miércoles, 15 de abril de 2009

Un deber con la salud y la comunidad

Por Fabio Valencia Cossio

El Colombiano, Medellín

Abril 15 de 2009 

El Gobierno Nacional radicó ante el Congreso de la República el proyecto de acto legislativo por medio del cual se prohíbe el porte y consumo de sustancias estupefacientes o psicotrópicas, proponiendo que, con fines preventivos y rehabilitadores, la ley establezca medidas con carácter pedagógico, profiláctico o terapéutico para quienes consuman dichas sustancias, medidas que se tomarían por decisión de una instancia conformada por el sector salud y la rama judicial, bajo la denominación inicial de "tribunales terapéuticos", pudiendo estar acompañadas de limitaciones temporales al derecho a la libertad, que se harían efectivas en instituciones adaptadas para los fines propios de la prevención y la rehabilitación, sin que las limitaciones a la libertad que se llegaren a imponer, implicaren de suyo la aplicación de penas de reclusión en establecimientos carcelarios.

La propuesta ha generado un esperado y saludable debate nacional; sin embargo quienes lideran las críticas parecen tener una gran distancia con el "día a día" de los dolorosos efectos del consumo, especialmente dentro de las familias, limitándose a argumentar su gran temor por perder las propias libertades, sin asomo a una argumentación desde la "ética y la responsabilidad social", en la cual las libertades propias tienen su límite en las de los demás.

Desde el individualismo puro y bajo el argumento según el cual "mi propia libertad no tiene límites", ninguna prohibición sería aceptada. Este planteamiento egoísta, por fortuna está siendo superado por los Estados modernos donde finalmente se está creando conciencia de que las drogas no son dañinas por estar prohibidas sino que se deben prohibir porque son realmente dañinas. Hoy por hoy, el consumo de drogas ilícitas está totalmente prohibido en países como Francia, Inglaterra, Grecia, Finlandia, Estados Unidos y Suecia; en este último país, se pasó de una liberalización total en los sesenta, a una prohibición total desde 1980 hoy vigente. En Inglaterra, a partir de enero de 2009 se incluyó de nuevo la marihuana, como una droga cuyo consumo está prohibido y acarrea pena de cárcel y multas. (European Legal Database on Drugs http://eldd.emcdda.europa.eu/html.cfm/index5748EN.html)

Según la Constitución "Toda persona tiene el deber de procurar el cuidado integral de su salud y la de su comunidad", y es deber del Estado garantizar que las personas, gozando de sus libertades, lo hagan responsablemente sin atentar contra sí mismas o contra la misma sociedad. La propuesta del Gobierno es justa y equilibrada al reconocer los posibles grados de dependencia de una persona con respecto a las drogas, así prevé desde medidas pedagógicas para los consumidores ocasionales, fundadas en la voluntariedad de la persona invitándola a dejar las drogas, pasando por medidas preventivas para quienes están entrando en situación de adicción, hasta llegar a medidas de tratamiento terapéutico para la rehabilitación de los adictos crónicos, caso en el cual también se buscará contar con el consentimiento voluntario del enfermo, sin embargo, en el caso de no lograrlo, el juez tendría que imponer su obligatoriedad sin que ello implique cárcel.

El debate está abierto y son bienvenidos los aportes serios y constructivos, especialmente aquellos que superen la visión individualista y carente de sentido social. Colombia tiene derecho a ser un país ¡Libre de drogas! 

* Ministro del Interior y de la Justicia

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