lunes, 6 de abril de 2009

Periodistas al ataque

Por Enoris Restrepo De Martínez

El Colombiano, Medellín

Abril 6 de 2009

Qué lejos están los tiempos de la ética periodística de Fernando Gómez Martínez, Eduardo Santos o los Lleras (Alberto y Carlos). Hoy algunos comentaristas y periodistas calumnian hasta los muertos y los sacerdotes. Empuñan la pluma como si fuese una espada y se creen como Robin Hood o el Cid Campeador. Y nada de eso son. Escriben con mente casi sádica. Juegan con las honras humanas. Unas veces para satisfacer su ego y otras con intereses políticos, pero siempre buscando impresionar desde sus computadores o sueñan con armar polémica como pregonaba López Michelsen.

Al primer rumor (interesado o no) corren a redactar y apoyan hipótesis sin confirmar. Estridentes en la presentación de comentarios y noticias, crean rechazo en la sociedad a determinadas personas o grupos, siembran odios y condenas a la par que ellos mismos van perdiendo credibilidad y aprecio y, créanlo o no, contribuyen a desmoronar la sociedad con su negativismo. Por ejemplo, pienso que la simpatía y empatía que el público tenía antes por Semana, Cambio y El Espectador, ha disminuido a marchas forzadas. Es el caso de la serie de distorsiones que un famoso escritor se ha dado en publicar semanalmente, que en lugar de traerle credibilidad a él o al medio, ha despertado una gran ola de rechazo a los dos (comentarista y periódico). En esta moda de periodismo negativo, rotulan y firman artículos con el fin de impactar. Crean un espectáculo donde no lo hay, distorsionan la verdad con precisión malévola y hasta la muerte de un ser humano les sirve en su afán de llamar la atención. Algunos parecen "obsesionados por un fanatismo ciego, tal vez entramado en alguna organización política". No les importa si escriben sobre vivos o muertos, se refieran a hechos fáciles de distorsionar y difíciles de comprobar.

En la publicación de Periodista Digital, Elena Regoyos afirma "Ante la duda, culpa siempre a la prensa". Agrega que la intromisión de la prensa ha sido la causante de múltiples problemas de toda índole y traumas emocionales (hasta suicidios) en el mundo entero y enfatizan en determinados aspectos económicos. Por algo, hace poco un distinguido presidente de compañía señaló la importancia del periodismo para lidiar con la crisis económica actual y su responsabilidad en subrayar ganancias, victorias y logros -ciñéndose a la verdad y la moral- o si insisten en las frustraciones, pérdidas y derrotas. Mostrando sólo uno de los lados de la moneda, por lo general el más destructivo.

Nota: Hoy todos chuzan. Los gobiernos en todas partes lo hacen para salvaguardar su legitimidad y posiblemente tengan en excesos. ¿Pero privadamente, quiénes pagan por chuzar y divulgar los contenidos? Grave.

 

 

 

 

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