Mario Fernando Prado
El Espectador, Bogotá
Febrero 19 de 2010
En las últimas semanas, algunos medios de comunicación e incluso “calumnistas” —de esos de rabo de paja— la han arremetido contra el Valle del Cauca.
Los menos tienen razones que es preciso respetar primero y discutir después. Empero, la gran mayoría de estas minorías padecen de un ensañamiento contra el departamento y más concretamente contra nuestras empresas bandera.
Sí, me refiero a la tantas veces calumniada y vapuleada industria azucarera. Dulce para cuando se trata de mostrar desarrollo, crecimiento y responsabilidad social y amarga cuando se le inventan lunares o se cohonesta con sus enemigos que saben más de mamertismo que de economía.
Ayer fueron los corteros y su paro, que se subsanó cuando quedaron desenmascarados sus autores intelectuales y los trabajadores entendieron que les habían tendido una trampa.
Hoy, la vallenofobia es por cuenta del Agro Ingreso Seguro. Con publicaciones y declaraciones se sacan a relucir los créditos otorgados para algunos ingenios como si hubiesen cometido delitos de lesa humanidad. Y se coloca en la picota pública de la desinformación a empresas centenarias que han honrado su palabra, han generado empleo y han contribuido con su región como algunas veces ni el Estado ha sido capaz de hacerlo.
Estas encochinadas en nada han motivado a quienes deberían sacar la cara por la región. Es inaudito que semejante baldado de agua fría no haya provocado un plebiscito de solidaridad alrededor de la gran industria regional que pareciera ubicada en un departamento autista.
Mientras mentiras totales y/o verdades a medias entretejen una maraña que, de no explicarse bien, generan la duda y hacen que la tergiversación cobre sus dividendos en manos de la calumnia falaz y atrevida.
¿Cuál fue el pecado de haber aplicado a una opción crediticia para mejorar la productividad? ¿Acaso no se cumplió con todos los requisitos tendientes a obtener un crédito que de ser bien manejado y demostrar resultados podría no ser reembolsado?
¿Así no ocurre en otros países en que el fomento para el campo es un subsidio sin el cual no sería posible explotar la tierra?
Como siempre, el Valle con la peor parte. Nos dan garrote y nos insultan y no pasa nada. En cambio vaya métanse con Antioquia. Ahí sí se unen los paisas y no permiten que los manoseen.
Pocos contra el Valle —Poconva— la nueva ensaña para desprestigiar una región que le ha dado ejemplo a Colombia.
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