Por Alfonso Ocampo Londoño
El país, Cali
Abril 18 de 2009
Se ha planteado que en el referendo hay una situación gramatical de dos palabras, la original de ‘ejercido’ por la de ‘elegido’, cuando en realidad no representan mayor problema, pues lo que se pide es la reelección. Ahora se le hacen algunas objeciones a la consecución de las firmas, las cuales se hicieron libremente y sin pago alguno a los firmantes, pero indudablemente hubo gastos en su organización, lo cual estoy seguro ha sido hecho en forma legal y me parece que las acusaciones actuales son invenciones de la oposición.
La realidad es que todos están convencidos de que el Mandatario ha realizado una gran labor y que es un verdadero demócrata con autoridad. La tarea que más se nota es la de la seguridad a la que ha llevado a Colombia, aunque se produzcan algunos problemas de orden público que se debe principalmente a que las fuerzas subversivas no quieren declararse todavía vencidas y porque ya ven que la rendición y la paz se están acercando.
Pero la acción del Presidente se debe completar con la consecución de la paz, que es la final y la más importante de todas las tareas y nadie mejor que él para lograrla. Tenemos que comprender que eso es lo primero y lo más necesario para derrotar la pobreza y que ésta es la principal base que ha querido lograr el actual Gobierno.
Ahora que ya se ve la perspectiva de la reelección, aparecen candidatos de ambos partidos y contradictores cuya principal meta es conseguir el poder para ellos. El Partido Conservador dice estudiar varios candidatos, pero pierde de vista que Uribe ha seguido muchos de los postulados de esa doctrina, como lograr “el orden constitucional contra la dictadura y la tolerancia real y efectiva contra el exclusivismo y la persecución...”. Por esta razón, cuando se presentó por primera vez como candidato Álvaro Uribe, la convención conservadora lo apoyó.
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