Chávez y Correa: ¿amigos de quién?

Por Darío Acevedo Carmona

Blog Ventanaabierta, Medellín

Medellín, 21 de julio de 2009

¿Qué puede haber detrás de la decisión del juez ecuatoriano que ordenó la detención del exministro de defensa de Colombia, Juan Manuel Santos? ¿El simple deseo de hacer justicia o resucitar la crisis regional para desestabilizar un país adverso al proyecto bolivariano? Si es lo primero, entonces no caben, en derecho, acciones contra personas por cuanto se trata de un asunto entre estados en el que se debe concitar la intervención de organismos internacionales de justicia. Es lo que ha ratificado la INTERPOL al negarse a acatar la orden de detención proferida por la Fiscalía ecuatoriana. De otro lado, calificar la Operación Fénix realizada por tropas colombianas contra una base terrorista en territorio ecuatoriano como un acto criminal, asesinato o masacre, es una clara demostración de la posición favorable que el gobierno de Correa tiene frente a las Farc y frente al problema del terrorismo. En el 2005 como presidente electo se negó a calificar a las Farc como terroristas bajo el débil argumento de que eso implicaba una intromisión en los asuntos colombianos y declararle la guerra esta guerrilla. El escándalo que intentan crear ahora nos remite entonces a la segunda alternativa. Si para el gobierno ecuatoriano las Farc no son terroristas, como ha afirmado varias veces Correa, entonces no habría por qué combatirlas o perseguirlas en su territorio, habría que ser comprensivos y tolerantes. Y, de ahí a pensar que, entre gobiernos que vienen promoviendo el proyecto bolivariano del socialismo del siglo 21, grupos comunistas como el Movimiento Continental Bolivariano y las guerrillas colombianas, existe un propósito común, apoyos y solidaridades, no hay que realizar un gran esfuerzo.

El video que acaba de darse a conocer a través de los medios en los que el “Mono Jojoy” da cuenta de que el aporte en dólares a la campaña de Correa en el 2005 fue descubierto por las autoridades colombianas, no es un hecho aislado, también le regalaron 100 millones de pesos a Chávez cuando estuvo prisionero por golpista. Entonces, estos hechos apoyan la hipótesis de que entre los gobiernos de Venezuela, Ecuador, las Farc, movimientos sociales. Coordinadora Continental Bolivariana y partidos comunistas y de extrema izquierda a nivel continental, existe algo más que una identidad ideológica, que hay una política estructurada en torno a un proyecto: imponer en la región, la llamada “Patria Grande” por las Farc, el socialismo del siglo 21 utilizando todas las formas de lucha.

Recordemos que durante la crisis del año 2008 el presidente Chávez no sólo reconoció el carácter beligerante y revolucionario de las Farc ante la Asamblea Nacional Venezolana y que además ordenó desplazar 9 batallones a la frontera con Colombia con el supuesto fin de iniciar una guerra y reivindicar a su hermano ecuatoriano. Recordemos también que días antes del ataque a la base de alias Raúl Reyes, se realizó en Quito la segunda Conferencia Continental Bolivariana y que allí se aprobó un documento sobre la estrategia revolucionaria a seguir y se convoca a los “pueblos” latinoamericanos a implementar la combinación de todas las formas de lucha y en especial a apoyar la gesta de las Farc en Colombia. Así pues que la rabia de Correa por la violación de su territorio puede develar algo más que dolor patrio, a saber, rabia, porque sus hermanos de lucha recibieron un golpe terrible, por el traspié sufrido por el proyecto bolivariano y rabia porque la información hallada en el computador de Reyes los deja a él y a Chávez al desnudo en cuanto a sus cercanías, apoyo y solidaridad con las Farc.

Pero para evitar suspicacias, veamos lo que en tan solo unos pocos archivos del computador de Reyes, publicados por la revista Semana en aquellos días, se puede leer: (los textos en negrilla y subrayados son míos).

En comunicación del 28 de septiembre de 2007 dirigida por Manuel Marulanda al Secretariado se dice cosas del siguiente tenor: “Va proyecto de carta para el Presidente Chávez instándolo para que siga adelante con su labor humanitaria y de acuerdo a sus posibilidades logre interesar otros gobiernos del continente, con ello gana en su proyecto geopolítico y nosotros sin que lo digan vamos ganando reconocimiento como fuerza Beligerante…Sigo esperando opiniones de Ustedes para ventilar y examinar si es posible y estamos en condiciones de enviar uno del Secretariado a Caracas…a entrevistarse con el Presidente Chávez clandestinamente con la finalidad de hablar de nuestro proyecto político- militar… sin negarnos a mantener la bandera en alto del Intercambio para armarle un problema interno y externo a Uribe…”