martes, 28 de abril de 2009

Panorama alentador de acuerdo CAN-UE

Por Libardo Botero*

Abril 28 de 2009

A medida que se avanza en la negociación del Acuerdo Comercial CAN-UE (en el cual participa Colombia) arrecian las críticas de ciertos sectores, tanto de acá como de Europa. Aspiran a entorpecer y entrabar el proceso, soñando que éste sufrirá tropiezos similares al TLC con EEUU. Eso es normal en nuestra democracia. Pero las circunstancias permiten avizorar un panorama más positivo con Europa, amén de que el acuerdo con Norteamérica se ha enrumbado por una senda promisoria en las últimas semanas.

Las críticas a las dos negociaciones tienen una falla similar. Suponen graves perjuicios para nuestra economía por la supuesta competencia ruinosa de los productos foráneos, al entrar sin arancel, golpeando el aparato industrial y el agro y afectando el empleo. Apreciación sin fundamento: más del 90 por ciento de lo que compramos a esas regiones no lo producimos o lo hacemos de manera insuficiente; igual les sucede a ellos. Somos economías complementarias y no competitivas, a diferencia por ejemplo, de nuestra relación con China. Sobre los pocos sectores que se verían afectados, se han negociado cláusulas protectoras y de desgravación lenta, que les permiten adaptarse al nuevo régimen en tiempo prudente.

Pero hay diferencias significativas. En la UE no es el Parlamento el que aprueba el Acuerdo, sino la Comisión, es decir el órgano ejecutivo que representa a los países. La posibilidad de entrabar su firma con debates interminables, o de sufrir el impacto de intereses electorales es menor. Los sectores contrarios al libre comercio, como los verdes o radicales de izquierda son una minoría en el euro parlamento; en cambio los “populares”, liberales y buena parte de los socialistas, que son la mayoría aplastante, favorecen la ampliación del comercio.

Claro que el tema de los derechos humanos es vital en Europa. Pero Colombia, pese a sus problemas en estas materias, muestra avances significativos en los últimos años, que son reconocidos por los gobiernos europeos, y está abierta al más riguroso escrutinio, así como dispuesta a mejorar en los aspectos que sea necesario. A finales del año pasado el país se presentó voluntariamente al Examen Universal en DDHH de la ONU, en Ginebra, estableciendo importantes compromisos. Esta semana se verificará la primera reunión del Diálogo Estructurado sobre DDHH acordado entre nuestro gobierno y la UE, una nueva instancia que permitirá que se comprenda mejor nuestra situación, los avances y los retos que subsisten.

Aboga también el Viejo Continente por la inclusión de cláusulas sociales fuertes en los tratados de comercio. Solo beneficios podrá reportar ello para los trabajadores colombianos, el medio ambiente y la salud de nuestra población. Esperamos que de igual manera, los europeos acepten que es una discriminación inaceptable la que sufrimos con los impuestos al banano, frente a algunas de sus antiguas ex colonias. Deben entender, como estamos seguros que lo harán, que nuestro país requiere sobre todo cooperación y ayuda para superar sus dificultades, más que bloqueo y estigmatización.

Por último, digamos que los sindicatos europeos tienen una actitud más comprensiva frente a los acuerdos de libre comercio, a diferencia de los de otras latitudes. La Confederación Europea de Sindicatos, si bien ha expresado que prefiere un acuerdo de asociación negociado en bloque, frente al mecanismo bilateral adoptado -que evita el veto inaceptable de un país, pero sin excluirlo- ha indicado, a propósito de la negociación CAN-UE, que no se opone a los acuerdos bilaterales o los acuerdos comerciales regionales a condición de que realmente contribuyen al desarrollo sostenible de los países socios, sus ciudadanos y sus trabajadores” (diciembre de 2006). Y añadió: “Creemos que la Comisión tiene la oportunidad, a través de sus acuerdos bilaterales, de promover una política activa que permita el desarrollo de la calidad del empleo en Europa, y entre nuestros socios comerciales”. Promover el empleo en las dos regiones: he ahí el meollo de estos acuerdos; diferente a la absurda tesis de quienes piensan, contradictoriamente, que habrá desempleo a los dos lados del Atlántico.

* Economista. Analista e investigador del Centro de Pensamiento Primero Colombia (CPPC).

 

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