¡Desenfocado!

Por Edmundo López Gómez

El Universal, Cartagena

Abril 21 de 2009

Cuando el fotógrafo toma las imágenes por fuera de un plano determinado se dice que la reproducción óptica está desenfocada.

Valga el símil para aplicárselo a mí partido –el PLC-, desde cuya jefatura se viene asumiendo una posición por fuera del sentimiento popular, que, para los efectos de la comparación que hago, es el plano sobre el cual se debe enfocar -para reproducir con fidelidad-, la imagen del sentimiento liberal.

Como el jefe del PLC no ha enfocado el plano del sentimiento de la base popular, las reproducciones que muestra al país son totalmente distorsionadas, sin que pueda imputársele que desconoce el oficio y que, por esta razón, deberá eximírsele de la responsabilidad política grave de no interpretar honestamente la voluntad de la base del Partido, cuya mayor franja apoya al presidente Uribe.

Y no es que no se haya ilustrado a esa opinión de la manera cómo debe colocarse para que salga bien la fotografía. El Secretario General, don Noé Ríos, ha copado los medios de Internet con sus mensajes recurrentes para que le hagan caso al Presidente Gaviria y para que se opongan al presidente Uribe y a su posible reelección, etc., etc.

El propio doctor César Gaviria, dados los privilegios que la suerte le ha deparado, no desperdicia oportunidades de conceder entrevistas a los grandes medios de opinión nacionales e internacionales para despotricar contra Uribe, y pese a ello, sin embargo, su mensaje no ha sido respaldado –según las encuestas-, sino por un ridículo 3% de la opinión nacional -me refiero al porcentaje de su propia imagen- frente a los registros altos que han venido acompañando al actual jefe del Estado.

Desconcierta que, siendo el liberalismo el partido del pueblo -así rezan sus estatutos- nuestro César lo haya convertido en el partido de la élite parlamentaria y como este ha sido el plano excluyente que ha tenido presente el ex presidente Gaviria para enfocar la situación liberal, las imágenes que proyecta desde su trípode –que no es la mesa de tres patas en que colocaba la sacerdotisa de Apolo para difundir los oráculos en Delfos, sino el que le acomoda su obsecuente Secretario General-, aparecen totalmente distorsionadas.

Darío Echandía, a quien tanto ama el doctor Alfonso Gómez Méndez, precandidato liberal, dijo que “el pueblo manda más que el César”, y vaya uno a saber si el talentoso dirigente que sigue con tanto apego y celo las ideas de su insigne maestro, hace un alto en el camino para reflexionar en serio y rectifica el rumbo, sin los adobos de su buen humor para hablarnos de los dos Césares, el romano de la guerra de las Galias, y el César de Pereira, convertido en su jefe único, pero quien como mal estratega y totalmente desenfocado, invita a otra derrota electoral del Partido en el año 2010.

¡Ah! Por algo Gaitán también acuñó su frase inmortal de que “el pueblo es superior a sus dirigentes!”