venezolano y ecuatoriano con el colombiano se mantienen, los gobiernos de las dos naciones fronterizas no cejan en su empeño de sostener un clima de pugnacidad con la administración Uribe Vélez.

Ante la imposibilidad de exportarnos el trasnochado modelo del “socialismo del siglo XXI”, no son pocas las ocasiones en que se producen declaraciones ofensivas contra las autoridades colombianas y raro es el mes, y a veces la semana, en que no aparecen comprobaciones de la injerencia indebida de los gobiernos vecinos en asuntos internos de nuestra nación, incluida la seguridad pública.

Pocos días después de haberse conocido el video del “Mono” Jojoy, que compromete al Presidente Correa, “Semana” ha divulgado la intervención de los generales venezolanos Cliver Alcalá y Hugo Carvajal, haciendo posible que las Farc recibieran lanzacohetes de fabricación sueca. Se trata de armas de propiedad de las fuerzas militares de Venezuela, de alto poder destructivo. Las pruebas reveladas no permiten duda alguna sobre la veracidad de la denuncia. Esta se suma a la presencia pública en territorio venezolano de cabecillas de la agrupación terrorista aludida.


Ahora el coronel y presidente Chávez se viene lanza en ristre contra Colombia, por haberse ampliado la asistencia militar norteamericana a nuestro país, en la lucha contra el tráfico de drogas y el terrorismo. Y, naturalmente, las expresiones difamatorias del caudillo venezolano encuentran las cajas de resonancia de los jefes de gobierno de Ecuador, Nicaragua y Bolivia. Y se utiliza de nuevo el estribillo del intervencionismo yanqui y otras tantas manidas expresiones de rechazo al Tío Sam. Son unas especies de muletillas que sirven de cortina de humo, frente a dificultades internas en materia económica y de carácter social.


En todo esto preocupan las repercusiones que el enfrentamiento político genera en el ámbito comercial.

Es un talón de Aquiles, que aprovechan los gobernantes de los patios vecinos. ¿Cuáles deberían ser las acciones que pudiera desarrollar Colombia? Aquí es donde se requiere una política exterior bien estructurada. No basta la actitud prudente frente a las agresiones verbales. Se impone una gestión diplomática, donde nada se improvise, en lo cual la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores está llamada a cumplir un papel sobresaliente. El apoyo de México, Perú y Brasil, por citar sólo países con los cuales nuestras relaciones diplomáticas son satisfactorias, habría que complementarlo con otras iniciativas, que eviten el aislamiento y que proporcionen escenarios adecuados para contrarrestar las actitudes inamistosas de los vecinos.


La defensa por Colombia de las instituciones democráticas, talanquera para el sarampión izquierdizante, ocasiona las continuas turbulencias en las relaciones con el vecindario. La vacunación contra la contagiosa “revolución bolivariana” es trasfondo del choque político, con los nocivos efectos en el intercambio económico y comercial. Aspecto este último que amerita explorar nuevos destinos comerciales para las exportaciones colombianas. Pero, la seguridad y la dignidad nacionales no pueden condicionarse por preocupaciones mercantilistas.

*Abogado Consultor en Minas e Hidrocarburos.

El porqué de la propuesta de ajuste tributario

Óscar Ivan Zuluaga*

El Tiempo, Bogotá

Julio 29 de 2009


El 20 de julio pasado, el Gobierno radicó en el Congreso una propuesta de ajuste tributario que consta solamente de 12 artículos. No se trata de una reforma estructural, sino de tres cambios concretos en el Estatuto Tributario. ¿Qué hay detrás de esta iniciativa?

En los años 2009 y 2010, la dinámica de los ingresos del Gobierno se afecta por el impacto de la crisis mundial en el crecimiento y los precios del petróleo. Desde ese año y consistentemente con una recuperación gradual, los ingresos repuntan. Sin embargo, a partir del 2011 y mientras la economía alcanza tasas de crecimiento elevadas (superiores a 4,5 por ciento en las proyecciones del Marco Fiscal de Mediano Plazo), los ingresos tributarios sufren un nuevo choque, al dejar de recibirse el actual impuesto al patrimonio.

En el lado de los gastos, el Gobierno insiste en la postura de proteger un nivel mínimo de inversión pública, aun en los años de recuperación económica lenta. Recordemos que los recursos públicos orientados a la inversión son los más productivos, pero, a la vez, al ser los más flexibles dentro del presupuesto, constituyen el rubro más susceptible de ser afectado en épocas difíciles.

Por ello, a fin de proteger la inversión pública sin producir un mayor incremento de la deuda, resulta crucial encontrar una fuente adicional desde el 2011, para dar continuidad a los programas de inversión social prioritaria y orientar un mínimo de recursos al sector de infraestructura. Pero, además, debe contarse con los recursos del Presupuesto para cubrir los gastos que dan continuidad a la política de Seguridad Democrática, que debe ser concebida de manera integral e involucrar las nuevas obligaciones derivadas de la reparación de las víctimas y los desplazados de la violencia.

De no encontrarse esta fuente de ingresos, el Gobierno tiene tres alternativas. La primera es reducir la inversión, para no acudir a un mayor endeudamiento, con las repercusiones económicas y sociales que ello tendría, en particular en un momento en que se necesita el impulso de la demanda pública. La segunda es proteger un mínimo de inversión pública a costa de un mayor endeudamiento (cercano a 0,4 por ciento del PIB anual o 2 billones de pesos al año), mientras la economía recupera tasas de crecimiento favorables. Esta alternativa podría enviar señales inconvenientes al mercado y desviar al Gobierno del objetivo de recuperar el grado de inversión. La tercera, la venta de activos, debe guardarse para llevar a cabo, de manera simultánea, las grandes obras de infraestructura vial, con el fin de elevar la productividad y competitividad de la economía.

