sábado, 4 de abril de 2009

El prudente debe callar

Por Raúl E. Tamayo Gaviria

El colombiano, Medellín

Abril 4 de 2009

Don Antonio de Lara Gavilán, periodista de humor y publicista español, contaba en una caricatura en "La Codorniz", que una señora se encuentra con un caballero en una calle cualquiera y le dice:

- Caramba, don Jerónimo, ¡qué cambiado está usted!

- Bueno, señora, es que yo no soy don Jerónimo. Dice el hombre.

- ¡Pues más a mi favor! Insiste la vieja.

En otro apunte del mismo Lara Gavilán, un pescador le cuenta a un amigo que se sorprende de verlo llegar acompañado de su esposa al lago:

- Es que mi mujer se empeña en acompañarme a pescar porque dice que yo no entiendo bien si el pescado está fresco o no.

Yo no he oído al presidente Álvaro Uribe, ni al ministro Juan Manuel Santos decirle públicamente a la Conferencia Episcopal Colombiana cómo deben manejar sus asuntos eclesiásticos, sin embargo la semana pasada escuchamos al presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Rubén Salazar, recomendándole al gobierno reanudar los diálogos de paz con la guerrilla o lo que es casi lo mismo, buscar un acuerdo humanitario, ya que la guerrilla ha desistido de exigir una zona desmilitarizada.

Ahora que estamos en víspera de la Semana Mayor, nos dice la Iglesia que debemos convertirnos y una manera de hacerlo es pensar en nuestra vida anterior y cambiar. Pensar más y hablar menos.

Dice el profeta Amós: "Por eso el hombre prudente ahora tiene que callarse, porque son malos tiempos". Amós 5, 13.

Durante el gobierno del presidente Andrés Pastrana se dialogó con los terroristas de las Farc durante tres años y medio y nada se logró por las buenas. Hasta paseo por Europa se les encimó a los gorilas farianos y se burlaron del Presidente y del país. Afortunadamente el presidente Pastrana aprovechó el tiempo para fortalecer las Fuerzas Armadas y en su último semestre declaró la guerra a los narcoguerrilleros que pedían la disminución del 60% del Ejército y demás estamentos militares.

Esta guerra la está ganando el país, gracias a la decisión de nuestro presidente Uribe y al valor de nuestras Fuerzas Armadas y de Policía. No es hora de echar para atrás y tirar la toalla, cuando llevamos la mayoría de los capítulos ganados. Es verdad que casi todas las guerras terminan en una mesa de negociaciones y la firma de un armisticio, pero primero tiene que haber un ganador justo que imponga el orden. Porque si nos ganan los bandidos, no habrá ningún diálogo.

Con todo respeto, monseñor, sigamos el consejo de Amós y también del Eclesiastés: "Hay tiempo de callar y tiempo de hablar? tiempo de guerra y tiempo de paz". Ec. 3, 7 y 8. Ya llegará el tiempo de hablar, por ahora es tiempo de pelear y ganar la paz, si no queremos meter la pata como la viejita de don Antonio de Lara, saludando la persona equivocada o como la otra señora que quería saber más que el pescador. Una cosa es comprar el pescado en la carnicería y otra saberlo sacar del agua. "Zapatero a tus zapatos", dice el refrán.

ÑAPA: ¡Qué bien quedamos ante el mundo los medellinenses con la Asamblea del BID! Si los visitantes se fueron contentos de nuestra ciudad, nosotros quedamos más orgullosos de ella. Nuestras autoridades departamentales y municipales merecen nuestro reconocimiento y el gobierno nacional nuestro agradecimiento. Y la Policía Nacional, ni hablar. General Dagoberto García, coronel Luis Martínez, se lucieron. Nuestro pueblo es maravilloso.

 

 

 

 

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