miércoles, 15 de abril de 2009

La seguridad universitaria

Por Jaime Jaramillo Panesso

El Mundo, Medellín

Abril 12 de 2009

Ha sido escogido por tercera vez como Rector de la Universidad de Antioquia el médico Alberto Uribe. Ello ocurre en una etapa paradójica: la U de A es reconocida por su alto nivel de investigación y la solvencia de sus hombres y mujeres que aplican a la ciencia. Pero a la vez es el campus más inseguro para quienes hacen parte de esta comunidad excepcional, pequeña república que se ufana de ser intocable en materia de protección a los derechos fundamentales del universitariado, en la amplia extensión de la palabra. La libre movilidad, la estabilidad en la programación académica, el imperio civilizado de las mayorías estudiantiles se ven mutilados por el miedo a pasar por determinados pasillos y lugares, la programación curricular se ve interrumpida por actos violentos y las mayorías estudiantiles son amordazadas por el temor que infunden los activistas minoritarios de la ultra revolución encapuchada.

Esta última visión del Alma Mater es la que no puede continuar con el reconocido administrador Alberto Uribe a quien debemos apoyar en la tarea de volver por los fueros de una universidad donde primen la razón, el esfuerzo riguroso del aprendizaje, el ambiente propicio para ese aprendizaje donde el profesorado pueda sembrar semilla y el laboratorio sea como los altares que reciben la verdad del experimento y la duda de la continuación.

En estas mismas páginas de El Mundo sus periodistas han denunciado hechos comprobados como los siguientes: asesinato de un ex estudiante el jueves 12 de marzo que fungía de pertenecer y asistir a la universidad y que fue tiroteado por un sicario. Robos a mano armada, inmunidad de un sector territorial que sirve para el expendio y consumo de estupefacientes llamado “El Aeropuerto” porque allí aterrizan jíbaros y usuarios que toman vuelo virtual.


Hurto agravado para arrancar un cajero bancario automático. Robo de los extinguidores que estaban instalados para combatir la eventualidad de un incendio. Atracos a oficinas y estudiantes para arrebatarles computadores portátiles. Y se dice, además, de las violencias sexuales en los servicios sanitarios de varones y damas. En la U de A no se logra el clima necesario para el fin que fue creada por la epidemia de artefactos explosivos, bombas papa, que casi todos los días explotan bajo la consigna de que los encapuchados ultras están ahí vivos y actuantes “contra la universidad pública, contra la burguesía, contra el imperio y contra el establecimiento”. Son parte del inventario de la institución, como lo son las arengas y cacerolazos, con parlantes de 20.000 vatios, en el patio rectoral que no permite laborar a las funcionarias y personal administrativo, pues duran varios días de 6 am a 8 pm.- Como puede colegirse, nuestra universidad emblemática no es propiamente una guardería. Pero debe advertirse que en las dependencias físicamente independientes del campus central estos graves problemas no se presentan. Los pronunciamientos de autoridades como el Secretario de Gobierno Municipal y del Gobernador de Antioquia deberán ser acogidos por el Doctor Uribe y hacer los cambios en las vice rectorías y en su política que coadyuven a buenos fines y no confundan la libertad de expresión de los ciudadanos de bien con la intimidación terrorista y la delincuencia común amangualados.


La seguridad universitaria debe tener como base la conciencia y la participación organizada de los estudiantes y profesores demócratas y civilistas. El burocratismo de las agremiaciones internas y su seudo neutralismo las convierte en organizaciones endogámicas al servicio de minorías. La seguridad universitaria es ante todo un problema de las fuerzas actuantes del Alma Mater en concordancia con el Estado, el verdadero Páter de la democracia que financia a la universidad con el dinero de todos nosotros: 600 mil millones de pesos/año. En su seno la U. de A. posee su propio veneno, pero también su suero salvador, si la voluntad del Consejo Superior y del Rector trielecto se lo proponen.

 

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