Hernán González Rodríguez
El Colombiano, Medellín
Enero 19 de 2010
De acuerdo con la prensa internacional, Irán posee ya los conocimientos para fabricar armas nucleares y podría construir luego, antes de un año, su propia bomba atómica. Los israelitas consideran que si Irán no buscara realizar sus sueños de borrar del mapa el estado judío, un Irán con bombas atómicas ocasionaría cambios “cataclísmicos” en el Medio Oriente y hasta en Latinoamérica.
Occidente perdería influencia y los grupos radicales de Hizbolá, Hamás, chavistas y Farc se envalentonarían. Arabia Saudita y Egipto seguramente responderían fabricando sus propias armas nucleares.
Si Irán se torna nuclear, “el Medio Oriente se convertiría en un infierno. El 2010 es el año de las decisiones de Israel. Sin embargo, su capacidad para destruir los bastiones nucleares de Irán se pone en duda. Una decisión de tal clase precipitaría una guerra regional o algo todavía peor”, opina la revista The Economist de Londres.
El artículo citado considera que no es viable a la fecha ejecutar de nuevo bombardeos relámpago como en años pasados, para destruir las plantas de enriquecimiento de uranio de Irán con base en minerales venezolanos, porque ellos las han separado, enterrado y distanciado en las montañas.
Un ataque aéreo tan sólo podría retardar el programa de Irán uno o dos años. Una acción más definitiva requeriría necesariamente el envío de tropas a Irán y nadie parece estar pensando en esta opción. Rusia y China eluden participar en cualquier medida preventiva.
Existen grandes dudas acerca del apoyo que Estados Unidos le prestarían hoy a Israel. Al presidente Barack Obama le falta la empatía que demostraban Bill Clinton y George Busch con Israel. Algún ministro judío afirmó recientemente: “Hemos caído, infortunadamente, en manos de esta terrible administración de Estados Unidos”.
Habida cuenta de lo anterior, Israel se encuentra en medio de una situación paradójica: demonizado por sus aliados occidentales y aliado con los regímenes árabes. Sí: los países árabes de la región perciben la amenaza de Irán y sus amigos radicales y por eso están optando por aliarse con Israel.
Obama considera con gran sentido común que los progresos con los palestinos ayudarían a cohesionar la coalición árabe para confrontar a Irán. Ha planteado Obama un estado palestino desmilitarizado. Para ello propone comenzar por suspender durante 10 meses las construcciones judías en las zonas palestinas, propuesta que, al parecer, ya fue aceptada por el primer ministro, Netanyahu.
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