Mauricio Vargas
El Tiempo
Julio 20 de 2009
El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, echó mano del humor, de los juegos de palabras, de la ironía, para responder a la divulgación que hizo la agencia AP de un video de las Farc en el que Jorge Briceño, el 'mono Jojoy', asegura, sin rodeos, que la organización guerrillera le dio plata para su campaña presidencial. No soy amigo de creerles a los criminales a pie juntillas. Pero como se trata de una comunicación de 'Jojoy' a sus hombres, en la que por demás les contó que 'Tirofijo' había muerto, tiendo a creerle. No se me ocurre qué podría buscar, si fuera mentira lo de la ayuda, con hacerles a sus frentes semejante revelación.
En cambio, comprendo que, en la mala hora de la muerte del máximo líder del grupo y de la serie de golpes que las Farc estaban recibiendo en ese momento, 'Jojoy' hubiese querido animarlos con datos sobre sus relaciones con los gobiernos vecinos. De Hugo Chávez también habla, y trata de explicar por qué el venezolano se echó para atrás en su anuncio de enviar tanques y soldados a la frontera con Colombia, tras el bombardeo del campamento de 'Raúl Reyes' en Ecuador, ocurrido días antes del video.
De modo que el video de 'Jojoy' tiene peso. Indica, cuando menos, que el más poderoso jefe de las Farc en materia de negocios y finanzas estaba convencido de que su organización le había dado plata a la campaña de Correa, y que había pactado una serie de acuerdos con sus emisarios. No es claro si Correa estaba al tanto, pero con lo que 'Jojoy' dice hay cómo suponer que los enviados del Presidente ecuatoriano ofrecieron a cambio algún favor.
¿Cuál? No es absurdo suponer que la posibilidad de que 'Reyes' estableciera su campamento en territorio ecuatoriano y que ninguna autoridad de ese país lo molestara, como en efecto había ocurrido ya cuando 'Jojoy' les hizo la revelación a sus frentes. A eso se suman otras evidencias e indicios complementarios: los contenidos en el archivo del correo electrónico del propio 'Reyes', que la Policía colombiana capturó y analizó, y que la Interpol avaló en el sentido de que no habían sido alterados. En varios correos, aparecen los nombres de colaboradores de Correa y hay repetidas referencias a la ayuda económica para la campaña, así como a algunos acuerdos entre los emisarios y las Farc.
De modo que el video de 'Jojoy' no es una prueba aislada. Hace parte de lo que los abogados llaman un acervo probatorio, bastante completo por cierto, en el sentido de que la campaña presidencial de Correa recibió alguna financiación de las Farc, y de que hubo a cambio ciertos acuerdos entre colaboradores del mandatario y un grupo guerrillero considerado como terrorista y narcotraficante por la comunidad internacional.
Por cierto, Correa siempre se ha negado a calificar a las Farc como terroristas. ¿Es eso fruto de algún convenio? No ha aparecido prueba de ello, pero no hay que ser malpensado para preguntárselo. En suma, el video, los correos, el hecho de que 'Reyes' hubiese instalado su campamento en territorio ecuatoriano sin que lo molestaran, y la negativa de Correa a llamarlos terroristas, son elementos con los cuales cualquier fiscal del mundo consolidaría una acusación contra la campaña de Correa, de recibir plata de las Farc y hasta aliarse con ellas.
Por eso, por mucho humor y gracejos que Correa se saque de la chistera, pesa sobre el mandatario ecuatoriano una acusación muy seria, que puede tener graves consecuencias para él y para su gobierno. Ahora, si lo que dijo 'Jojoy' es mentira, ¿por qué Correa no sale públicamente y dice que ese señor es un mentiroso? ¿Por qué teme descalificar a semejante criminal? Ese sí sería un desmentido, con mucho más peso que los chistecitos baratos con los que, hasta ahora y de manera infructuosa, ha tratado Correa de salirse del enredo.
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