sábado, 25 de abril de 2009

Los tres malucos compadres

Por Jaime Alzate Palacio

La Patria, Manizales

Abril 25 de 2009

Gaviria, Pastrana y Samper dejando de lado los abismos que los han separado por las ineficacias que cada uno aportaron a sus fallidos intentos de bien gobernar, se han unido con el propósito de atravesarse a la reelección del presidente Uribe.

El viejo dicho que dice que Dios los hace y ellos se juntan es algo patético en los momentos que está viviendo Colombia. Cuando unas estadísticas totalmente limpias muestran que el prestigio de una persona se mantiene sólidamente firme, a pesar de los ataques muchas veces rastreros de una oposición politiquera, no puede significar otra cosa que el respaldo total a quien, demostrando su patriotismo, se ha sacrificado para conseguir que su patria salga de las oscuras cavernas de la violencia y el atraso en que se encontraba durante muchos años. 

Pero lo que más llama la atención, es que quienes ahora encabezan esa oposición son tres de los mayores responsables de las tragedias de Colombia y que ocuparon la Presidencia de la República dejando el sabor amargo de gobiernos que no supieron cumplir con los mandatos que un día les entregó el pueblo. 

Hoy, tanto Gaviria, como Pastrana y Samper dejando de lado los abismos que los han separado por las ineficacias que cada uno aportaron a sus fallidos intentos de bien gobernar, se han unido con el propósito de atravesarse con lo poco que les queda, a la segunda reelección del presidente Uribe. 

Uno se pregunta cómo puede ser posible que hayan puesto tanto empeño en tratar de resucitar políticamente, cuando sus prestigios hace varios años quedaron en los insondables abismos del olvido, y porque el empeño en conseguir alguna notoriedad ayudados por algunos medios, más interesados en recibir prebendas de los lázaros, que en cumplir con la sagrada obligación del periodismo de informar a sus lectores en una forma verídica y honesta. 

La única respuesta que se nos viene a la mente es que la viudez del poder es más fuerte que la preservación de la dignidad. Cada uno ha escogido su trocha para tratar de enfrentar el arrasador ciclón del prestigio de Uribe, pero los resultados demuestran cada día el fracaso de sus intentos. 

Gaviria, al tomarse por asalto lo que ha quedado del otrora glorioso Partido Liberal, el del trapo rojo, lo único bueno que ha hecho es poner en primer lugar de las estadísticas de los precandidatos a la “honorable” Piedad, lo que acabará por dar el golpe de gracia a las huestes rojas. Y dizque hablando de raponazos, el que metió toda su influencia para convertir a su hermano en uno de los constructores más ricos del país. ¿Será que la memoria no le da para nada? 

Pastrana, después del gigantesco fracaso en sus negociaciones de paz, ahora cuando ve los alcances infinitos que ha logrado este gobierno, y muerto de una envidia de la mala, no acepta que su imagen se vaya disminuyendo día a día hasta llegar al estado liliputense comparado con el presidente Uribe. 

Samper: a quien toda su maligna astucia, porque eso ha sido toda su vida: un astuto y un cínico, ha optado por plegarse al Polo tratando de recuperar las prebendas que perdió cuando el país, asombrado, descubrió el elefante que, según él, lo aplastaba a sus espaldas, quedando en la amarga soledad de sentir que ni sus mismos copartidarios quieren saber algo de él. 


Estos son pues, los tres malucos compadres, que como en la novela de Dumas, pero con abismales diferencias, han levantado sus garrotes para exclamar como lo hacían los Mosqueteros: todos para uno y uno para todos. Esta vez será, sin duda, hasta la derrota final. 


P.D.: Un político tal vez no sea capaz de pensar cualquier estupidez, pero siempre es capaz de decirla. 

1 comentario:

roger vallejo dijo...

MUNDILLO DE LA POLITIQUERÌA

01/06/2009 BLOGS Diario LA PATRIA

ANALISTAS IRRESPETUOSOS

Las alternativas de poder deben construirse a punta de visiones programàticas. Nunca serà aceptable que se construyan a punta de maledicencias contra el pròjimo. La violencia verbal inficiona los ambientes con "el tufo" de la discordia, de la infelicidad, del mal aliento.


En nuestra amada Colombia están sucediendo malhadados y tristes procesos en el vitando mundillo de la politiquería rampante, que no Política; puesto que la Política es algo de entrada, sublime.


Ahora ya le diò a analista del partido liberal, estrictamente subjetivo, por maltratar a los seguidores de Uribe con el cuentecillo de que sufrimos de "Euforia democraticida".
No saben que inventarse para olìmpicamente denostar de un grande Presidente, que no sentìamos desde el cuatrienio 1966 -1970.


Otro "cèlebre" analista confianzudo e irrespetuoso con las Esencias de la religiòn catòlica, se atreve a hablar de delirios mesiànicos, y es tan conchudo que discurre orondamente sobre los temas superdivinos del Paràclito. Que horror de horrores. Son fenòmenales irreverencias a todos los creyentes del Orbe.


Considero que los analistas deben ser mas serios en sus tesis; no es correcto llenar planas y planas con argumentos endebles y parroquiales; hay que ser objetivos. A no ser que se quiera dar via libre a las dimensiones de la hilaridad en el primer caso, como a los programas de los "cuentahuesos" o entrar a las dimensiones de propagadores del Anticristo, en el segundo escenario.


Respetuosamente considero que no nos podemos convertir en seres humanos "minados" con el desprestigio galopante, pues eso es lo que nos ganamos cuando somos amigos del "naùseanàlisis". Las posiciones analìticas deben exponerse con tranquilidad y paz. No es correcto llenarnos de iracundia y de vulgaridad rampante para referirnos a fallas en el otro. No puedo sustraerme al tema de Pentencostès: La calma es buena consejera. Los 7 dones del espiritusanto hay que recordarlos y pedirlos con suma efervecencia espiritual.

Lo que se deduce es claro y evidente:
Dirigentes y analistas se estàn enfermando de galopante antiuribismo,en razòn de no tener la nobleza y holgura mental de reconocer con hidalguìa los triunfos republicanos del Presidente Uribe.



ROGELIO VALLEJO OBANDO

Economista Universidad Externado de Colombia.