domingo, 5 de abril de 2009

Y van dos

Por Salud Hernández Mora

El tiempo, Medellín

Abril 5 de 2009

Viajé al segundo Puerto Brasil, el que mencionaron Carlos Lozano, director de Voz, en una columna que publicó este diario, y Jaime Cedano, director de Red Vivir, en carta que me envió, pero que jamás figuró en el proyecto aprobado en España.

Siento darles malas noticias a ambos: en "su" Puerto Brasil, vereda de Viotá (Cundinamarca), no tienen ni la menor idea del programa que su ONG supuestamente iba a desarrollar en dicha localidad con dineros españoles.

Y tampoco se llama Puerto Brasil, sino El Brasil, ya que el primero es el nombre de una tienda y un billar donde, a falta de parque o calles, se reúnen los vecinos.

Pero me alegro de que me enviaran para allá, no solo porque revolucionamos el avispero y ahora la gente sabe qué puede reclamar, sino por ser un lugar precioso que tal vez nunca habría conocido (también es espectacular el Puerto Brasil del Tolima).

Como creo que el señor Lozano hace rato que no va, si es que alguna vez fue, lo mismo que Cedano, les cuento lo que encontré en esa empobrecida vereda, situada a diez kilómetros de Viotá, de los cuales seis son destapados y en pésimo estado (la vía, me dijeron, figura tres veces pavimentada).

Los catorce miembros de la Junta de Acción Comunal, campesinos nacidos en esas tierras cafeteras, jamás supieron de los planes de Red Vivir hasta que se lo contamos nosotros.

Les parecía imposible que en esa comunidad donde todos se conocen, compuesta por trescientos hogares pobres, ninguno tuviera noticia del futuro arribo de doscientos cuarenta millones de pesos para ayudar "a cuarenta y dos familias", según indica el proyecto que respaldó la Alcaldía de Sevilla (España).

Luego tuve que aclararles que en el Partido Comunista Colombiano me dijeron que ya no eran 42 sino 10 las que se beneficiarán y que algunas de ellas ni siquiera viven ahora en dicho Puerto Brasil.

Ese extremo molestó aún más a los habitantes de la vereda, porque si ya encontraban desproporcionada la relación familias/plata con 42, no digamos cuando supieron que el número era muy inferior y que ni siquiera existía un listado, además de que desconocían los criterios para escogerlos. Porque necesitados y víctimas de la violencia, guerrillera o paramilitar, son todos.

Los vecinos, representados por la Junta de Acción Comunal, se reunieron el domingo pasado en casa de la tesorera, Cecilia Martínez, y tomaron las siguientes decisiones, estimados señores Lozano y Cedano: nos piden a los periodistas que sigamos las averiguaciones, que no los vayamos a dejar solos, porque a ellos les queda muy difícil investigar y no están seguros de lo que pasará con la plata. Segundo: que los fondos, si llegan, beneficien a todos sin excepción. Para lo cual escogieron reparar la vetusta escuela, agrietada, sin computadores ni Internet, así como la cancha deportiva, en estado lamentable. Y les advierto que es gente organizada, activa, preparada, que no se quedará de brazos cruzados.

Cierto que este 'Puerto Brasil' cundinamarqués fue feudo de los comunistas y aún los aprecian, pero hace ya dos décadas que se marcharon. Las Farc ocuparon el espacio e hicieron de la vereda y de Viotá su reino, sobre todo cuando el frente 42, del 'negro Antonio', que aún tiene milicianos por esas montañas verdes, mató, extorsionó y desterró a muchos inocentes. Después, a partir del 2003, fueron los paramilitares los que masacraron civiles con la falsa excusa de combatir guerrilleros.

Por tanto, salvo que los comunistas estuvieran camuflados entre las Farc, debo indicarle a Carlos Lozano que, a diferencia de lo que cree, hace mucho que sus compañeros de partido dejaron la vereda.

Así que la ayuda podía haber sido para ese 'Puerto Brasil', para el del Tolima o para otro que aparezca mañana en el Guaviare.

NOTA. Quien fue personero de Valencia en el 2003 tiene testigos que confirman que no participó en la reunión donde amenazaron a las víctimas de un atentado para que no denunciaran a un paramilitar.

 

 

 

 

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