En consecuencia, con una visión responsable de mediano plazo, el Gobierno ha propuesto un nuevo impuesto al patrimonio transitorio, entre el 2011 y el 2014, para los patrimonios líquidos superiores a 3.000 millones de pesos y con una tarifa del 0,6 por ciento; una reducción del porcentaje de deducción por inversión en activos fijos del 40 al 30 por ciento, y la eliminación de la concurrencia de este beneficio con el de Zonas Francas. Ello genera ingresos cercanos a los 2 billones de pesos por año a partir del 2011, lo que permite alcanzar el objetivo de proteger la inversión pública y conservar los incentivos a la inversión privada.

Esta propuesta no grava el consumo y en este sentido no es pro cíclica. Los sectores productivos han dicho sí al impuesto, lo que hace pensar que, en sus cálculos, este no afecta de manera significativa sus decisiones de inversión. Probablemente, el beneficio de contar con la infraestructura anhelada y un ambiente propicio para los negocios supera el costo del gravamen.


Esta propuesta no es una respuesta a una caída cíclica de los ingresos del Gobierno. La expiración del actual impuesto al patrimonio deteriora la posición fiscal estructural. Sería técnicamente inapropiado responder a ello con más deuda.

* Ministro de Hacienda

¿Batallones a la frontera?

Por José Obdulio Gaviria

El Tiempo, Bogotá

Julio 29 de 2009

¿Colombia y Venezuela ad portas de una guerra? ¡Hombre! ¡No ha nacido todavía el bárbaro que nos meta en eso! Siempre, quienes han pretendido crear ese clima belicista, han terminado aislados y olvidados. Somos una misma nación con dos personerías estatales. ¡Qué cuento de doble nacionalidad! Lo que hay es gente de la nación andino-caribeña con cédulas venezolana y colombiana. Somos el mismo pueblo, separado por una línea imaginaria. ¿Convocarnos a la guerra? ¿Movilizar batallones a la frontera? ¡Qué ridiculez! Las batallas se reducirían a intercambio de misiles con ojivas llenas de huevos, leche y pan, tirados para allá, y con timbos de combustible, recibidos aquí.

Ciertos fundamentalistas de la corriente ideológica que gobierna hoy a Venezuela quisieran meternos en una guerra civil. Hay ilustres antecesores de esos políticos belicosos: Boves, por ejemplo, quiso transformar la confrontación anticolonial en una pelea clasista y racista, de llaneros colombo-venezolanos, negros y mestizos, contra los, según él, explotadores blancos y ricos. El genio de Bolívar desmontó la tramoya y logró la liberación de la gran nación colombiana que hoy vive en los dos Estados.

En la Guerra de los Mil Días, los liberales venezolanos se comprometieron hasta los tuétanos con sus hermanos colombianos. Gobernaba Cipriano Castro, tachirense formado en el seminario de Pamplona, fervoroso seguidor de Uribe Uribe. En el Sitio de Cúcuta (1900), en cada orilla hubo liberales y conservadores indistintamente colombianos o venezolanos. Los liberales fueron acaudillados por el general Ruiz, negro nacido en Panamá, ex gobernador del Táchira, figura prominente de la Revolución Liberal Restauradora, un régimen de populismo ventiado y puño de hierro, que gobernó a Venezuela entre 1898 y 1945. Hoy, lo que algunos despistados añorarían es una guerra civil entre chavistas y uribistas. En Venezuela, muchos piden intercambio humanitario: Uribe para ellos y Chávez para nosotros.

En Colombia, a unos pocos les encanta la idea.

Hagamos una digresión. En una visita a Venezuela, Uribe, químicamente alérgico a gobiernos autoritarios de cualquier color, quedó perplejo con las loas de Chávez a los dictadores Cipriano Castro y Gómez. Vía un amigo hispano-venezolano, Sady Cohen, llegó a mis manos el libro de Suniaga, El pasajero de Truman. Leyéndolo se entiende el porqué de la proclividad gomecista de Chávez y de su gente (hasta el uniforme gubernamental, con camisa roja y pañoleta, es rezago de la cultura impuesta por esa dictadura). Los colombianos, en cambio, nos parecemos más al protagonista de la obra, Diógenes Escalante, o a Rómulo Gallegos y Betancur, dirigentes civiles que construyeron la, hoy, moribunda democracia venezolana.

No puede decirse lo mismo sobre Ecuador y el inefable Correa. Desde épocas del Libertador sufrimos las agresiones sureñas. Al pobre, enfermo como estaba, le tocó bajar a desbaratar una invasión de tropas ecuatorianas comandadas por Obando. Y el asesinato de Sucre, golpe aleve a la existencia de la Gran Colombia, se urdió por traidores colombianos desde campamentos asentados en territorio ecuatoriano. ¡¿Ven?! Es que desde esa época, ciertos delincuentes colombianos se han sentido inmunes en Ecuador. Ecuador es belicista, así lo ha demostrado a lo largo de su historia y no sobra estar atentos.

Aunque las causas profundas de la actual discordia tienen un contenido ideológico, Colombia, en particular Uribe, ha actuado con paciencia bíblica, haciendo caso omiso de las diferencias.

Pero no confundir paciencia con debilidad ni buen juicio con cobardía. La cooperación militar gringa es bienvenida porque fortalece el frente de lucha contra el terrorismo y su fuente de financiación, el narcotráfico. Es decir, será una cooperación que refuerce la lucha contra las Farc. Venezuela y Ecuador, al calificar esa cooperación como agresión, lo que hacen es una grave confesión: que prefieren la alianza con los terroristas y no con el Estado que los combate. ¡Muy grave!