Por Jaime Alzate Palacio
Julio 25 de 2009
Este vocablo, muy usado en
Esto es lo que desafortunadamente nos está pasando en nuestro país, porque los mandatarios de los países vecinos que en mala hora nos está tocando aguantar, son una manada de alevosos boquisueltos y con un temperamento de groseros violentos que en nada se diferencian de un culo' epollo.
Dicen que la civilización se hizo para que todos los habitantes de este planeta pudiéramos vivir en paz, para pasar por este mundo sin mayores problemas, aunque todo indica que el tan mentado infierno es precisamente este que estamos sufriendo, y que tarde o temprano tendremos que abandonar para poder llegar a sitios más agradables. Pero si encima de lo jodidos que tenemos que vivir, nos enciman vecinos como los que tenemos, la situación se vuelve insoportable.
Ahora resulta que el gorila mayor, con su inteligencia y su figura de primate, le ha dado por seguir insultando todo el mundo, tratando incluso de usurpador y gorilati -como si el fuera un santo varón-, a un señor que con el respaldo de todos los organismos legales de Honduras resolvió encabezar un golpe de estado, plenamente justificado, contra unos personajes tanto o más folclóricos que los que lo están respaldando desde Venezuela, Ecuador y el infaltable bobalicón de Nicaragua.
Y como sus insultos poco han ayudado a sus mamertos a cambiar la decisión del pueblo hondureño que no quiere aguantarse más gobernantes como ellos, viendo el fracaso de sus inútiles esfuerzos, vuelve y retoma el camino de insultar descaradamente a Colombia y a sus gobernantes, encendiendo con amenazas el sentido patriotiquero de algunos venezolanos que de una forma inocentona e ignorante se dejan arrastrar por la barata demagogia de un personaje que es repudiado por la gran mayoría de un mundo civilizado.
Desafortunadamente en este caso, los colombianos que somos muy buenos para tirarnos vainas entre nosotros mismos, encabezados por los politiqueros que siguen teniendo la sartén por el mango, como lo acaban de demostrar en la instalación del Congreso, no somos capaces de emberracarnos y mandar al carajo al desagradable grupo de los, por decir lo menos, culo' epollos.
No demora mucho el desagradable canciller Maduro, cumpliendo órdenes de su jefe, en volver a romper relaciones con Colombia; y en volver a sentir nuevamente a Correa, quien tratando de defenderse de los videos de su compinche, el asesino Jojoy, vuelva a expresarse con su infinita prepotencia sacándonos de quicio y haciendo que cada vez más, lo quisiéramos ver conviviendo con los ayatolas y pellizcándose detrás de las puertas alabando su propia belleza.
De nuevo volvemos a tener que padecer, desafortunadamente, a los gritones vecinos y tenemos que, otra vez, armarnos de paciencia, hasta que, como es su costumbre, vuelvan a callar sus bocotas y nuevamente, durante algunos días, podamos vivir en paz aunque sea con la amenaza latente que por largo tiempo tendremos que soportar.
P.D.: El matrimonio por dinero, se llama patrimonio.
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